Freud fue un revolucionario en su manera de ver a nosotros y nuestras mentes. En este artículo vamos a concentrarnos tanto en su contribución como en analizar lo que ha tenido de revolucionario y porque hoy sigue siendo una figura de referencia esencial para entender la historia de la psicología, incluso del propio pensamiento. Porque sí, algunos de sus postulados fueron a la psicología como la famosa revolución de Copérnico a la física cuando cambió el centro del universo. Si usted piensa así, vamos a sumergirse en este interesante viaje!El inconsciente
Tal vez el inconsciente haya sido la mayor revolución propuesta por Freud y tal vez hoy sea una de las menos discutidas. En el momento histórico en que Freud vivió, aunque la psicología social aún no estaba desarrollada, ya sabíamos que no teníamos el control absoluto de lo que estaba sucediendo con nosotros. Determinadas variables externas, como la cantidad de luz solar, podían influir en nuestro humor. Además, la misma luz solar podría cegarnos y hacernos tropezar. Sin embargo, Freud dio un paso adelante. Con la propuesta del inconsciente, Freud apuntó que había dentro de nosotros una parte que no podíamos acceder de forma consciente o directa, sino que se manifestaba en nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. Una especie de genio que actuaba entre bastidores, moviendo las cuerdas en buena parte, sin dar más cara que la de algunos reflejos en el escenario. Una especie de yo ignorado por la conciencia que, a veces, podría hacernos pasar muy mal. Este inconsciente puede hacernos sentir tristes sin identificar el motivo, participar de nuestros sueños de forma simbólica o provocar ciertos errores en nuestro discurso. En los días de hoy son pocos los que niegan que hay una parte de nosotros que nos influye ya la que nuestra conciencia no tiene fácil acceso. Puede ser un recuerdo de la infancia, pero también una autoestima deteriorada o un patrón de apego mal construido o muy castigado en los últimos años, fracasando de relación en relación. El poder de la palabraFreud, entre otras virtudes, poseía la de ser un magnífico escritor. Los detalles, la claridad y la elegancia en su exposición son tres de los adjetivos que podrían etiquetar sus obras.
Así, no sólo cuidó y usó la palabra para expresar su pensamiento con dominio, pero también la hizo parte central de su terapia. Por ejemplo, como ya señalamos anteriormente, Freud defendía que una de las manifestaciones más inocentes del inconsciente son los lapsos que todos ocasionalmente cometemos en nuestros discursos. Al mismo tiempo, él apuntó
la asociación libre como una forma de acceder sin contaminación a la información del inconsciente. La asociación libre fue constituida como el método fundamental de la técnica psicoanalítica, relegando a un segundo lugar otras técnicas en que se había formado (por ejemplo, la hipnosis) y que, al principio, parecían muy útiles para el mismo propósito. La gran ventaja de la asociación libre es que, cuando está bien, está libre de sugerencias y, al mismo tiempo, de las restricciones de la conciencia. Otra mirada a la infanciaFreud entiende la infancia como un campo vital en el que ocurren eventos que nos influencian a lo largo de toda la vida. Además, lo harán esencialmente a través del inconsciente, haciéndonos funcionar con modelos que internalizamos, pero que no procesamos. Por otro lado, Freud nos dice que en la infancia la sexualidad también desempeña un papel importante; muy importante para él, en realidad. Vemos esto, por ejemplo, en la articulación de los complejos de Edipo y Electra. Por otra parte,
habla de la sexualidad infantil como algo natural, lejos de entrar en cualquier debate moral sobre eso. Para él, esta sexualidad está muy presente y puede tener consecuencias. En el caso de un niño, por ejemplo, la competencia con el padre por el amor de la madre puede servir como un estímulo para su crecimiento, para imitar al padre e intentar superarlo. Por otro lado, esta idealización, si no se rompió, puede actuar a través del inconsciente influenciando el tipo de personas que serán atractivas a la hora de mantener una relación.Si Freud se caracterizó por algo, fue por no tener miedo de luchar para acabar con ciertos tabúes. Este quizás sea uno de los más importantes, el de romper con la idealización de la infancia.
Compartir el conflicto y la neurosis
Otra de las revoluciones de sus postulados giraba en torno a la neurosis. Freud resalta queson los conflictos internos entre lo que queremos (id-instinto) y nos permitimos (superego prohibido a partir de lo cultural o lo social),
aquellos que dan forma a los nudos que colapsan en una neurosis
. Así, en el contexto del segundo tópico, los disturbios neuróticos surgieron del desplazamiento del id al inconsciente por parte del superyó, en el intento de ahogarlos. La obra de Freud es mucho más completa y abarca muchos otros aspectos que los que mencionamos aquí. Sin embargo, quizá éstos sean los más importantes para saber por qué su trabajo fue el punto de partida de una revolución. Por lo tanto, así como hablamos de un giro copernicano, podemos hablar de un giro freudiano y del enorme impacto que éste tuvo.