Es difícil pensar en eso, pero los años pasan a todos. En algún momento de nuestras vidas llegaremos en esa fase tan incomprendida por quien aún no llegó en ella: estoy hablando de la vejez. Pensando en eso, una pregunta aparece en la línea del horizonte: la vejez es igual para todos? La verdad no. En esta última fase del recorrido de la vida, cada uno de nosotros sigue siendo diferente y único. Es por eso que se diferencia el envejecimiento activo del pasivo.
Las diferencias que van mucho más allá de los dolores físicos; también encontramos diferencias, por ejemplo, en las emociones que predominan en esa fase. El caso es que el nivel de actividad que la persona mantiene influye en todas las dimensiones que condicionan su estado. Seguir leyendo para descubrir la importancia de mantener un envejecimiento activo en favor de nuestro bienestar!
"Cuando me dicen que soy muy viejo para hacer una cosa, intento hacerlo inmediatamente."
-Pablo Picasso-
El estado psicológico influye en la longevidad y la calidad de vida
En los últimos siglos hemos mejorado notablemente nuestra higiene y la higiene nuestro cuidado personal. Acumulamos más conocimientos sobre las enfermedades y sobre las formas de tratamiento. Se defiende la seguridad en los más diferentes ámbitos de la vida. Todo esto tiene un resultado obvio: cada vez hay más personas que viven por más tiempo.
Pero no sólo las mejoras en nuestra salud física influencian, las mejoras en la salud mental también lo hacen. Aunque tradicionalmente el estado psicológico de las personas ha sido relegado a un segundo plano, dejando las cuestiones físicas en primer lugar, esto ha comenzado a cambiar. De tal manera que el estado psicológico se ha convertido en un factor fundamental en los estudios sobre el envejecimiento realizados actualmente. "Todos queremos llegar a la vejez, pero todos negamos haber llegado."
-Quevedo-
Así, por ejemplo, se descubrió que la capacidad cognitiva, el valor que nosotros mismos damos a nuestra propia salud, el hecho de sentirnos útiles y de participar de actividades diariamente, son los mejores factores que indican la longevidad. ¿Qué muestra?
La importancia del envejecimiento activo para nuestra calidad de vida. ¿Qué significa el envejecimiento activo?
El envejecimiento activo tiene como consecuencia e implica la participación social de las personas mayores, así como continuar buscando y descubriendo nuevas experiencias que promuevan el aprendizaje y sean placenteras. También implica el desarrollo individual, la autorrealización y el bienestar a lo largo de los años. Es decir,
tiene como objetivo el envejecimiento exitoso de las personas, de manera que los "dolores" perjudiquen su bienestar lo menos posible. Para ello, es necesario tener en cuenta la edad de la persona, su salud física, su salud psicológica, su eficacia cognitiva, su competencia social, su productividad, su autocontrol personal y su satisfacción en la vida en general.
Estar bien en relación a estos componentes es un estado que puede ser alcanzado al trabajar tres áreas básicas: evitando enfermedades y deficiencias, manteniendo elevadas funciones cognitivas y físicas y fomentando el compromiso con la vida que tendremos cuando llegamos a la vejez. "Una bella vejez es, comúnmente, la recompensa de una bella vida."-Pitágoras- ¿Qué favorece el envejecimiento activo?
Nuestra manera de actuar, de pensar y de sentir influencian nuestra salud, nuestra participación social y nuestra seguridad en la vejez.
Es decir, desempeñan un papel en el que tendremos un envejecimiento activo. Así, nuestro estilo de vida tiene un gran peso en el condicionamiento de nuestra salud.
Por ejemplo, la frecuencia con que realizamos tareas mentales es un factor protector de la salud mental. Por lo tanto, es recomendable hacer actividades como palabras cruzadas, sudoku o jugar ajedrez para evitar el compromiso cognitivo asociado a las demencias. Pero, además de ejercitar la memoria, la atención o la concentración, hay más cosas que deben ser consideradas.
También es relevante en el envejecimiento activo que la persona se siente competente en su día a día dentro de lo posible.
Sentirse capaz de seguir controlando su propia vida o sus condiciones de salud ayudará a la persona a reforzar su autoestima y su bienestar. Por último, se descubrió que el hecho de conseguir recuperarse o no de una enfermedad es influenciado por la manera como la persona enfrenta las situaciones de estrés creadas. En ese sentido, evitar esas situaciones no nos ayudará en nada. Por otro lado, si la enfrentamos de manera activa, tendremos un bagaje más grande para vivir ... ¡Promueva el envejecimiento activo!