Lo que tengo ahora es calma, y encontrarla me ha costado muchas tormentas. Porque a veces no basta con girar la página o cambiar de libro, la verdadera sabiduría está en reinterpretar lo que ya está escrito y también en entender que cuando hay calma en su interior, la adversidad sólo forma parte del paisaje.Todos nosotros ya vivimos momentos caóticos, días complicados y hasta etapas existenciales verdaderamente difíciles.
Aunque la mente nos exige calma y sosiego, nuestro cerebro está inmerso en otro tipo de discurso. La activación neuroquímica provocada por el estrés y la ansiedad de los alejamientos de este punto sutil de equilibrio. Somos incapaces de encontrar la armonía con que nos colocan por encima de las presiones ambientales."¡Calmarse ante las injusticias y las adversidades de la vida!"
-Mahatma Ghandi- Existe un aspecto que es importante dejar claro. Cuando hablamos de calma, no hablamos de rendición. La persona que opta por adquirir una actitud tranquila y tranquila ante las dificultades de la vida no se está "dejando llevar". Por el contrario, se trata de encontrar la armonía interior donde los pensamientos, deseos y capacidades logran actuar en concordancia y con sabiduría.
Encontrar nuestra calma interior es un arte que te invita a descubrir con nosotros.Alcanzar la calma en un mundo de ruido incesante
Alcanzar la calma en un mundo de ruido incesante es una cosa que no se consigue de un día para el otro.
Principalmente si nos permitimos ser permeables. Vivimos en un mundo caótico donde recibimos exigencias de todo a nuestro alrededor. Debemos ser buenos ciudadanos, trabajadores productivos, buenos hijos, excelentes padres y amigos excepcionales.
Con el término"debemos ser" que la sociedad nos impone, el término de
"quien soy" acaba por desvanecerse en muchas ocasiones. Jules Evans, director del Centro de la Historia de las Emociones de la Universidad de Londres, nos explica a través de sus estudios sobre ansiedad y depresión que en este mundo acelerado nos limitamos en muchos casos a improvisar, mientras que nuestras emociones se descontrolan.Perdimos este equilibrio interior y nos alejamos de las raíces que nutren nuestro ser.La calma y el equilibrio interior son dos bienes muy apreciados. No hablamos de espiritualidad, hablamos por encima de todo de salud y bienestar. Porquequien no tiene calma vive en una isla de ruido incesante donde usted será incapaz de tomar decisiones correctas. Por eso la mente inquieta se transforma en nuestra peor enemiga, al punto de llevarnos hasta los caminos de la impotencia, de la falta de control y posiblemente a la deriva de una depresión.Tenemos que tomar el control.La filosofía de los samurais para encontrar la calma
Existe un libro igualmente curioso y enriquecedor llamado "Training the Samurai Mind: El Bushido Sourcebook" del historiador Thomas Cleary. En el libro, él aclara de forma muy ilustrativa las técnicas que todo guerrero pondría en práctica para calmar la mente y conocer mejor a sus adversarios."Las batallas de mañana son vencidas con la práctica de hoy."
-Provérbio Samurai-
Es claro que en nuestro día a día no trabamos batallas físicas.
No tenemos enemigos para matar, sino antagonistas para enfrentar, controlar e incluso derribar.Hablamos sin duda del miedo, del estrés, de las preocupaciones y también,por qué no
, de la presencia o de ciertas actitudes de ciertas personas ante las cuales somos permeables. A continuación proponemos que tenga en cuenta estas estrategias retiradas de Bushido que pueden ayudarnos a encontrar la calma interior.
Cómo encontrar la calma en un mundo acelerado Tenemos que entender que nuestra mejor aliada para encontrar tranquilidad y equilibrio interior es la mente. Pero, a veces, nuestros pensamientos nos hacen cruzar límites inadecuados hasta el punto de neutralizarnos. Necesitamos transformarnos para poder estar al frente de las preocupaciones, nunca atrás, porque de lo contrario nos taparán la visión para siempre. Para ello, tenemos que tener en cuenta los siguientes aspectos: Sea leal a sí mismo.Usted dispone de una serie de valores que le confieren una identidad: defiéndolos.
Sus emociones no lo hacen débil, por lo contrario, deben ser el arma cotidiana para encontrar el aliento, para acomodar sus esencias, sus virtudes, su alma resiliente que ya ha sido versada en batallas anteriores.
Acepte la adversidad.
De la misma forma que los samurais aceptan que tarde o temprano tendrán que dar su vida así como manda el Bushido, tenemos que ser capaces de asumir que la adversidad existe. No se trata en absoluto de "obsesionarnos por la desgracia", sino de asumirla sin miedo para poder aceptar todo lo positivo que la vida nos ofrece cuando menos esperamos. La calma es entrenada.La paz interior se trabaja todos los días y, para ello, nada mejor que encontrar una o dos horas al día para estar en silencio y en equilibrio con nosotros mismos. Medite si desea, pasee si es más agradable para usted, pero permítanse un tiempo para usted y usted ganará en salud.
Trabaje todos los días en su sensación de control.
- Debemos ser capaces de concentrarnos en lo que podemos controlar: usted debe y puede tomar sus propias decisiones, debe y puede poner límites y, sobre todo, debe actuar con asertividad en relación a lo que usted quiere y lo que quiere.Todas estas ideas servirán como estrategias psicológicas bastante adecuadas para avanzar con más coraje en nuestros campos de batalla cotidianos. Porque
- la calma no se encuentra, es CONQUISTADA.