Amnesia anterógrada: la incapacidad de aprender

Recordar un número de teléfono cuando no tenemos la agenda en las manos, reconocer a una persona conocida en la calle y saber su nombre, recordar a dónde fuimos en las vacaciones del año pasado ... Todas estas funciones se atribuyen a un proceso psicológico básico, importante: la memoria. Sin embargo, cuando la capacidad de recordar las cosas del pasado está dañada o cuando no somos capaces de aprender algo nuevo, puede que nuestra memoria esté dañada y seamos víctimas de la amnesia anterógrada. Vamos a profundizar más en este asunto.

Actualmente, el papel de la memoria también es importante debido al tiempo que ahorramos cuando está en buen funcionamiento. Así, las personas con "una buena memoria" son capaces de resolver un problema de manera más rápida si ya resolvieron el mismo problema antes, es decir, si ya han practicado el procedimiento necesario para llegar a la solución.

Vale decir lo mismo en cuanto a recordar habilidades como nadar, teclear con desenvoltura en un teclado o andar en bicicleta. Estas son habilidades que, una vez aprendidas, ya no se olvidan cuando dejamos de practicarlas por largos períodos de tiempo. Tal vez se "oxiden" debido a la falta de práctica, pero en poco tiempo es posible recuperar el nivel de rendimiento anterior.

Vista de ese ángulo, la memoria humana parece ser responsable del funcionamiento de tareas muy diferentes. Sin embargo, este funcionamiento no siempre se realiza de manera satisfactoria. Algunos fracasos, como no recordar donde dejamos las llaves de casa, no parecen ser muy graves. En otras situaciones, el fracaso puede parecer preocupante, como cuando no podemos recordar con quién acabamos de conversar.

¿Qué entendemos por memoria?

La memoria es la capacidad que poseemos de aprender, organizar y fijar eventos de nuestro pasado y está íntimamente ligada a otro proceso psicológico básico: la atención. A través de la memoria somos capaces de guardar datos a través de mecanismos bastante complejos que se realizan en tres etapas: codificación, almacenamiento y evocación. La presencia de amnesia impide que esta capacidad se desarrolle adecuadamente.

Podemos definir la memoria como el proceso psicológico que sirve para codificar la información, almacenarla en nuestro cerebro y recuperarla cuando la persona lo necesite. Lo más importante es que esa información adquirida a través del aprendizaje pueda ser recuperada cuando sea necesaria, a veces con gran rapidez y precisión y en otras con gran dificultad.

Los estudios realizados en el ámbito de la psicología cognitiva de la memoria y de la neurociencia cognitiva de la memoria indican que existen diferentes sistemas de memoria en el cerebro humano: cada uno con sus características, sus funciones y sus procesos. La memoria es el proceso psicológico que sirve para codificar la información, almacenarla en nuestro cerebro y recuperarla cuando la persona lo necesite.

CompartirLa incapacidad de acceder a los recuerdos o de aprender algo nuevo

La amnesia es identificada como un síntoma cuando se comprueba que alguien ha perdido o tiene dificultades con la memoria.

La persona que presenta este síntoma no es capaz de almacenar o de recuperar información previamente registrada, ya sea por motivos orgánicos o funcionales. La amnesia orgánica está relacionada con algún tipo de lesión en un área cerebral, que puede ser causada por enfermedades, traumas o por el abuso de ciertas drogas. La amnesia funcional, en contrapartida, surge por factores psicológicos, como un mecanismo de defensa (por ejemplo, la amnesia histérica postraumática).También existen casos de amnesia espontánea, como la amnesia transitoria global (TGA, siglas en inglés). Este trastorno es más frecuente en hombres mayores y suele durar menos de veinte horas.

Otro tipo de clasificación es aquella que divide la amnesia en dos en función de los recuerdos que la persona no puede recuperar o formar. Así,

hablamos que una persona tiene amnesia anterógrada cuando ella es incapaz de formar nuevos recuerdos.

Por otro lado, hablamos que una persona tiene amnesia retrógrada cuando ella no puede recuperar recuerdos que antes conseguía. La persona con amnesia anterógrada puede recordar los hechos ocurridos en la juventud o en la infancia, pero es incapaz de aprender y recordar los hechos ocurridos a partir del momento en que ocurrió la lesión que provocó la amnesia. El síndrome de Korsakoff De las amnesias orgánicas, el síndrome de Korsakoff es uno de los cuadros clínicos más encontrados; de hecho, forma parte de sus criterios de diagnóstico y es uno de los síntomas más evidentes e incapacitantes. Recibe ese nombre porque Korsakoff fue la primera persona en describir este síndrome.

El síndrome de Korsakoff se caracteriza por una fase aguda de confusión mental y desorientación espacio-temporal.

En las etapas crónicas, el estado de confusión sigue existiendo. A menudo, el comienzo de este síndrome es la continuación de un episodio del síndrome de Wernicke (encefalopatía). La sintomatología principal de la etapa de Wernicke consiste en la presencia de ataxia (falta de movimientos coordinados), oftalmoplejia (parálisis de los músculos oculares), nistagmo (movimientos involuntarios de las pupilas) y polineuropatía (dolor y debilidad en diferentes miembros).

Las personas con síndrome de Wernicke-Korsakoff

también sufren de desorientación de tiempo, lugar y persona , incapacidad de recordar miembros de la familia, apatía, problemas de atención e incapacidad de mantener una conversación coherente.

Amnesia retrógrada: el olvido del pasado

Una conmoción cerebral fuerte, como consecuencia de una caída, un accidente o la aplicación de choques eléctricos como método terapéutico en pacientes depresivos muchas veces provoca amnesia retrógrada. En muchos casos, la amnesia parece afectar exclusivamente a los minutos anteriores a la conmoción. Si es muy fuerte, la pérdida puede afectar los recuerdos formados en los meses o incluso en los años anteriores al momento de la conmoción. La amnesia retrógrada se define así como una incapacidad para recordar el pasado.En muchos casos, este tipo de amnesia suele desaparecer, de modo que la persona puede recuperar parte de su memoria de manera gradual. En los mejores casos, la recuperación es completa.

Amnesia anterógrada. Vivir sin futuro

Hay casos en que una lesión cerebral provoca un déficit global y permanente de memoria sin que haya otros daños intelectuales. Lo llamamos "síndrome amnésico". La persona con amnesia "pura" conserva intacta su capacidad intelectual, no tiene problemas de lenguaje, no presenta daños en la percepción ni de atención y conserva las habilidades adquiridas antes de la lesión.

Sin embargo, el amnésico se caracteriza por una gran dificultad para retener información nueva (amnesia anterógrada). Estas personas son capaces de mantener una conversación. Su memoria operativa funciona normalmente, aunque algunos minutos después no son capaces de recordar lo ocurrido.La persona con este tipo de amnesia no puede aprender cosas nuevas

(o tiene mucha dificultad para hacerlo) y, a veces, tampoco puede recordar la información anterior. Es como si la persona viviera eternamente en el presente. El pasado no existe y el futuro difícilmente puede ser imaginado sin un pasado. Sobre el amnésico, se suele decir que él "vive continuamente en el presente", que no consigue hacer planes para el futuro (porque los olvida).

Sin embargo, la persona con amnesia anterógrada puede ser capaz de aprender nuevas habilidades, a pesar de que su aprendizaje es más lento que el de las otras personas.

Compartir Áreas cerebrales implicadas

Determinar qué regiones del cerebro participan en el desarrollo de la amnesia anterógrada constituye uno de los principales desafíos para la ciencia actual. En general, se cree que el daño cerebral que provoca la amnesia anterógrada se ubica en el hipocampo y en las áreas del lóbulo temporal medial.

Estas regiones cerebrales actúan como un billete donde los hechos se almacenan de forma provisional hasta que pasan a ser almacenados de manera más permanente en el lóbulo frontal. Así, el hipocampo se interpreta como un depósito de memoria a corto plazo. Si esta región no permite guardar la información correctamente, será imposible que la información pase al lóbulo frontal, haciendo imposible almacenar recuerdos a largo plazo. Si la amnesia no es total, los recuerdos no tendrán muchos detalles reales.Sin embargo, a pesar de que el hipocampo aparentemente es la región más importante de la amnesia anterógrada,

estudios recientes ya indicaron la participación de otras estructuras cerebrales en ese proceso.

Más específicamente, se supone que los daños en el cerebro basal anterior también podrían perjudicar el proceso. Estas regiones son responsables de producir acetilcolina, una sustancia muy importante para el funcionamiento de la memoria, pues inicia y modula los procesos de formación de recuerdos. La forma más común de daño en el cerebro basal anterior son los aneurismas, una patología que se asoció a la amnesia anterógrada. Por último, la relación entre las alteraciones de la amnesia y el síndrome de Korsakoff estableció que una tercera región también podría estar involucrada en el desarrollo de la amnesia anterógrada.

Esta última estructura es el diencéfalo, una región que queda bastante comprometida con el síndrome de Korsakoff. La gran relación que existe entre la amnesia anterógrada y el síndrome de Korsakoff hace que hoy en día se estudie la participación del diencéfalo en los procesos amnésicos.

La sensación de vivir fuera del tiempo presente Las pruebas más claras de la amnesia anterógrada son el bajo rendimiento de las personas con amnesia en pruebas tradicionales de memoria y reconocimiento. De hecho,algunos minutos después de haber sido presentada a una lista de 15 o 20 palabras, la persona con amnesia es incapaz de recordar muchas de ellas.

Además, el problema es más evidente para las palabras del comienzo o del centro de la lista, mientras que las últimas se recuerdan y en ellas el rendimiento puede ser similar al normal. Lo mismo sucede cuando se trata de una conversación, una película o un programa de televisión. Los acontecimientos del día a día son un problema: las personas con amnesia se olvidan de donde dejan sus cosas, de lo que han hecho y de las personas con quienes se han encontrado.

Debido a esto,

ellas pueden tener problemas de convivencia, pues es muy difícil para ellas mantener una conversación

o recordar lo que conversaron con otra persona en otras situaciones. Además, pasan la sensación de vivir fuera del tiempo presente. Los acontecimientos del día a día son un problema para las personas con amnesia: se olvidan de dónde dejan sus cosas, de lo que han hecho y de las personas con quienes se han encontrado.

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Hablan de acontecimientos y de personas del pasado como si las cosas hubieran ocurrido ayer mismo. No pueden hacer planes para el futuro y ni siquiera saben lo que van a hacer mañana. Tal vez por eso les falte ese calor o esa intimidad personal que normalmente utilizamos en nuestras referencias al pasado y en nuestras esperanzas sobre el futuro.

Al mismo tiempo, es obvio que sus problemas de memoria pueden causar serios trastornos en la vida diaria. Dentro de la casa pueden requerir cuidados o supervisión constante, ya que no son capaces de recordar tomar una medicación en las horas establecidas, no logran aprender a realizar tareas que incluyan muchos pasos consecutivos, etc.Sin embargo, las personas con amnesia anterógrada pueden hacer otras cosas.

Algunos aprenden a realizar recorridos cortos como, por ejemplo, de casa a algunas tiendas cercanas. Buena parte de sus conocimientos parece no haberse perdido, así como con la amnesia retrógrada. ¿Las personas con amnesia pueden aprender nuevos conocimientos generales?

Gabrieli, Cohen y Corkin (1983) intentaron descubrirlo con el paciente H.M., pidiendo que él definiera palabras y frases hechas que habían entrado en uso cuando ya era amnésico. Su éxito fue limitado, aunque sabía lo que era "rock and roll". También hubo el intento de que él aprendiera el significado de palabras no familiares. A pesar de un entrenamiento bastante largo, casi no fue capaz de emparejar correctamente las palabras con sus definiciones.

Existen otros casos. Un niño de 10 años con una amnesia anterógrada severa, debido a la anoxia (falta de oxígeno), no consiguió mejorar su nivel de lectura después del episodio que provocó la amnesia y iba muy mal en varias pruebas de memoria semántica. En comparación, fue capaz de aprender a usar juegos de ordenador con la misma facilidad que sus colegas (Wood, Ebert y Kinsbourne, 1982). ¿Cómo es posible explicar la amnesia? Algunas explicaciones teóricas han encontrado la clave en la existencia de más de un sistema de memoria.

Mientras que alguno de ellos se conserva intacto en la amnesia y es responsable del funcionamiento normal en determinadas pruebas, otros u otros sistemas están dañados. Por eso el rendimiento en las diferentes pruebas varía si comparamos con el rendimiento de la población que no tiene amnesia. La distinción entre memoria episódica y memoria semántica (Tulving, 1972) fue útil para algunos autores para sostener que en el síndrome amnésico la memoria semántica funciona con normalidad. Esto explicaría la conservación de las funciones lingüísticas. El daño de la memoria episódica daría lugar a las fallas de recuerdos y reconocimiento; un fallo típico de esas personas.

La persona con amnesia conserva intactas las funciones del lenguaje y muestra un buen rendimiento en pruebas con palabras que requieren conocimientos adquiridos en el pasado. En este sentido, todos los conceptos y las reglas que son necesarias para resolver estas pruebas con éxito se adquieren desde temprano en la vida de cualquier persona.

Dejando de lado las teorías sobre cómo se adquiere amnesia, lo más importante es quedarnos con la idea de que la amnesia anterógrada es un déficit selectivo de la memoria que ocurre como consecuencia de una lesión cerebral.

La consecuencia de ello es que la persona presenta dificultades significativas para almacenar nuevas informaciones. Las personas que presentan esta alteración son incapaces de recordar aspectos nuevos y tienen mucha dificultad de aprendizaje.

En contrapartida, la amnesia anterógrada no afecta el recuerdo de informaciones pasadas.

De esta manera, toda la información almacenada previamente a la aparición de la alteración continúan preservadas y la persona es capaz de recordarlas sin problemas. Por otro lado, hay que tener en cuenta que las características de la amnesia anterógrada pueden variar en cada caso.

Bibliografía:

Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (Eds.) (1995). Manual de Psicopatología (2 vol.) . Madrid: McGraw Hill.

Freedman, A.M., Kaplan, H.I. y Sadock, B.J. (Eds.) (1983). Tratado de Psiquiatría. (2 vol.). Barcelona: Salvat. (Orig .: 1980).