Una persona con trastorno de la personalidad dependiente tiene la necesidad permanente y excesiva de cuidados. Esto lleva a un comportamiento caracterizado por la sumisión y apego, así como a un profundo miedo del abandono y consecuente ansiedad ante una separación.
¿Cuántas veces encontramos personas que no pueden separarse de sus parejas, aun sabiendo que la relación es perjudicial o trae más inconvenientes que beneficios? ¿Cuántas personas son incapaces de tomar decisiones sin pedir la opinión de sus parientes? ¿Quién no conoce a alguien que exige cuidados de forma permanente llegando incluso a irritar a las personas a su alrededor?
Estas personas pueden estar sufriendo del trastorno de la personalidad dependiente (aunque no necesariamente, por supuesto). Pero, ¿qué es exactamente la personalidad? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de personalidad? Vamos a definir lo que es personalidad para después sumergirse en el trastorno de la personalidad dependiente.
¿Qué es la personalidad?
Encontrar una definición exacta para el término personalidad no es una tarea fácil. Es un sistema complejo de cogniciones, emociones y comportamientos que orientan y dirigen (traen coherencia) la vida de una persona. Así como el cuerpo, la personalidad está integrada tanto por las estructuras y los sistemas psicofísicos, y refleja la naturaleza (genes) y el aprendizaje (experiencias).
Además, la personalidad engloba los efectos del pasado, incluyendo las memorias y experiencias pasadas, así como las orientaciones presentes y futuras. En otras palabras, la personalidad es un conjunto de características o patrones que definen a una persona: los sentimientos, los pensamientos, las actitudes y los comportamientos que testimoniamos / manifestamos y que nos hacen únicos.
¿Qué es el trastorno de la personalidad dependiente?
Ahora que sabemos más o menos lo que es la personalidad y cómo es definida por la psicología, estamos en condiciones de abordar una de sus alteraciones o disturbios más comunes.
Como ya dijimos anteriormente, el trastorno de la personalidad dependiente se caracteriza principalmente por una necesidad permanente y excesiva de ser cuidado, lo que conduce al comportamiento sumiso, al apego exagerado y al miedo a la separación. Comienza en las etapas iniciales de la edad adulta y está presente en varios contextos (por ejemplo, trabajo, familia, ocio, etc.). Sus características más importantes son las siguientes:
Miedo de no saber cuidar de sí mismo
Los comportamientos de dependencia y sumisión se proyectan con la intención de recibir cuidados. Estas personas tienen la firme convicción de que son incapaces de actuar correctamente sin la ayuda de los demás.
Las personas con trastorno de la personalidad dependiente
tienen gran dificultad para tomar decisiones del cotidiano (por ejemplo, elegir el color de los pantalones para ir al trabajo, llevar o no un paraguas en caso de lluvia, etc.) los consejos y la aprobación de los demás. Estos individuos tienden a ser pasivos y permiten que los demás tomen la iniciativa
y asuman la responsabilidad de una gran parte de sus vidas. Podríamos pensar que eso sólo sucede con los jóvenes, sin embargo, también sucede con los adultos. Los adultos con el trastorno de la personalidad dependiente generalmente dependen de un padre o cónyuge que decide dónde deben vivir, qué tipo de trabajo deben tener y quién son sus amigos. Los adolescentes con este tipo de trastorno pueden permitir que sus padres deciden incluso cómo deben vestirse, con quién relacionarse, cómo usar su tiempo libre y qué carrera elegir. Esta necesidad de ser cuidado excede lo que sería apropiado para su edad, lo que sería apropiado para su necesidad de ayuda en las situaciones en que la intervención de los demás se hace necesaria.
Una persona con una enfermedad grave o discapacidad puede desarrollar el trastorno de la personalidad dependiente. En estos casos, la dificultad de asumir la responsabilidad debe exceder de lo que normalmente se espera para las personas con esta condición o discapacidad.
Miedo de perder las relaciones
Como aquellos con el trastorno de la personalidad dependiente temen perder el apoyo o la aprobación de los demás,
ellos tienen dificultad para discrepar de las otras personas
, especialmente con aquellas de su convivencia. Se sienten tan incapaces de actuar solas quepueden estar de acuerdo con cosas que no son correctas
. No quieren correr el riesgo de perder la ayuda de las personas de las que son dependientes. Estas personas tampoco demuestran su irritación y se preocupan por el alejamiento de los demás. Si un individuo tiene una preocupación real sobre las consecuencias de discrepar del otro y emite su opinión, este comportamiento no debe ser considerado como una evidencia de un trastorno de la personalidad dependiente.Dificultad para iniciar nuevos proyectos sin ayuda
Las personas con trastorno de personalidad dependiente tienen dificultades para iniciar nuevos proyectos o hacer cosas de forma independiente. No tienen autoconfianza y creen que necesitan ayuda para iniciar y realizar las tareas.
Van a esperar la ayuda de otras personas para conseguir algo porque
creen que los otros logran hacer mejor que ellos
, están convencidos de que no pueden actuar de forma independiente. Se muestran incompetentes y con una constante necesidad de ayuda. Sin embargo, consiguen hacer todo correctamente si están seguros de que alguien las supervisa y las aprueba. Ellas tienen miedo de parecer competentes: creen que si actúan de esa forma serán abandonadas. Muchas veces, no quieren aprender las habilidades para vivir de forma independiente, perpetuando así su dependencia.Ellos son capaces de todo para recibir apoyo
Las personas con trastorno de la personalidad dependiente pueden llegar a extremos para recibir el cuidado y el apoyo de los demás; pueden incluso voluntariarse para tareas desagradables si ese comportamiento les proporciona la asistencia que necesitan.
Siempre están dispuestas a hacer lo que otros quieren, aunque las solicitudes no sean razonables.
Su necesidad de mantener un vínculo provoca relaciones desequilibradas o distorsionadas.
En ese sentido, pueden sacrificarse o tolerar abusos verbales, físicos o sexuales. Se sienten incómodas o desamparadas cuando están solas. El pensamiento de que tendrán que cuidar de sí mismas las apasiona. Estas personas "se aferran" a personas influyentes sólo para no quedarse solas, aunque no estén interesadas o involucradas con lo que está sucediendo. Relaciones en secuencia
Cuando una relación termina (por ejemplo, la muerte del cuidador, una separación de pareja, etc.), pueden buscar urgentemente otra relación que les proporcione el cuidado y el apoyo que necesitan.
La creencia de que son incapaces de cuidar si no tienen una relación cercana motiva a esas personas a unirse de forma rápida e indiscriminada a otro individuo.
Preocupación por tener que cuidar de sí mismo
Las personas con este trastorno están preocupadas por la posibilidad de necesitar cuidar de sí mismas. Ellas son tan dependientes de la opinión y de la ayuda de los demás que se preocupan por la posibilidad de ser abandonadas, incluso cuando no hay motivos para justificar tales miedos. Estos miedos suelen ser excesivos e irrealistas. Por ejemplo, un hombre mayor con cáncer que se cambia a la casa de su hijo para ser cuidado por él tiene comportamientos dependientes apropiados, debido a los problemas que está viviendo.
Otras características asociadas al trastorno de la personalidad dependiente
Las personas con trastorno de la personalidad dependiente normalmente son muy pesimistas e inseguras. Ellas tienden a menospreciar sus habilidades y recursos, y pueden referirse a sí mismas como "inútiles". Perciben las críticas y la desaprobación como prueba de su incompetencia y no creen en sí mismas, buscan la sobreprotección y la dominación de los demás.
El desempeño profesional puede verse afectado cuando la iniciativa y la autonomía son necesarias. Ellas generalmente evitan posiciones de responsabilidad y se sienten ansiosas cuando necesitan tomar decisiones. Sus relaciones sociales se limitan a pocas personas de las que dependen. Existe un riesgo creciente de trastornos depresivos, trastornos de ansiedad y trastornos de adaptación.
El trastorno de la personalidad dependiente generalmente se desarrolla junto con otros trastornos de personalidad, especialmente el evitativo y el histriónico. Veremos sus diferencias más adelante. Una enfermedad crónica, el trastorno de la ansiedad de separación en la infancia o en la adolescencia predisponen al individuo a desarrollar este trastorno.
¿Quién es afectado y qué causa el trastorno de la personalidad dependiente? Las mujeres buscan con más frecuencia el tratamiento especializado para este trastorno, aunque algunos estudios indican que
ocurre en la misma proporción entre hombres y mujeres. Por otro lado, hay una serie de factores que pueden contribuir a su desarrollo:
Factores genéticos. Si alguien en su familia ha tenido un trastorno similar, hay una mayor predisposición.
Factores psicobiológicos. Hay un desequilibrio neurológico entre los sistemas límbico y reticular.
Factores psicosociales. Las personas dependientes buscan relaciones protectoras. Probablemente tuvieron padres autoritarios y superprotectores. ¿Cómo podemos diferenciar el trastorno de la personalidad dependiente de otros trastornos de la personalidad?
Aunque muchos trastornos de personalidad presentan características dependientes, el trastorno de la personalidad dependiente puede ser identificado porque esas personas se comportan de manera sumisa, reactiva y excesivamente apegada.
- Tanto el trastorno de la personalidad dependiente como el trastorno de la personalidad limítrofe se caracterizan por el miedo al abandono. Sin embargo, la persona con trastorno de personalidad limítrofe reacciona al abandono (o la anticipación del mismo) con sentimiento de vacío emocional, rabia y exigencias.
- La persona con trastorno de la personalidad dependiente reacciona aumentando su resignación y sumisión
- , buscando con ansiedad y urgencia una relación que sustituya el cuidado y el apoyo.
El trastorno de la personalidad limítrofe se distingue por un patrón típico de relaciones interpersonal inestable e intensas. Las personas con trastorno de personalidad histriónica, así como los dependientes, tienen una gran necesidad de seguridad y aprobación y pueden parecer infantiles y apegadas. Sin embargo, a diferencia del trastorno de la personalidad dependiente, que se caracteriza por un comportamiento humilde y dócil, las personas con el trastorno de la personalidad histriónica exigen atención permanente y son muy dramáticas.
Tanto el trastorno de la personalidad dependiente como el evitativo presentan sentimientos de incapacidad, hipersensibilidad a críticas y necesidad de seguridad. Sin embargo, los individuos con trastorno de la personalidad evitativa tienen mucho miedo de la humillación y el rechazo. Se mantienen alejados hasta que estén seguros de que serán aceptados.
Sin embargo, las personas con trastorno de la personalidad dependiente implementan un patrón de búsqueda y mantenimiento de relaciones importantes con los otros, en lugar de evitar y alejarse de las personas.
No todas las personas dependientes tienen un trastorno
Como dijimos al principio, seguramente usted conoce a alguien con estas características, pero eso no significa que esta persona sufra de un trastorno de la personalidad dependiente. En realidad, muchas personas tienen rasgos de personalidad dependiente.
Sólo cuando esos rasgos son inflexibles, persistentes y causan deterioro funcional significativo o una incomodidad subjetiva, constituyen un trastorno de la personalidad dependiente.