Una persona fuerte no es la que tiene más músculos.La verdadera fuerza reside en el alma que enfrenta las adversidades sin huir, que logra dejar ir lo que duele, que no se preocupa por lo que otros dicen. La vida es dura, por eso exige de nosotros el coraje de las criaturas inteligentes que logran conquistar el territorio del miedo.
El miedo y el coraje forman un binomio muy particular. Cada acto de coraje implica inevitablemente desafiar los límites del miedo. Esta ansiedad paralizante esencialmente regida por la amígdala, nuestro centinela primitivo escondido en las profundidades del cerebro, puede crear en nosotros estrategias maravillosas. La resiliencia y la superación personal se nutren de su propio enemigo: el miedo. "Los ideales que iluminan mi camino y me dan coraje para enfrentar la vida con alegría son la amabilidad, la belleza y la verdad".
-Albert Einstein-
El Dr. Stanley Jack Rachman, profesor e investigador de la Universidad British Columbia, en Canadá, es uno de los principales especialistas en trastornos de ansiedad. En su libro "Miedo y coraje" él explica que el coraje, en realidad, es una calidad de la mente.
Todos somos valientes, el coraje es algo innato. Sin embargo, no siempre conseguimos activar ese mecanismo interno que susurra sin parar en nuestro oído: "usted tiene que seguir adelante". En este artículo, explicaremos cómo activar ese mecanismo interno.
El miedo, un compañero fiel Muchas personas pasan parte de su vida involucradas en la oscuridad de una falsa ilusión. Nadie nos prepara para la adversidad, y de hecho, hasta llegamos a creer que no existe.
Creemos que los peligros, las amenazas y las adversidades sólo ocurren en la televisión; en esas guerras que no son nuestras, en los dolores ajenos con los que empatizamos por algunos segundos y luego olvidamos.
Este tipo de autoengano es sólo un mecanismo de defensa. Sin embargo, en el momento en que el equilibrio se rompe y la vida nos muestra su lado amenazador, nuestro cerebro reacciona y nos deja atrapados.
El miedo es el mecanismo de supervivencia más poderoso de los seres humanos. Si esto es así es por una razón muy simple: nos pone en alerta ante una amenaza para que podamos reaccionar; para sobrevivir.No cuestione el miedo, transforme en un amigo fiel.
Nos negamos a hacer cualquier cosa sin él. Damos tanto poder a él que sus susurros se intensifican cada vez más restringiendo nuestra voluntad. A los pocos, damos lugar a la ansiedad, a la angustia de pensar en lo que va a suceder, y el catastrofismo de creer que "todo lo que vendrá será aún peor". Es necesario aclarar algunos puntos: tener coraje no implica ausencia de miedo; significa seguir adelante a pesar del miedo. En verdad, sólo conseguiremos ser valientes cuando este compañero fiel esté atado a nuestro corazón, y aún así continuamos avanzando.
Cómo despertar nuestro león dormido Recuerde un momento del personaje del león dormido del "Mago de Oz", de Lyman Frank. Su objetivo era hacer el viaje con sus compañeros para hacer un pedido: él quería ser un león valeroso. De alguna forma, simboliza ese arquetipo que está integrado en las profundidades de nuestro ser. "El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que vence ese miedo".
-Nelson Mandela- Muchos de nosotros también somos leones dormidos. Estamos todos programados para enfrentar dificultades, porque esto forma parte de nuestra especie. Sin embargo, a veces necesitamos despertar, porque somos supervivientes, nacidos en ambientes eternamente amenazadores, y nos olvidamos de todo lo que somos capaces. Para recordar todas sus capacidades, sugerimos que usted reflexione sobre las estrategias a seguir:
Los cinco pilares del coraje
Cuando hablamos de coraje o fuerza, casi automáticamente visualizamos a alguien con una presencia imponente y mirada amenazadora
. Sin embargo, si usted piensa en eso, los verdaderos valientes de nuestra historia y la sociedad fueron personas comunes. Piense en Nelson Mandela, Ana Frank o, por qué no, en muchas de las personas de nuestra familia que admiramos por su fuerza y coraje.
Citamos aquí algunas características que definen a las personas valientes.
1- Si usted tiene que hacer algo y tiene miedo: tenga miedo . Este principio está integrado en las mentes y corazones de las personas más valientes.
2- La persona valiente oye su intuición
y actúa de una forma muy concreta: con pasión, ímpetu, determinación.
3-Un corazón valiente sabe que la vida sucede más allá de la línea del miedo.
Es necesario tener coraje para conquistar nuevas fronteras.
4- Mientras no vencimos el miedo, no estaremos seguros de nuestro valor.Hasta entonces, no debemos tener vergüenza de nuestras lágrimas, son una forma de liberar la tensión para unir fuerzas y crear coraje. La rabia, a veces, actúa como una preparación para el coraje
. Cuando la mente sólo ve injusticia, empuja nuestra voluntad a través de esa rabia para actuar conforme a nuestros objetivos; para salir de nuestra zona de confort. Para concluir, sabemos que a veces la vida es dura, muy dura. Nadie escoge su propio sufrimiento o vive ciertas cosas. Sin embargo,
hacemos lo que está dentro de nuestro corazón, que es enfrentar esas dificultades de la única manera posible: con coraje.