Las redes virtuales están abarrotadas de personas viajando, comiendo fuera, partiendo para baladas, hacia el exterior, hacia el bar de la esquina. Al mismo tiempo, pocas posturas se refieren a un libro que se está leyendo, a un programa televisivo que se está viendo, oa una nada para hacer, sobre todo si estamos en el fin de semana.
A muchos, parece que la falta de opciones de ocio el viernes o el sábado es algo que avergonzarse, o asunto para memes y tostadas que enfocan el asunto con ironía. Es más o menos así: "no tengo dinero para salir de casa"; "Nadie me invitó a nada"; "Sólo un" perdedor "para quedarse en casa un sábado por la noche", y por ahí va. Es como si no quisiera salir el fin de semana equivalía a hacer papel de muggle, a ser un derrotado, un punto fuera de la curva.
Sí, existen aquellos que prefieren la recogida acompañada o solitaria en los días de descanso, festivos, y actualizan su status con fotos de libros, series, películas, música, sin nunca hacer un check-in en bares, restaurantes o en aeropuertos internacional. Pero, en proporción a los baladeros y viajados, su cantidad es muy inferior. Se trata, al parecer, de una tribu bastante diminuta y prácticamente a punto de entrar en extinción.
En verdad, lo ideal es que cada uno viva a su propia manera , de acuerdo con lo que le haga feliz, pues eso es lo que importa. Desafortunadamente, sin embargo, muchos pasan a condenar y ridiculizar a quienes adoptan estilos de vida que no concuerdan con lo que consideran normal y deseable. Cuando la gente quiere quedarse en casa, cuando la gente no quiere viajar, cuando la gente prefiere quedarse solo, tiene que quedarse dando explicaciones por ser cobrados por personas injertadas.Cada uno decide si quedarse solo en casa en un sábado por la noche es soledad o libertad, porque nadie tiene nada que ver con las elecciones del otro. ¿Qué actitud molesta de ciertas personas que se molestan con los demás, con quien está feliz de su manera, con quien no pidió opinión alguna, con quien está feliz en su canto. No se entromete cuando no haya sido invitado a ello.
Todo sería tan simple,sería más fácil vivir, si respetamos las elecciones que no son nuestras
, si no nos incomodáramos con lo que no es nuestro, si vivimos nuestra vida y dejáramos de cuidar de la vida de quien no necesita de nuestra opinión. Salir, madrugar y saltar de balada en balada puede ser una delicia. Estar en casa escuchando música, bebiendo solo o acompañado, no importa, también es una delicia. Es cada uno con su cada cual, como decían nuestros abuelos.