¿Cuál es la relación entre el consumo de drogas y los trastornos mentales?

Después de todo, ¿cuál es la relación entre el consumo de drogas y los trastornos mentales? El consumo de drogas es causa de una gran cantidad de muertes al año en todo el mundo. En 2017, la ONU preparó un informe global sobre el consumo de drogas. En él se constató que el año anterior el número de muertes derivadas del consumo aumentó un 114%.

Los efectos placenteros que ellas producen en el cerebro, secuestrando de alguna forma el sistema de recompensa, llevan a la persona a volverse adicta. Un consumo prolongado puede llegar a provocar deterioro neural que afecta la motivación, las emociones, la cognición y el control ejecutivo. Todo esto, en algunos casos, puede traducirse en el desarrollo de un trastorno mental.

¿Y qué se entiende por trastorno mental? Según la definición clínica del DSM-5, el trastorno mental puede ser entendido como un síndrome caracterizada por una alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, de la regulación emocional y del comportamiento de un individuo que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo subyacentes su función mental.

Las drogas y su relación con la dopamina

La dopamina es un neurotransmisor liberado por el cerebro. Entre todas sus funciones, la más importante para nosotros en muchos momentos es la de recompensa de placer. Es decir, cuando hacemos algo que nos gusta, la dopamina es liberada, lo que genera en nosotros una sensación placentera. De esta forma, nuestro cuerpo tiende a buscar repetidamente esas actividades que "provocan buenas sensaciones" para volver a experimentar esa sensación de plenitud. Tanto la comida como el sexo son elementos que liberan dopamina, así como las drogas.

Todas ellas van a liberar cantidades de dopamina en áreas muy particulares como, por ejemplo, el núcleo accumbens. Este núcleo va a tener una gran participación en el sistema de recompensa cerebral y en la integración de la motivación con la acción. Esta área mantiene fuertes conexiones con el sistema límbico y con el hipocampo. ¿Cómo funcionan las drogas en el cerebro?

Las neuronas son las células del sistema nervioso encargadas de la recepción, gestión y almacenamiento de la información. Entre una neurona y otro existe un espacio denominado espacio sináptico. Este espacio es muy importante ya que en él se liberan los neurotransmisores que posibilitan la comunicación química entre las neuronas. La dopamina se libera y se encuentra en ese espacio sináptico.

Esto implica que

cuando se consume cualquier sustancia susceptible a generar un vicio, los niveles de dopamina en el espacio sináptico aumentan. En este sentido, las drogas pueden aumentar la liberación de dopamina en ese espacio, pero también pueden bloquear parcialmente la recepción, de modo que el resultado es el mismo. Este aumento de los niveles de dopamina en el espacio sináptico provocará efectos placenteros y de euforia. En el fondo, las drogas causan fisiológicamente el mismo efecto que cualquier refuerzo natural, como una conversación cómplice de un gran amigo. El problema es que

la intensidad de su efecto es mucho mayor, de modo que el resto de los refuerzos naturales acaban "siendo insuficientes" después de que experimentamos las sensaciones que la droga nos trae. Ahí está su gran atractivo. Teorías sobre la relación entre el consumo de drogas y los trastornos mentales Algunas hipótesis que han surgido - aún sin muchos estudios que las sostienen - afirman que

un déficit de los niveles de dopamina

- sea de forma natural o por una carencia de refuerzos , de fuentes que generan placer o sensación de bienestar- nos dejaría más predispuestos al consumo de drogas. De esta forma, por no poder liberar dopamina suficiente, la persona podría llegar a abusar de aquellas actividades liberadoras de dopamina para alcanzar los mismos efectos de placer. Sin embargo, no podemos olvidar que, aunque está empezando a generar un buen volumen de investigaciones, esa es una teoría que todavía necesita mucho apoyo empírico que la consolide. Los trastornos mentales Como ya habíamos anunciado al principio del artículo, el consumo de drogas puede ser el desencadenante de un trastorno mental, ya sea transitorio o permanente. El DSM-V habla de la intoxicación por sustancias y de la abstinencia como un trastorno en sí mismo.

Sin embargo, existen otros tipos de trastorno mental inducidos por este tipo de sustancia. Hay algunos que tienen una mayor incidencia que otros, o que aparecen en momentos específicos. Los más característicos son: trastornos psicóticos, bipolares, depresivos y de ansiedad. Todos ellos ocurren no sólo en el momento de intoxicación (los efectos inmediatos de las drogas), pero también durante la abstinencia. Incluso en algunos casos, algunas drogas pueden llegar a generar espectros de esquizofrenia.

En ese sentido, los trastornos psicóticos se caracterizan por una alteración en las funciones cognitivas del cerebro, pudiendo llegar a provocar una pérdida de las capacidades intelectuales. Tales anomalías en los componentes cognitivos son de diferentes tipos.

Cambio en la percepción

Son cambios que afectan a los sentidos. Alucinaciones:

la persona ve un objeto que en realidad no existe (por ejemplo, nave espacial). Ilusiones: el objeto existe de verdad, pero se deforma (por ejemplo, se cree que una determinada persona, real, es el diablo disfrazado).

Parasitosis:

también llamada síndrome de Eckbom. Se imagina que animales como hormigas, por ejemplo, corren por el cuerpo. La angustia que esto provoca lleva a la persona a decisiones drásticas, como sacarlas de cualquier forma (por ejemplo, cuchillos, tijeras, etc.)

  • Cambio en el pensamientoPueden ser divididos en dos tipos:
  • En el curso: pérdida de la atención y de la capacidad asociativa. La persona que presenta esta disfunción como síntoma se caracteriza por una incapacidad de delimitar los estímulos que recibe. Es decir, cuando estamos hablando con una persona, estamos captando diversos estímulos: otras voces, un coche que pasa, las luces de los comercios ...
  • Las personas sin esa alteración son capaces de limitarse a la información que quieren transmitir, una persona con esa alteración no sólo transmitirá lo que quiere decir, pero también introducirá en su discurso las luces de los comercios, el coche que pasa y las voces de otras personas. En el contenido:

ideas delirantes.

Piensan cosas que no son reales, dándoles una naturaleza de realidad.

  • Este pensamiento se encuentra en un marco de la posible realidad (es decir, lo que se piensa puede suceder de verdad, la persona puede estar convencida de que su pareja la engaña y es verdad que esa persona tiene un socio, y que su pareja tiene amigos, pero en realidad no la engaña), pero hay una desorganización del contenido. Es totalmente ilógico. Las drogas provocan efectos nocivos en diferentes planos o niveles de la persona, por lo que sus efectos son tan devastadores. No sólo causan graves daños al estado físico del cuerpo, pero también, como hemos visto, puede provocar graves trastornos o limitaciones mentales.El tratamiento para estas personas debe ser individualizado, de acuerdo con la patología concreta que padezca y atendiendo a las circunstancias sociales, ambientales y psicobiológicas que las llevaron a consumir y mantener el consumo.Referencias bibliográficas
  • Gil-Verona, JA, Pastor, JF, de Paz, F., Barbosa, M., Macías-Fernández, JA, Maniega, MA, Rami-González, L., y Cañizares-Alejos, S. ( 2003). Neurología de la adicción a las drogas de abuso. Revista de Neurología, 36 (4), 361-365. Asociación Americana de Psiquiatría, (2014), Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-V, Washington, DC: EE.UU, American Psichiatry Publishing.