El pequeño príncipe es considerado una obra maestra, ya que es capaz de sorprender y de captar la atención de cualquier persona, desde niños hasta adultos, sin importar la edad.
Su belleza viene de las lecciones profundas, que están marcadas por un lenguaje simple. Está lleno de palabras que evocan maravillosas imágenes, cargadas de sensibilidad y ternura. El autor escribe esta obra directamente con el corazón, y por eso fue capaz de llegar a tantos corazones alrededor del mundo a través de sus palabras. Estas cinco lecciones que compartimos a continuación tienen el valor de cambiar nuestras vidas si somos capaces de integrarlas a nuestros pensamientos: 1. El esencial es invisible a los ojos. Esta es una de las reflexiones más conocidas del libro, de inmediato al escuchar, o la lee ya sabemos la fuente. En un mundo como el que vivimos ella tiene aún más sentido, ya que nos encontramos superficialmente unidos al materialismo, a la competitividad ya las apariencias."Lo esencial es invisible a los ojos" nos recuerda que somos mucho más que ese mundo de apariencias.Porque las cosas más importantes son las que no se pueden ver, son las que sólo podemos sentir, como el amor, la bondad, la generosidad y la amistad.
2. Conozca a sí mismo y podrá comprender a los demás mejor
Dedicar al propio autoconocimiento, dedicarse a sí mismo, siempre es más complicado que juzgar a los demás
. El fácil es quejarse de cómo es el mundo y cómo quisiéramos que fuera, pero qué estás haciendo para contribuir a crear un mundo mejor? En el momento en que tomamos conciencia de quiénes somos y nos comprometemos a ser personas mejores cada día, realmente estamos preparados para ayudar y compartir nuestro amor con cada uno de los seres que fueron parte de lo que somos. No hay buenos o malos, hay personas que hacen lo que pueden, de la mejor manera que pueden de lo que tienen disponible y de lo que recibieron. Una persona no puede dar lo que no tiene, por eso es importante siempre cultivar el amor. "Es mucho más difícil juzgar a sí mismo que juzgar a los demás. Si usted puede juzgarse bien a usted mismo, usted es un verdadero sabio. "
Compartir 3. Amor no es mirar el uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección
El amor es algo de dos personas
, es una unión especial, y pierde sentido y fuerza cuando no hay reciprocidad. El amor se va construyendo mediante una colaboración: en el momento en que una persona se aleja, es la otra que soporta todo el peso y así acaba destruyéndose.
Para que ambas personas caminen en la misma dirección, con la fuerza del amor como guía, es necesario compartir proyectos de vida . El hecho de compartir alegrías, experiencias e intereses comunes da sustento y vitalidad a dos almas que comparten un viaje extraordinario. 4. Mantenga la imaginación y la esperanza a pesar de las malas experiencias. Conforme vamos acumulando experiencias, vamos aumentando nuestra capa de desconfianza. Perdimos la frescura que nos da la inocencia: observar, explorar y experimentar lo nuevo que cada día nos ofrece. Nos quedamos sin experimentar lo extraordinario que hay en todo lo que pasa. Es inevitable que sintamos el dolor y que pasemos por la angustia de situaciones difíciles.Esto es parte de nuestro crecimiento, así como lo es mantener algunas ilusiones diarias para poder seguir dando sentido a la vida ya todas las cosas que nos ocurren. Y ese sentido acaba escapando de la razón, ya que está impregnado por nuestros diversos sentimientos.
"Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solo, y es muy aburrido para los niños tener que darles explicaciones varias veces."Compartir
5. Atreva a conocer a las personas en su esencia Muchas veces no lo fijamos mucho en las apariciones de lo que tenemos y muy poco en lo que somos. Aventurarse a conocer a alguien en profundidad es la forma de encontrar su verdadera esencia, su belleza más real.
Hacemos un juicio externo, quedamos presos en el prejuicio, y no damos la oportunidad de saber nada de la otra persona sin que ese conocimiento ya esté condicionado. Sólo podemos llegar al amor si nos permitimos conocer y comprender a los demás de una forma verdadera. "Los adultos les gusta mucho de cifras. Cuando ellos conocen a un nuevo amigo, jamás preguntarán lo esencial de él. Nunca preguntan: ¿Qué sonido tiene su voz? ¿Qué juegos usted prefiere? ¿Usted tiene gusto de coleccionar las mariposas? Pero preguntan siempre: ¿Qué edad tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana a su padre? Sólo con esos detalles ellos creen que conocen a alguien ".Compartir