Como el propio nombre indica, en términos simples, el apego tiene que ver con cuánto nos "agarramos" o cuánto "dejamos fluir" nuestras relaciones. El apego se forma durante los dos primeros años de vida y establece nuestra forma de relacionarnos con el resto de nuestras vidas. Conocer los patrones de apego nos permite reconocerlo en nosotros mismos y en los demás. De esta forma, podríamos tener una mayor comprensión y control sobre nuestro comportamiento en el mundo de las relaciones.
Patrones de apego infantil El apego se realiza a través de la relación entre el niño con al menos un cuidador
, permitiendo que ella tenga un desarrollo social y emocional normal. De acuerdo con la manera como los padres o cuidadores responden a las necesidades físicas y emocionales del niño, se formarán diferentes patrones de apego:
Apego seguro:La situación ideal donde el niño es cuidada por un adulto sensible que atiende a sus necesidades, sea de alimentación, de afecto, de celo en el dolor, etc. A partir de dos años, aproximadamente, el adulto se convierte en una base segura para que el niño explore el mundo y se haga más independiente.
- Apego de esquiva: Si el niño es cuidada por adultos insensibles a sus necesidades físicas y emocionales, aprende a no esperar cuidado y atención. Por lo tanto, se vuelve poco expresiva de sus emociones cuando es adulta y entiende que debe cuidar de sí misma.
- Apego ambivalente / ansioso: Algunas personas son inconsistentes en la forma de responder a las necesidades del niño. A veces, son sensibles y amorosas y, a veces, insensibles o incluso abusivas. Esto crea incertidumbre y confusión en el niño, que no sabe qué esperar de sus cuidadores, esto va desde la desconfianza hasta la dependencia excesiva.
- Apego desorganizado o desorientado: ocurre cuando los padres o cuidadores son físicamente y / o emocionalmente abusivos. Este escenario infeliz genera una relación de amor y odio, donde la fuente de seguridad se convierte en una amenaza. En este caso, los niños se disocian de su realidad y de sus emociones, para intentar sobrevivir en un ambiente tan hostil.
- Estos patrones de apego dejan una huella profunda sobre la psique , por lo tanto, el patrón predominante de apego en la primera infancia determinará la calidad de las relaciones en la vida adulta.
Patrones de apego adultoPersonalidad segura:
Aquellos que han tenido un apego seguro en la infancia crecen sintiéndose confiados y desarrollando relaciones profundas y saludables. Ellos se sienten bien, ya sea solos o acompañados.
- Personalidad ausente: Corresponde al apego infantil de esquiva. Estas personas son generalmente solitarias y tienden a dar poca importancia a las relaciones y emociones. Además, ellas reprimen sus emociones y son muy racionales. Frente al estrés y el conflicto reaccionan evitando la situación.
- Personalidad preocupada: Esta es desarrollada a partir del tipo de apego infantil ambivalente / ansioso. Como adultos, ellos son autocríticos e inseguros; constantemente buscan la aprobación y la validación de otros, se comportan de forma dependiente con sus socios.
- Personalidad de esquiva / miedo: Esto está enraizado en el apego infantil desorganizado. Desde muy temprano el niño aprendió a disociarse como un mecanismo de defensa contra el trauma. Cuando adultos, ellos quieren establecer relaciones, pero una vez que logran una mayor intimidad con alguien, reviven el trauma que sufrieron y el miedo a la intimidad, por miedo a ser heridos.
- Los primeros años de la infancia son una etapa crucial donde la base determinará la sensación de felicidad o de infelicidad para el resto de la vida. Entonces, en última instancia, para ir más allá de los clichés, no es la educación ni la riqueza, o la inteligencia y la belleza que realmente importan, sino el amor que recibimos y que somos capaces de dar, dependiendo de nuestro estilo de apego. En conclusión, podríamos decir que, en última instancia, no ser ni demasiado "pegajosos" ni muy "desconectados" es la clave para mantener relaciones saludables.