Jugar forma parte del desarrollo de los niños. Los pequeños necesitan correr, saltar, bailar y moverse. Pero, en algunos momentos, ellos también necesitan relajarse y quedarse más tranquilos. Proponemos una serie de ejercicios de relajación para niños que, sin duda, traerá beneficios para su salud física y mental.
A través de estas técnicas pueden disminuir la ansiedad, el estrés, el insomnio, y pueden controlar mejor sus emociones y conductas. Además, estas técnicas harán que su humor mejore. Lo mejor de todo es que alcanzar ese estado de calma no tiene que necesariamente ser aburrido, en realidad puede ser alcanzado uniendo calma y diversión. Bienvenidos a la relajación lúdica!
Ejercicios de relajación para niños
Métodos de Jacobson y Schultz
El método de Jacobson es uno de los más utilizados en todo el mundo. Se basa en la contracción y posterior relajación de distintos músculos o grupos musculares.
Acostados en el suelo, podemos simplemente ir indicado al pequeño que partes del cuerpo tiene que tensar durante algunos segundos. Y luego relajarse. Así, el niño notará una relajación progresiva que se extenderá por todo su cuerpo. Podemos empezar con grupos musculares individuales como la mano y el cuello, y en consecuencia aumentar la dificultad a medida que el niño va ganando práctica. El método de Schultz, a su vez, es un ejercicio de relajación para niños que puede ser utilizado a partir de los 6 años, aproximadamente. La técnica se divide en dos niveles: el inferior y el superior, y está fundamentada en las sensaciones de peso y calor. Con los niños acostados en el suelo,
se les pide que se concentren en las partes del cuerpo en las que sienten más peso
(piernas o brazos) y donde la temperatura es mayor. Una vez que dejen de verlas de esa manera y consideren que están libres de la tensión y de la carga, podemos hacer lo mismo con otras áreas en la parte superior del cuerpo. Así, progresivamente, vamos relajando todos los músculos. Para facilitar el cumplimiento de las instrucciones, podemos sugerir que el niño piense que es un robot. Por eso tiene que moverse como si fuera de madera, con movimientos rígidos. Después, para relajarse, el niño se transforma en un muñeco de tela, donde su cuerpo es blando y carece de tensión muscular.El juego de Rejoue
El juego de Rejoue es uno de los más divertidos.
En francés
rejoue significa jugar de nuevo, siendo así, vamos a ponerlo en práctica! Este método propone que la esencia de la vida se compone de pares de opuestos. Así, identificamos frío-calor, día-noche, arriba-abajo, blanco-blanco, actividad-descanso. Esta técnica reúne ejercicios de relajación para niños basados en esos pares. Para ello,
se emplea mucho el balanceo, que consiste en imitar el movimiento que una silla de balance hace.
Así, el niño pone para funcionar casi todos los grupos musculares para hacer el va y viene hacia adelante y hacia atrás, para un lado y para el otro. Esta dualidad se da cuando, por un lado, el pequeño tiene que tensar algunas partes de su cuerpo, y en otras partes debe liberar esa tensión. Sólo eso le permitirá hacer bien el balanceo. Otro juego es el estiramiento. Se enseña a los pequeños a diferenciar la sensación de alargar y relajarse. Por ejemplo, se pide que abran sus brazos y los alargue lo más posible para todos los lados. Se debe mantener esa posición durante unos segundos. Después, se les pide que relajen los brazos suavemente. Ellos se sentirán cosquillas después de hacer esto varias veces.
Actividades con colegas Es común que los niños corran unas tras otras y es difícil calmarlos. Y mucho más complicado es hacer que sean capaces de mantener la concentración en esos momentos de euforia. Por lo tanto,
la actividad del asador puede ser una buena aliada en esos casos.
Su ejecución es muy simple. Consiste en colocar música de fondo relajante y dividir el grupo en dobles. Uno de los miembros de la pareja se acuesta en el suelo, mientras que el otro pasa una pluma en el cuerpo del compañero al sonido de la música. Y luego cambian de posición. Parece que este juego es el juego de la bola blanda, que también se realiza en dobles.
Un niño se acuesta en el suelo con los ojos cerrados. Y el otro, en el ritmo de la música, va masajeando el cuerpo de su pareja con una bola pequeña.
Visualización de imágenes agradables Si hay una habilidad en la que los niños son privilegiados es la imaginación. Son tan libres e inocentes que casi pueden permitirnos cualquier licencia para conseguir relajarlos. En ese sentido, una buena forma de conseguir tranquilizarlos es a través de la visualización.
Para ello, deben acostarse en el suelo y concentrarse en la respiración durante unos minutos. A continuación, se pide que se centren en lo que estamos relatando en voz alta. Pedimos que imaginen un campo grande y verde; un prado tranquilo y en silencio con la hierba perfectamente cortada. Pedimos que sientan el aroma de este campo, como cantan los pájaros o como es la textura de las flores.
La visualización de imágenes puede tener múltiples aplicaciones y puede tener como base paisajes de playa, montaña o aromas. Como vemos, las posibilidades son tantas como la imaginación permita. El principal objetivo es hacer que los niños se diviertan jugando a relajarse. Es decir,
que lo hagan sin sentir que es una obligación. Para ello, es conveniente que los adultos hagan lo mismo que ellos. Es importante recordar que la imitación es la principal fuente de aprendizaje de los pequeños. Por lo tanto, estos ejercicios de relajación para niños también son buenos para los adultos, porque siempre es bueno conservar la inocencia.