Es difícil negar que la atracción física y el amor a primera vista son dos factores importantes a la hora de encontrar un socio. Sin embargo, se trata de un inicio donde puede prevalecer la pasión momentánea, intensa, pero fugaz, que rara vez encuentra una estabilidad. Encontrar el par perfecto y ser correspondido es una aspiración que muchas personas tienen, pero para conseguir, primero es importante tener claro algunos aspectos fundamentales sobre nosotros mismos. ¿Qué más valoras en una persona? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cuáles son sus límites?
Puede ser que el par perfecto no exista como tal, sino esa persona capaz de traer felicidad y seguridad, un compañero con cualidades y valores apropiados para usted. Esa persona cuyas diferencias no son más que pequeños desniveles donde encajar sus propias piezas para formar el rompecabezas perfecto. Vamos a ver.
La necesidad de conocerse
A la hora de encontrar el par perfecto es siempre necesario hacer un ejercicio de autoconocimiento. Valorar nuestra experiencia de vida y las antiguas relaciones compartidas nos hará entender lo que más apreciamos en un socio. Tenemos que pensar en lo que necesitamos y en lo que jamás podríamos aceptar. ¿Aceptarías a una persona celosa? Usted es de aquellos que valora la independencia y quiere tener su propio espacio? Usted es una persona indecisa y está buscando a alguien que le dé seguridad? ¿O usted es una persona controladora que encajaría mejor con alguien más comprensivo? Todos estos son aspectos que debemos tener en cuenta.
A veces, podemos vernos iniciando relaciones en que lentamente van apareciendo situaciones que nos contrarían o lastiman.Es verdad que a veces la atracción aparece sin que podamos controlarla, pero es esencial conocer nuestros límites y saber hasta dónde podemos permitir, ceder o aceptar.
¿Qué cualidades tiene el par perfecto?
Comunicación: una buena comunicación es esencial para mantener una relación estable. Es fundamental poder expresar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y necesidades, establecer una escucha activa con el otro para ser comprendido. Es una manera eficaz de superar cualquier conflicto.
Compromiso: encontrar una persona que nos asegure de su compromiso con nosotros y con la relación es esencial para sentirnos seguros y confiar en lo que está siendo vivido. La fidelidad, la confianza, ver que hay un compromiso emocional con nosotros y que somos el centro de su interés y de sus proyectos futuros, es fundamental para sentirnos bien y ser felices.
Afinidad: compartir intereses y gustos similares es un valor muy efectivo para hacer de nuestra relación algo vivo, donde podemos encontrar complicidad, placer y unión. No se trata de compartir el 100% de las mismas cosas, hay también la dimensión enriquecedora de aprender mutuamente entre sí. Dejar que nuestro socio nos enseñe y enseñarle nuestras preocupaciones, nuestros gustos y placeres, son construcciones que sentar los pilares de una relación eficiente con la que encontrar estabilidad.
Para concluir, es verdad que "el socio ideal" no existe; todos nosotros somos personas con virtudes, pero también con defectos, aunque hay cualidades básicas, como buena comunicación, empatía, compromiso y afinidad, todos los días podemos ir construyendo esa relación perfecta con la persona amada.