Hay personas así, complicadas y exigentes, quetienen un problema para cada solución, una contradicción para cada evidencia y una tormenta para cada instante de calma.Son petulantes y ladrones de paz interior, personalidades complejas que adoran las discusiones, que agotan, debilitan y que tenemos que aprender a gestionar para preservar nuestra integridad mental y emocional. Muchos adoramos poder llevar este tipo de perfil a nuestra carpeta de spam, a una dimensión paralela donde nuestra realidad más cercana permanezca a salvo e intacta. Sin embargo, si hay algo que todos sabemos es que es en nuestra familia, en nuestro ambiente de trabajo o incluso en nuestro grupo de amigos, nunca se le falta a ese tipo de personas complejas con las que casi (con) necesitamos a convivir.
A veces, al alejarnos de las personas complicadas, hasta nuestra salud mejora ... Compartir
Confucio decía en sus textos que hay personas que parecen encontrar algún tipo de recompensa al apuntar fallas en los demás. Esto puede llegar a ser muy incapacitante si el que ejerce esta práctica es nuestro compañero, un padre o una madre con sus hijos. La personalidad "complicada", entendida como aquella que muestra comportamientos irregulares, desiguales, narcisistas, manipuladores ya veces hasta agresivos psicológicamente, contiene por detrás ciertos matices que es necesario conocer en profundidad. El arte de dificultar el simple esconde un laberinto de problemas emocionales que será muy útil descubrir.
Las personas complicadas, o la habilidad de ver el mundo por el punto de vista negativo
Todos somos complicados a nuestra manera. Cada uno de nosotros dispone de temas alojados en la mente y en el corazón, donde los miedos se mezclan con inseguridades, y las frustraciones con ansiedades. Sin embargo, la principal diferencia de estos otros perfiles que habitan el lado más extremo de la complejidad es la incapacidad para establecer relaciones sociales y afectivas funcionales, respetuosas y estables.
La característica más evidente de estas personas es que presentan una clara inestabilidad emocional.
Algo así ya nos avisa sin duda de una serie de problemas subyacentes que explican esa rigidez, esa inflexibilidad e inclinación constante por buscar la falla de los demás, por dejar en evidencia, por facilitar lo que es difícil y crear raíces en el subsuelo de la negatividad.Las personas complicadas, y es importante tener esto en cuenta, pueden sufrir de alguna distimia
(un trastorno afectivo de carácter depresivo crónico)o incluso algún tipo de trastorno de la personalidad que sin duda dificulta esa implicación cotidiana y significativa con las personas que forman parte de su entorno más cercano.Otras veces, y Daniel Goleman habla de ello en su libro "Inteligencia Emocional",
cuando pasamos por situaciones de estrés elevado y continuo a lo largo del tiempo, dejamos de pensar con claridad , no somos capaces de ver las prioridades y tenemos una "Tendencia natural" para ver las cosas mucho más complicadas de lo que son en realidad. Con todo esto, queremos decir algo tan simple como evidente: las personas difíciles y complicadas, aquellas con quienes a veces cuesta tanto convivir,
pueden esconder algún tipo de problema subyacente que explique ese patrón de comportamiento.A veces, son hombres o mujeres que necesitan ayuda. Por otro lado, nosotros mismos también podemos, en un momento dado, vivir con esa nube oscura sobre la cabeza, donde la vida es extremadamente complicada, como un rompecabezas en el que faltan piezas, como un juego imposible de resolver.
Tácticas inteligentes para tratar con las personas complicadasCon base en lo que afirmamos anteriormente, ya sabemos que en primer lugar es recomendable ser sensible a estos comportamientos y entender que las personas complicadas pueden estar pasando por un momento personal delicado. Sin embargo, y por otro lado, también puede ser que ellas hayan vuelto crónicas sus manías, sus artimañas narcisistasy el deseo encubierto por dificultar la vida de los demás. "La verdad es siempre simple, pero generalmente llegamos hasta ella por el camino más complicado."-George Sand-
Si este es el caso, si cerca de nosotros existe alguien con esas mismas características, lo primero que tenemos que saber es lo siguiente:
no podemos cambiar su forma de ser, sino el modo en que interactuamos con ellos para que sus actos nos afecten menos.
Vamos a explicar cómo hacerlo. 5 claves para mantener el control con los perfiles complicados La recomendación más evidente es la siguiente: establecer distancia. Pero no nos referimos sólo a la "distancia física"
- que, como ya sabemos, no siempre es posible -
, nos referimos a la necesidad de establecer barreras psicológicas y emocionales. Un desafío complejo que podemos lograr con estas llaves: Debemos comunicarnos siempre con asertividad.
Deje claro la forma en que usted se siente siempre que la persona complicada haga o diga algo que te afecta, te lastima o te molesta. Es necesario poner sobre la mesa cuáles son los efectos de sus acciones.
Usted tiene que detallar lo que no puede hacer, lo que no debe repetirse.Por su parte, es recomendable ofrecer a la persona alternativas para sus acciones para que las considere(la próxima vez sería bueno si usted no se fijó sólo en mis errores, sería mejor si usted sugería soluciones o propuestas en vez de críticas. Sé que puedes hacer eso y yo confío en eso).Por último, también es muy bueno mantener siempre la calma y entender que perder los nervios hará que la situación se vuelva más tensa. Lo ideal es construir una barrera de distancia, un espacio de seguridad.
- Para concluir, hay personas con una tendencia natural de complicar su vida y la de los demás. Primero tenemos que ser capaces de entender sus puntos de vista y de intuir si detrás de ellas existe algún tipo de problema que necesita nuestra ayuda. Si no es el caso, no queda otra opción que abrir nuestro paraguas emocional para protegernos de sus tempestades emocionales.