Dicen que el crecimiento es aprender a decir adiós.Pero no uno hasta pronto, uno tal vez o uno hasta ahora. Es una despedida sin retorno,
sin vuelta.Es un sonido adiós y punto final. Es que es muy difícil poner un punto final, porque las reticencias son más fáciles de utilizar ...
Dejar las cosas en
stand by,porque va que ...Decir adiós es una muy fuerte.Llegar a una situación de no retorno en la angustia, pues está nuestro frente un horizonte de posibilidades al que decimos adiós, y que ya no estará allí.Un adiós de aquellos que resuenan en el alma. De los que duelen.
Nunca me atrevía a decir adiós, pero no hacerlo es dejar una ventana abierta al dolor, a la desilusión y al desencanto. La esperanza es la última que muere, pero si la causa está perdida, es mejor dejar ir, respirar profundo y soltar.
Decir adiós a quien rompió su corazón. A quien le rasgó el alma. A lo que usted dice hasta luego, porque es mejor sentir dolor que no sentir nada.Ese frío en el pecho aterroriza. Nos deja desnudos. Nos quita del suelo.
Y escoge la incandescencia del dolor, de la ira y de la rabia. Porque usted no planea decir adiós. Usted cree que sus sentimientos sólo pueden ser una variación de estos estados.El fuego, el frío.
Porque no conoces otra cosa. Porque no le enseñaron a sentirse de forma diferente.
Porque usted no se atrevió a decir adiós.Usted cree que su corazón se congelaráy nunca volverá a sentirse caliente. Y le doy toda la razón. Que lo mejor que puede suceder es que nunca más siente ese ardor que consume. Que hay otro estado, ni tan frío ni tan sofocante.
Un punto medio, de calor suave, acogedor.
Que no se quema. Que no congela.Que llena el pecho y se extiende hasta las puntas de los dedos de los pies.
Y es al decir adiós que aparecerá alguien que le abrazará tan fuerte, que su corazón se derrite de nuevo.
Tal vez no la próxima semana, ni el año que viene; pero el momento llegará. Cuando usted aprende a decir adiós de verdad, con todas las consecuencias. Entonces, tu alma quedará libre para dar la bienvenida a alguien que te merezca de verdad.
Poco a poco usted aprenderá a decir adiós a aquellos que se aprovecharon de usted, de su amistad y de su confianza. De quien no le da el valor adecuado.
Adiós a esas personas que hoy están aquí y que buscan estar a la sombra de otras personas, porque son incapaces de irradiar luz.Estas personas interesadas, egoístas y tristes. Estas son las que merecen su adiós.Pero ese adiós sonoro y con punto final.Rodee de personas que también aprendieron a decir adiós, pues, con ellos, usted tendrá la certeza de una amistad. Sufrieron, lloraron y dejaron ir.
Saben lo que quieren,y lo que es más bonito, quieren usted a su lado.Con sus defectos, sus manías, pero quieren usted a su lado.
Cuando aprenda a decir adiós, construirá relaciones verdaderas y enriquecedoras.Su círculo se reducirá, pero usted no cambiará ninguna de las personas que forman parte de él, ni por todo el oro del mundo.
Dicen que los amigos son la familia que elegimos.
Dé adiós a aquellos que no pueden ser llamados hermanos. El miedo y la soledad, a veces, nos hacen usar reticencias ... A decir un "hasta pronto" en vez de un "No quiero más verte". Pero esa soledad es necesaria para saber quién quiere que esté a su alrededor. Quizá, por eso, mantenemos relaciones a lo largo de nuestra vida que no contribuyen, no nos hacen crecer, ni nos completan.Lo peor que puede suceder es vivir rodeado de gente, pero sentirse solo.
Con tanto ruido, usted escucha los sentimientos con algunas interferencias, como venía de una radio vieja, mal sintonizada.
Escuche a sí mismo.
Aleje el ruido.
Su tiempo es valioso.No lo desperdicie con personas que no merecen.
Aprende a decir adiós.
Libérese de esas cadenas y abra espacio para nuevas recepciones.