Tal vez usted ya se ha preguntado qué son los estados alterados de conciencia y sienta curiosidad en saber qué sucede, por ejemplo, cuando alguien entra en coma o con los pacientes que están en estado vegetativo. En estas situaciones, muchas preguntas pasan por nuestra cabeza. ¿Hay trabajo que hacer con ellos? Si es así, en qué condiciones se realiza ese trabajo y cuáles son sus expectativas? Estamos hablando de situaciones complicadas donde la impotencia y la incertidumbre pueden ser obstáculos significativos.
La persona puede entrar en coma por varias razones. El coma puede tener un origen traumático, como aquellos causados por accidentes de tránsito, o no traumáticos, como el accidente cerebrovascular (accidente cerebrovascular, hemorragia cerebral ...) o algunas lesiones tumorales.
El coma es un estado donde ocurre la reducción de la conciencia con una pérdida parcial o completa de la respuesta a los estímulos externos. El paciente se vuelve incapaz de interactuar adecuadamente con estos estímulos.
Existen diferentes grados de estados alterados de conciencia
El dolor que antes me hacía retirar la mano de un objeto que me lastimaba, ahora ya no siento más, no siento el olor de quemado, no reajo a la voz de mi madre porque no la reconozco .
Todos son ejemplos en los que podemos pensar. Esto es, hay una falta de reacción ante la exposición a estímulos externos que, en condiciones normales, inducir una respuesta. Sin embargo, existen diferentes grados en estos estados alterados de conciencia. Estos grados se miden a través de una escala llamada Escala de Glasgow.
Esta escala tiene en cuenta la respuesta verbal, motora, la apertura de los ojos a las llamadas y el dolor.Se realizan pruebas simples con el paciente para ver cómo reacciona a ciertos estímulos externos. Esta escala evalúa, por lo tanto, la capacidad de respuesta del individuo.
Después de que se hacen estos ejercicios, las puntuaciones se comprueban y tendremos un índice. Este índice indica cuánto se ha afectado al paciente. Si no responde a ningún estímulo, tendrá una puntuación más baja. Si responde a todos, significa que su nivel de conciencia no ha sido afectado.
Necesitamos rescatar su atención a toda costa
El profesional que realizó la evaluación tendrá un mapa mental de cómo está la situación de su paciente a nivel neurológico y puede actuar de acuerdo con eso. Si el paciente tiene un mínimo de reacción, tenemos que agarrarnos a eso y crear todas las situaciones posibles para llamar su atención. Las personas tienen cinco sentidos y algunos son más utilizados que otros: la visión, el tacto, el olfato, la audición y el paladar. Conocemos muchos casos de personas ciegas que acaban haciendo un uso extraordinario de los otros sentidos. Ellas desarrollaron los otros sentidos de una forma magistral para compensar esa falta.
En los casos de estados alterados de conciencia,
es necesario evaluar cuáles son los sentidos que están preservados y trabajar con ellos. Las áreas sensoriales de nuestro cerebro se activan cuando recibimos estímulos externos. Por lo tanto, necesitamos activar estas áreas. Se utilizan estímulos que generan una reacción
Para activar estas áreas necesitamos estimular al paciente a través de los sentidos preservados.
Además, si utilizamos estímulos que son familiares para el paciente y lo conectan con algún recuerdo emocional, obtendremos algo muy importante y fundamental, y él podrá reaccionar con más facilidad. La reacción puede ser casi imperceptible, por lo que los profesionales que trabajan con estos pacientes deben tener paciencia y estar siempre muy atentos a cualquier cambio que ocurra en su cuerpo como consecuencia de la estimulación. Puede ser un ligero movimiento de su dedo índice o incluso un cambio sutil en sus ojos. Vale todo. Cualquier cambio, absolutamente cualquier cambio en su cuerpo nos va a traer informaciones.
Una vez que el especialista ha comprobado que la estimulación de un determinado sentido evoca una respuesta, su misión es insistir en él. No queremos que se acostumbre con el mismo estímulo, queremos que responda siempre a ese estímulo. Cuando el cuerpo se acostumbra a un determinado estímulo, la intensidad de la reacción puede ser atenuada. Lo que queremos es que la reacción sea cada vez más intensa, una señal de que el cerebro está siendo activado. Todo lo que es familiar y provoca emociones ayuda a recuperar la conciencia Usted ya debe haber oído hablar de casos de personas que tenían parientes en este estado y se dirigían al hospital, se sentaban cerca de ellos y cantaban su canción favorita. O bien traían su torta preferida con ese olor característico, o aquel juguete de peluche que tenían desde niños y les gustaba tanto de acalentar.
Es esencial, por lo tanto, recurrir a estos elementos antes de saber lo que haría el paciente reaccionar de forma más significativa
y si conseguimos una respuesta diferenciada, correr detrás de ella. Así como el león va detrás de su presa. El profesional necesita buscar varias opciones para ayudar a su paciente a generar respuestas. El propio paciente nos mostrará cuál es su ritmo y su tiempo.
El trabajo realizado con estas personas es complicado porque los cambios que ocurren de un día para otro son muy pequeños, pero a largo plazo es muy gratificante. La recuperación que podemos lograr con la estimulación es muy significativa, gracias a la plasticidad de nuestro cerebro. Por lo tanto, queremos enviar todo el incentivo del mundo a las personas que están en un proceso de recuperación, tanto para ellas como para sus familias, porque es a través de la insistencia que los resultados acaban llegando.
Es muy importante creer que nuestro esfuerzo e insistencia nos ayudan en la recuperación de las deficiencias provocadas por un accidente o una enfermedad grave.