Parece complejo, pero en realidad, la magia de toda relación humana sana se basa en el respeto mutuo.
Cuide al otro, pero no te olvides de ti. Dar alas para volar es permitir la individualidad del otro, para que cultive sus intereses y se desarrolle plenamente. Si la persona está feliz consigo misma, esa energía positiva contagia al otro. El amor se fortalece cuando respetamos el espacio y las necesidades de cada uno.
Enraizar nuestras relaciones afectivas no significa "dominar o controlar". Alimentar nuestras raíces es cultivar el afecto diario
, el respeto y el amor para crecer juntos. "En el amor, quiero alas para volar y raíces para crecer". La gente puede optar por cualquier tipo de relación, pero la verdadera felicidad en nuestras relaciones sociales y afectivas proviene de ese mágico equilibrio. Asas para volar y raíces para crecer en nuestras relaciones afectivasComenzaremos analizando nuestra relación con el compañero y lo invitamos a hacer una simple reflexión.
¿En sus relaciones anteriores o en el actual, usted ha logrado evolucionar como persona?
Compartió vínculos capaces de ofrecer libertad, protección y complicidad?
Si no existe un crecimiento armónico, capaz de evolucionar con el tiempo y con las necesidades de cada uno, las raíces se debilitan. La frustración personal aparece y contamina a la pareja. ¿Qué es el "crecimiento desarmonioso"? Cuando cada uno prioriza sus necesidades y se olvida de actuar en pro de la relación. Comenzamos una relación llena de emociones y muy apasionados.
Creamos un mundo aparte y nos olvidamos de los amigos; es difícil salir de esa esfera de intimidad que creamos.
Con el paso del tiempo, esas relaciones se transforman en "agujeros negros", que acaban nos tragando.
Por eso, es vital tener en cuenta los comentarios abajo para mantener la relación equilibrada. 1- Crecimiento individual
- Soy consciente de mis necesidades, del aquí y ahora y busco conocerme mejor.
- Soy responsable de mi crecimiento personal.
Debo aprender de las experiencias de cada día, con las conversaciones, con los viajes, las lecturas e incluso con mi compañero.
2- Crecimiento de la pareja
- Mi crecimiento personal afecta el crecimiento de mi pareja. Si estoy feliz y satisfecho con lo que soy, con lo que tengo y cómo me veo, proyecto todas esas emociones positivas en mi relación.
- Debemos mantener un diálogo constante sobre todos los asuntos, porque
toda pareja necesita renovar sus vínculos conforme el tiempo pasa
y surgen nuevas situaciones (nacimiento de los hijos, cambio de empleo ...).
- Debemos mantener un equilibrio entre los objetivos individuales y los objetivos de la pareja , ofreciendo apoyo mutuo y, con ello, "fortaleciendo las raíces y ofreciendo alas". Asas para volar y raíces para crecer en la educación de los niños
Para educar a los niños felices, darles alas para volar y raíces para volver. De esta forma, sabrán que pueden contar con su apoyo para convertirse en personas satisfechas, responsables e independientes.Ya dijimos muchas veces que el apego tolera nuestra libertad emocional.
Es claro que hay apegos tóxicos, que acaban dominando y perjudicando nuestro desarrollo, pero los apegos también forman parte de nuestras raíces, el apego sano nos trae seguridad.
Estamos hablando de ese apego sano , que son los vínculos que los niños establecen con sus familiares. Estos vínculos le dan confianza, seguridad para golpear alas y volar hasta donde su corazón y sus necesidades la lleven.
Lo importante es que saben que pueden contar con sus raíces, que pueden volver siempre que sientan necesidad. Esta es la magia del equilibrio: ofrecer un amor que nos hace volar mientras aprendemos.