Dicen que los ojos son "el espejo del alma", pero también hay otra parte del cuerpo que es tan importante como la anterior y que tiene la virtud de reflejar todo lo que sucede en nuestro interior. Estamos hablando de la piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, un envoltorio que nos defiende del exterior y que está íntimamente ligado a nuestro sistema nervioso y al funcionamiento del resto de nuestros órganos. Ella nos denuncia, es nuestra frontera externa, y con ella nos ligamos a nuestro ambiente.
La piel es la superficie que refleja todos los órganos internos, los signos estéticos que se manifiestan en ella revelan informaciones para el diagnóstico de enfermedades físicas y psicológicas. "La piel no es sólo un adorno estético: es también el reflejo de nuestro estado de salud, de lo que está sucediendo dentro de nuestro organismo." - Aurora Guerra - Jefe de Dermatología del Hospital 12 de Octubre (Madrid).
La piel como órgano de expresión Los trastornos encuentran en la epidermis su principal forma de expresión.
Gran parte de las reacciones cutáneas - como el sudor excesivo, la palidez, la ruborización, entre otros - delatan ansiedad, estrés, miedos y tensiones.
Desde el punto de vista psicosomático, la epidermis se vuelve opaca en situaciones de tristeza o decepción;estudios muestran que el 80% de las enfermedades de la piel tienen origen psicológico
. Además de sus causas físicas o químicas, los dermatólogos asocian las lesiones cutáneas con un déficit de externalización emocional. A continuación se indican los factores psicológicos relacionados con la expresión cutánea de las siguientes enfermedades:La urticaria se relaciona con la depresión
y se observa en una lesión cutánea una exteriorización emocional de abandono e irritación con la vida.
- La psoriasis manifiesta desilusión, la epidermis que se descama de forma progresiva expresa dolor y se recubre de escamas como un escudo.
- El acné tardío indica situaciones de cansancio y estrés. La picazón delata ansiedad y angustia.
- La alopecia, en muchos casos, responde al duelo oa una grave pérdida emocional.
- La apariencia de nuestra piel es a menudo el espejo de nuestra salud física y emocional.
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Piel, el órgano que refleja las emocionesLa piel también habla a través de síntomas, que son como precursores de la enfermedad. Los síntomas nos dicen que algo está mal en nuestro cuerpo, tanto por la naturaleza del síntoma y por los efectos y los cambios implicados.
La piel funciona como un escudo protector contra un mundo al que estamos expuestos de forma continua;
es nuestro sistema de alarma. "detrás de los síntomas está la enfermedad."- Manuel Barroso-
Desde el punto de vista emocional, la piel se relaciona con la valorización de sí mismo frente al exterior, representa la imagen que el ser humano tiene de sí mismo.
Ayuda a establecer contacto con otras personas, pero también puede ser un medio de aislamiento, por ejemplo, mediante la vergüenza y su color rojizo característico que en tantas ocasiones nos paralizó o perjudicó. La piel evalúa nuestras interacciones con el ambiente y con los demás, reflejando instantáneamente nuestras emociones. En situaciones de cólera, la piel se vuelve roja; en circunstancias de angustia, ella se pone pálida; en ocasiones de miedo, produce un exceso de transpiración.
Es evidente la función protectora de la piel, pero ella tampoco deja de tener su calidad sensitiva, nos reviste con un traje a medida que refleja cómo nos sentimos por dentro en cada momento. "A pesar de pasar tantos años viviendo dentro de nuestros cuerpos, cuando algo falla tenemos la impresión de estar viviendo dentro de un completo extraño."
-Deb Shapiro-
Conservar una actitud vital positiva, aprender a reducir la ansiedad y eliminar el exceso de estrés son estrategias innegociables para mejorar la salud de nuestra piel. Escucha nuestras emociones, reconociéndolas en vez de negándolas, y aprender a administrarlas mejora nuestro bienestar e incide directamente en el aspecto de nuestra piel.