Y su caminar esperanzado, al mismo tiempo que con el corazón quebrado, no dudaba en seguir adelante a pesar de los mil no y de los mil rechazos que ya recogía en su pasado reciente. Y con millones de lágrimas, iba regando sus huellas, marchitándole el poco que quedaba de voluntad y jurando que nunca más perseguía sus pasos. Y sus cautivos de dolor se arrastraban entre el lodo de pensamientos rumiantes dejando cualquier presentimiento de lo que en su día llamó alegremente de dignidad. Y a pesar de las infinitas promesas hechas a amigos, familiares ya sí mismo, nuevamente rogaba. No le importaban los resultados que le arrastrar, siempre volvía a suplicar. Siempre que despertaba el signo de la angustia de dentro de sí, éste gritaba dominando su capacidad de control y dejándose llevar por los designios de la desesperanza. Y su autoestima hundida y aplastada se escondía inmersa en el lodo más oscura y profundo, abandonando a la persona que una vez lo acompañó. Deslocada por la melancolía de los recuerdos del amor quebrado y perdido, de la fidelidad eterna y de proyectos futuros quebrados.
Y miró hacia atrás y pensó: ¿Qué podría haber hecho para no llegar hasta allí? Y lloró ... "
Esta historia te hizo reflexionar?
¿Quién no sufrió o fue testigo del término de una relación?
¿Y de las que usted vivió o fue testigo, cuántos se dejaron llevar por la frustración de la derrota? ¿Cuántos lucharon contra un "no" claro, contra el inevitable fin con la esperanza de arreglar todo y volver al punto de reanudación? ¿Qué se puede hacer para no llegar hasta aquí?
Es verdad que, en muchos casos, un "no" puede tener reparación; otros "no" son para siempre, pero en algunos casos podemos recibir un "no" presionado por nuestra angustia, falta de control y por querer tener una respuesta engatillada, cuando la persona puede necesitar sólo un tiempo para respirar. Sucede que, a veces, esa presión es la que empuja al otro a tomar la decisión final del "no".
Los conflictos de pareja, como cualquier conflicto de este mundo de humanos, pueden tener solución.
Activar la solución requiere compromiso y voluntad, requiere querer y hacer, ceder y comprender. Una ruptura puede ser la salida de uno de los miembros de la pareja a una situación que, desde su punto de vista, es insoportable. Incluso en muchos casos,
puede ser más un respiradero de oxígeno que un abandono real. La cuestión es que normalmente hay una parte activa y otra pasiva, es decir, una parte quiere tal separación y activa todas las medidas para que ésta ocurra, y una parte pasiva no lo quiere, ni lo desea.
El hecho de ser la parte activa de la decisión no significa que se sufre menos, y tampoco significa que la parte pasiva es quien tiene la culpa de tal separación.
Cuando se habla de un término y éste no tiene que ver con terceras personas, es necesario hacer una autocrítica
, aunque sea difícil, porque a pesar de haber intentado hacer bien las cosas, posiblemente en muchos casos, usted se equivocó, juzgó y juzgó provocó sin querer situaciones insostenibles. ¿Qué hacer ante una crisis en la relación? Hay muchos consejos que podemos seguir para que estas situaciones no lleguen a un punto sin retorno como:
- No imponer y sí dialogar
, llegar a un consenso. Dejar de luchar para ver quién tiene razón, sino explicar sus motivos o lógica. Fir más en el presente y no recordar los conflictos ya pasados, mucho menos usarlos como ejemplo.- Entender que es normal no estar de acuerdo con algo
, mirándolo más como un desafío para encontrar puntos en común que como un conflicto.
- Alentar a su compañero con detalles por los esfuerzos que hace para mejorar la relación o la convivencia.
Los pequeños detalles, un beso, un abrazo, una caricia, un cariño, una sonrisa o un momento de atención pueden llegar a ser más importantes y más potentes que las grandes acciones.- Si usted es criticar algo que no le gusta,
mejor hablar de la conducta que de la persona, es decir, mostrar lo que ella hizo que no le agradó más que usar censuras o calificaciones despectivas personales. El respeto es esencial para la buena convivencia.
- Ante situaciones difíciles, alejarse y tomar la decisión previamente y de forma dialogada, pensando durante un buen tiempo y buscando formas de solución creativas para el problema. Cuando estén más relajados, tratar de dialogar y comprender de una forma más reflejada y paciente
, ambos cediendo para que los dos ganen. - Esforzarse para escuchar, mirando en los ojos, buscando entender su mundo, sus vicisitudes, sus inquietudes y sus miedos.
- Buscar actividades en común y retomar aquel tiempo compartido que era placentero para ambos. Aceptar el dinamismo de la relación sin intentar ser una copia del inicio de la misma.- Confiar y también dar un tiempo propio para el compañero
, no ahogarlo con llamadas o mensajes y respetar su propio espacio. La libertad es la semilla del amor verdadero.- Y sobre todo,
dedique un tiempo a sí mismo , en que no esté su compañero, donde usted recuerde quién es y por qué un día esa persona se enamoró de usted. amarte a ti mismo!
Albert Einstein dijo:"La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma"
El amor también!