No podemos decir que soñar es tan importante como respirar, pero una persona que no cree en nada, que no tiene anhelos, metas y objetivos, tiene un grave problema en su vida y debería tomar providencias inmediatamente.
Nunca debemos dar la espalda al acto de soñar. Y yo no me refiero a los mundos oníricos que creamos mientras dormimos. Cuando hablamos de sueños, estamos enfocando en lo que deseamos con todas nuestras fuerzas y, en la vida, esas son las metas y los objetivos por los que no podemos dejar de trabajar hasta que se realicen.
Soñar hace que la vida valga la pena
Una persona que ha perdido toda su capacidad de soñar es un ser que no tiene metas o objetivos para alcanzar. Esto es, tendrá serios problemas para encontrar motivos para seguir adelante, pues nuestros deseos y la voluntad para realizarlos son un motor muy potente que nos da el foco y la fuerza para seguir adelante.
La vida sin un fin es vacía y sin sentido. En todo momento, un ser humano debe establecer metas y sueños realizables, para encontrar razones que permitan hacer valer su paso por el mundo y que pueda hacer que una experiencia maravillosa.
El interesante de la vida es ir poco a poco realizando nuestros sueños. Tener siempre grandes objetivos cuyo camino hasta alcanzarlos está trazado con pequeñas metas es indispensable para ser feliz y tener motivación.
No vale todo para alcanzar un sueño
Pues bien, tenemos que pensar que no vale todo para hacer realidad nuestros objetivos de vida. Nunca debemos confundir la libertad con el libertinaje o con la banal interpretación de que el fin justifica los medios. Esto es sólo falacia.
Debemos ser siempre muy realistas para hacer realidad nuestros sueños. Puede parecer una contradicción, pero seguramente no es, y voy a mostrar a continuación.
Si tus sueños son imposibles de realizar, nunca vas a verlos realizados. Usted no debe ser etéreo o excesivamente ambicioso, de lo contrario sólo encontrará incomprensión y frustración por no ser capaz de alcanzar sus objetivos.
Si piensa que soñar es pensar en imposibilidades, también está equivocado. No hay motivo para que su objetivo sea algo inalcanzable. En realidad, usted tampoco debe esperar que va a alcanzar sus metas de un día para el otro. Para evitar que se frustrar, trace el camino hacia su sueño con pequeñas recompensas a lo largo del trazado. Conquistas más humildes y accesibles, al ser superadas, dan fuerzas para seguir adelante convencido de que usted puede conseguir lo que propone.
El acto de soñar necesita un buen cimiento
Un factor muy importante para realizar sus sueños es que tengan una buena base. Lo que es realizable, que usted se imagina y que puede ver realizado algún día, pero falta un cimiento fuerte y poderoso.
Las bases para hacer realidad tus sueños son exclusivamente en ti. Usted es la persona que debe creer en sus posibilidades. Usted es que debe trabajar para alcanzar aquello que anhela con toda su fuerza. Usted tiene que poner todas las cartas en la mesa para conquistar su objetivo final.
La vida es un sueño
Finalmente, si no somos capaces de soñar, de hacer lo que esté a nuestro alcance para ser felices, alcanzando metas y superando objetivos, la vida pierde buena parte de su sentido. Para poder vivir, para sentirse pleno, para encontrar la felicidad, usted debe definir metas que pueda cumplir y que le permitan seguir adelante. Soñar nos hace avanzar, buscar lo mejor de nosotros mismos para intentar ser mejores cada día. Nunca debemos robar el sentido de la vida. Y soñar nos hace libres, nos permite ser quienes somos de verdad.
Sólo cuando tenemos objetivos claros y concisos, y la voluntad incontrolable de hacerlos realidad, somos capaces de ser personas completas. Entonces, nunca deje de soñar , porque una persona sin metas o objetivos no tendrá la motivación necesaria para seguir adelante ....