"Tome su corazón partido y transforme en arte". Esta fue la frase con la que Meryl Streep finalizó su maravilloso e increíble discurso cuando recibió este año su merecido Globo de Oro. Fue poco más de un minuto, donde las palabras se transformaron en arte y donde cada fragmento fue como una píldora que nos llenó de admiración.
No estamos queriendo hablar aquí sobre el verdadero propósito del discurso, ni de su destinatario. Como ya sabemos, el presidente electoDonald Trump no tardó mucho en darse cuenta de que era el blanco del mensaje y publicar una respuesta.Una respuesta que, como era de esperar por la trayectoria del personaje, no estuvo a la altura de la calidad moral y afectiva de la conocida actriz. "La falta de respeto invita a la falta del respeto, la violencia incita la violencia, y cuando los poderosos usan su posición para intimidar a los demás, todos perdimos". - Meryl Streep-
Por nuestra parte, deseamos profundizar en la parte final del " el habla; en la frase que, de modo epílogo, refleja perfectamente un principio de superación y de crecimiento personal absoluto:
"Tome su corazón partido y transforme en arte.
Esta frase, en realidad, fue un consejo que Carrie Fisher dio a Meryl Streep hace mucho tiempo atrás.No todo el mundo sabía que, detrás de la imagen de la princesa Leia, se escondía, en verdad, una mujer valiente, una guerrera que enfrentó vicios, un trastorno bipolar y una continua lucha para convertirse en guionista de Hollywood. Carrie Fisher se hizo consciente de algo que su madre también la habría enseñado, la excepcional actriz y también recientemente fallecida Debbie Reynolds.El arte, sea cual sea su forma y su canal de expresión, es una forma maravillosa de liberar las emociones y de curar corazones rotos.
Y no sólo eso. El arte, además, nos da dignidad como personas, al permitir que demos lo mejor de nosotros mismos para compartir con los demás.Le proponemos reflexionar sobre ello.El arte como catarsis, el arte como expresión y belleza. El discurso de Meryl Streep no buscaba apenas lanzar una crítica al presidente electo sin pronunciar su nombre. Su objetivo era profundizar en algo más: la crisis de valores que vive un país donde, por parte de una determinada propiedad, se está olvidando de un aspecto muy concreto.
El arte no es sólo entretenimiento. El arte es cultura, es la magia de la diversidad, de la libertad, y es un medio donde se forma un legado de inspiración y aprendizaje común.El arte, además, es terapia.Todos tenemos en mente más de una película y un libro que llegó hasta nosotros en el momento preciso, en el instante en el que más necesitábamos. Sin embargo, muchos de nosotros no somos únicamente receptores pasivos del mundo del arte, algunos de nosotros
también hacen uso de ella como medio de expresión, como catarsis y como un instrumento magnífico para dar voz a nuestras emociones, para expandir nuestra libertad y, a su vez, llegar a otros. El arte activo es un ejercicio artístico practicado con las manos o el cuerpo y tiene el poder de curar.
Un ejemplo, al mismo tiempo ilustrativo y cautivante, puede ser visto en la película
"Colcha de Retalhos",de 1995. En esta película musical se exponen las vidas de varias mujeres, y una de ellas tiene una costumbre muy concreta. Cada vez que ella tenía una decepción, que era traicionada por alguien o cuando la tristeza abrazaba su corazón, rompía un vaso, un vaso o un plato. Más tarde, recogía con todo cuidado cada pedacito roto de las piezas y las pegó en la pared. A lo largo de los años, ella percibió que creó una obra digna de admiración.
En aquella pared multicolor, caótica y diversa, se escondían, en realidad, los pedazos quebrados de su corazón transformados en arte. El arte como empatíaVolvamos al discurso de Meryl Streep. Con sus palabras, nos recordó de nuevo cómo el mundo del arte y la empatía se relacionan de un modo maravilloso. De hecho, si hay una dimensión que bombea con fuerza el corazón de toda persona vinculada al mundo artístico, sea la interpretación, la música, la poesía, la pintura o la escritura, sin dudas es la empatía."El arte es la expresión del alma que desea ser escuchada."
CompartirPor eso, Meryl Streep no dudó en declarar que su corazón se había partido "al ver cómo el nuevo presidente de Estados Unidos gozaba del periodista del" New York Times, Serge Kovaleski, que tiene una deficiencia motora por una enfermedad congénita.En realidad, detrás de eso, hay algo que no pasa desapercibido. El mundo del arte y el mundo empresarial, del que procede el nuevo inquilino de la Casa Blanca, proceden de dos escenarios completamente opuestos. No podemos ignorar que en el
contexto empresariallas palabras "empatía" y "inteligencia emocional" se encuentran bajo el término "innovación"
. Es decir, son dimensiones desconocidas y hasta recientemente muy inútiles y completamente improductivas. Para concluir, en vista de que estamos condenados a vivir tiempos extraños, complejos y muy contradictorios, no podemos olvidar los canales tan maravillosos y reconfortantes que el mundo del arte nos ofrece. Ellos son un medio de expresión, al mismo tiempo que son una conexión con nuestras emociones y con las de los demás. El arte nos hace humanos y, a su vez, crea personas extraordinarias.
Como la propia Meryl Streep. Dejamos aquí el discurso para que usted asista.