Muchas veces, fantaseamos con ideas y deseos prohibidos que nos provocan sentimientos ambivalentes. Son hilos conductores de pensamientos extraños que surgen en un "pase de magia". La mayoría de las veces son ideas perversas que no podemos compartir con nadie, sino que despiertan nuestro deseo. El hecho de identificar esos deseos que condenamos éticamente es lo que produce ese torbellino de emociones conflictivas.
Sin embargo, la diferencia entre pensar y hacer es muy grande. Si todo lo que pasa por nuestra imaginación se hiciera realidad, seguramente habríamos ganado en la lotería varias veces y "asesinado" algunas personas que causaron muchos problemas en nuestras vidas.
Cuando imaginamos cosas positivas, como tener mucho dinero o que un amigo está bien, las emociones agradables nos invaden. Sin embargo, cuando deseamos el mal del otro o fantasiamos con otra persona que no es nuestro compañero, nos sentimos culpables. Estos pensamientos nos traen sentimientos desagradables.
Mis deseos prohibidos me hacen sentir culpa. En muchas ocasiones, nuestros pensamientos nos avergüenzan, nos hacen sentir culpables, queremos librarnos de ellos y engañarnos diciendo que no existen. Pero ellos están allí y no conseguimos hacerlos desaparecer.
Cuanto más intentamos huir de ese deseo, más él nos persigue . Es un efecto paradójico, como lo que sucede cuando nos proponemos no pensar en un oso blanco. Aunque intentamos evitar, el oso blanco no sale de nuestra cabeza.Para que usted mismo compruebe cómo muchas veces algo puede traer emociones negativas, le propongo una experiencia. Tome un pedazo de papel y escriba el nombre de la persona que más ama. Guarde ese papel y más tarde le diré cuál será el próximo paso.
CompartirLa fusión entre pensamiento y acción
Racionalmente, sabemos quepensar es algo muy diferente que hacer.
Nadie cree que por el hecho de pensar y desear ganar en la lotería, esto realmente va a suceder. Sin embargo, la mente no siempre funciona de manera racional.
A menudo ocurre una fusión entre pensamiento y acción y pasamos a creer que cuanto más pensamos en algo, más probabilidades tendremos que suceder. De esta forma, cometemos el error de creer que todo puede transformarse en realidad. Vamos a continuar con la experiencia anterior: tome el pedazo de papel donde escribió el nombre de aquella persona especial. Anote el nombre: "espero que mueras mañana!" ¿Cómo te sientes ahora?
Compartir ¿Soy una mala persona por tener deseos prohibidos?
Debemos partir del principio de que el concepto de malo y bueno es algo subjetivo y con límites muy difusos. Un objeto o persona tendrá una calidad u otra dependiendo de la situación y del punto de vista con el que usted mira.Ningún pensamiento o deseo nos hace buenos o malos.
Todas las personas, independientemente de cómo sean, tienen pensamientos agresivos y afectuosos, y esto no los transforma en personas buenas o malas, simplemente muestra lo que realmente somos: seres humanos pensantes, personas con la maravillosa capacidad de imaginar.
Recuerde que, como dijimos anteriormente, pensar no es lo mismo que hacer. Usted podría soñar que tiene el coche de sus sueños y eso no significa que al despertar el coche esté en su garaje. De la misma forma,
usted puede desear tener relaciones sexuales con otra persona sin implicar que eso va realmente a suceder. Donde está el límite
A veces, la culpa puede tornarse tan intensa que nos aplasta. Parece que los deseos tienen vida propia a través de nuestras acciones y tenemos la sensación de que somos incapaces de controlar lo que pensamos y lo que hacemos. La falta de control sobre nuestros deseos prohibidos y el gran malestar que sentimos son una advertencia
. Una alerta que nos dice que tal vez estemos confundidos porque no sabemos lidiar con lo que está pasando.
Cuando sus deseos afectan a su vida diaria y causan sufrimiento, o sus acciones, movidas por sus deseos, violan los derechos de otra persona o del ambiente a su alrededor, es el momento de pedir ayuda profesional e intentar aprender a vivir de vivir la forma más sana con sus deseos.
Cómo lidiar con nuestra menteLos pensamientos son sólo pensamientos.
Los deseos y los pensamientos tienen la energía que usted les da.
No es necesario ni aconsejable negar o huir de sus deseos. Sólo tienes que dejarlos entrar, observar y después de un tiempo se van.
"No intentes expulsar los pensamientos. - Jon Kabat-Zinn - La mente es un mundo lleno de posibilidades donde podemos fantasear, desear, jugar y experimentar, sin que eso se transforme necesariamente en acción.
Sólo en la mente somos realmente libres
y tenemos la ventaja de ser los dueños del verdadero objeto de nuestro deseo.