En el texto anterior, "El origen del agotamiento profesional" hablamos sobre la historia del médico Herbert J. Freudenberger. Ahora es hora de entender mejor su descubrimiento a partir de síntomas aparentemente banales: la ansiedad y el cansancio. Es a partir de eso que hablaremos sobre lo que es Burnout.
La romantización del estrés para explicar lo que es Burnout
El mercado de trabajo competitivo, las tecnologías que permiten llevar tareas a casa, la disponibilidad constante que va más allá de la carga horaria habitual, el aumento en los niveles de exigencia interna y externa, todos estos los factores acaban sirviendo como justificación para defender la idea de que es normal sentirse estrés con el trabajo. En el futuro, veremos si esta idea tiene sentido o no. Por el momento, la cuestión importante es el precio que se paga por creer en ella. La ansiedad es quizás el principal producto de las preocupaciones con la actividad profesional y de la disponibilidad de tiempo más allá de la jornada de trabajo (y de la capacidad mental adquirida) para cuestiones relativas al empleo. De la misma manera, el cansancio derivado de jornadas largas o exhaustivas, tanto de manera física y mental, pasa a ser una constante.
Común no es lo mismo que normal Ambas reacciones pueden ser consideradas reflejos naturales de un trabajo pesado, lo que es común. Sin embargo, si vivimos una época que entiende el cansancio y la ansiedad siempre de esa forma, ¿cómo saber cuándo superaron algún tipo de límite?
Los hábitos modernos y las nuevas tecnologías crearon una gran zona gris donde antes había una línea clara, que separaba en blanco y negro el lado personal del lado profesional. Tal vez éste sea el gran misterio, y también el punto clave. Hacer esta separación puede ser la misma que encontrar las respuestas (o nuevas preguntas).
Trabajar cansancio, es obvio, tanto como los problemas causan preocupación. Pero lo que se percibe en los relatos y casos es que la contaminación de los reflejos del trabajo en la vida personal es el gran indicativo de que algo más serio puede estar en camino.
La ansiedad sin fin puede llevar a cambios repentinos de humor, trastornos del sueño e intolerancia. El precio cobrado por un cansancio constante es la sensación de agotamiento, el robo de la energía para tareas diarias o incluso para los momentos de ocio. Juntos, todos estos efectos acaban causando falta de concentración y lapsos de memoria, pudiendo llevar a la caída de la productividad. En el caso, la suprema ironía: la consecuencia se torna causa -
la preocupación con el trabajo lleva al bajo rendimiento en el trabajo. Estos son los principales síntomas del Burnout, trastorno psíquico cuya principal característica es el estado de tensión emocional y estrés crónico que pueden llevar a la persona al agotamiento completo.
Un gran peligro es que
muchas veces el propio afectado es el último en percibir la situación crítica en que se encuentra , y no raro rehusa en buscar o aceptar apoyo. Ahora que ya sabes lo que es Burnout, preguntamos: ¿conoces o conoces a alguien que pasó por algo similar? ¿Hay alguien en su ambiente de trabajo pasando por eso ahora?
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