Nunca se canse de repetir: acumular juventud es un arte, un regalo.Es el poder de arrancar las hojas del calendario con fuerza y agarrar todos los días un conjunto de motivos para mantener un espíritu joven.
La juventud acumulada es lo que le hace ver la vida de una forma ardiente, pero sin prisa, oscilando en nuestras preferencias y sintiendo falta de habilidades pasadas, cuando al mismo tiempo sentimos las cosas mucho más claras.
Con la edad, no ganamos sólo un rostro arrugado, sino también la capacidad de ser fuerte y resistente, así como la nobleza de quien contempla el día a día y sus acontecimientos con la madurez reflejada en las marcas de las sonrisas que acumulamos.No se lamente por envejecer, ese es un privilegio negado a muchos
Envejecer acumulando juventud es una gran conquista,
pues implica aprender a resguardar nuestra identidad y besar nuestras derrotas con integridad. A su vez, acumular juventud significa construir todos los caminos y enmarcar los rastros de los terrenos que habíamos comprado para construir el jardín de nuestro castillo.Dado que lo que se aprende en la juventud dura toda la vida, acumularla significa conocer mejor las alternativas para resolver nuestros problemas, ponernos en el lugar de los demás o ser más flexibles para adaptarse a los cambios.
La juventud acumulada te hace resistente a los dolores del pasado y te deja disfrutar del futuro, adornando el tiempo para crearlo de la mejor manera posible.
CompartirNo podemos lamentarnos por hacer cumpleaños, eso es una locura. ¿Por qué ignorar el hecho de tener la oportunidad de vivir?
CUANTOS AÑOS TENGO?
Tengo la edad en que las cosas son vistas con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños empiezan a acariciarse con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces, es una llama intensa, ansiosa por consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras veces es una resaca de paz, como el atardecer en una playa.
¿Cuántos años tengo? No necesito un número para marcar, pues mis anhelos alcanzados, las lágrimas que derramé por el camino al ver mis ilusiones despedazadas ...
Valen mucho más que eso.
¿Qué importa si hago veinte, cuarenta o sesenta?Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años necesarios para vivir libre y sin miedos.Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Cuántos años tengo? ¿A quién importa?Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y lo que siento. La juventud (acumulada o no) no tiene edad, pero es un instante que pasa muy rápido.
Por eso debemos aprovecharla sin la necesidad de vivir en un pulso de desafíos constantes. Con el tiempo, aprendemos que la tolerancia es la mejor religión y que no podemos escribir nuestra historia dos veces, por eso debemos pensar en las cosas antes de escribirlas, si no queremos tener rastros.La cobardía de no crear nuestro propio mapa nos envejece más que cometer errores.
Pensar en el presente y en el pasado es acumular juventud y, con ella, la vida y la tranquilidad de quien sabe que aprendió. Por eso, a veces los años se convierten en el bálsamo para los dolores del alma, dolores que llevan años para asumir y que tenemos que curar para no destruirlos.
CompartirGracias a la madurez que implica la juventud acumulada,
sabemos que lo que realmente nos hace familia es la lealtad
y que la distancia sólo impide los abrazos físicos, pero no los psicológicos.Porque cuando usted acumula juventud, aprende a disfrutar de otros placeres, aquellos que realmente importan, como estar al lado de las personas que amamos, simplemente aprovechando su compañía.
CompartirEsto es, aprendemos a apreciar los pequeños detalles ya contemplar con paciencia nuestra caminata, pues sabemos que si acumulamos juventud, acumularemos vida. Entonces, no importa si vamos a acabar con los cabellos blancos y arrugas, lo que realmente importa es crecer cada día.