Sin recursos, pero con motivación. Sin un ordenador, pero con suficiente voluntad para enseñar computación a los alumnos con tiza, pizarrón y mucha energía. La imagen de este profesor de Ghana, que dibuja la interfaz de Word en su aula, se ha vuelto viral, nos invita a reflexionar y entender que para cambiar el mundo (o mejorarlo), sólo necesita la actitud y la voluntad . El protagonista de esta historia es Owura Kwadwo, profesor de Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) que trabaja en una pequeña escuela en Kumasi, Ghana. Es un ambiente rural, con pocos recursos educativos y sin conexión a Internet. Sin embargo, y aunque es paradójico,
dentro del currículo escolar se estipula que los niños adquieren algunas habilidades básicas en computación. La pasión por lo que hacemos nos hace entender que, en la vida, los únicos límites que existen son los que están en nuestra mente.
CompartirMisión Imposible? Claro que no. Porque, aunque las condiciones no son óptimas, el ser humano puede superar cualquier obstáculo con su actitud, y lo que es mejor, también puede inspirar a los demás para que no vean obstáculos, y sólo sean conscientes de las posibilidades.
Es lo que el profesor Kwadwo consigue diariamente con sus alumnos. No hay niño o niña que no se siente motivado en esta clase, porque sabe que las nuevas tecnologías servirán de progreso para su país y que, cuando llegue la hora, cuando tenga finalmente una computadora en las manos, seguramente sabrá lidiar con él gracias a ella voluntad de este profesor de Ghana. El profesor de Ghana que da clases de informática sin ordenador La facilidad con que las imágenes dan la vuelta al mundo en pocos minutos es increíble. Hace unos meses nos entusiasmamos con la historia de Wang Fuman, un niño de 8 años de una pequeña ciudad china que camina alrededor de 4,5 kilómetros cada día para ir de casa a la escuela.
La temperatura en el mes de enero es alrededor de 10 grados bajo cero, y Wang llegó a la clase una mañana con el pelo y las cejas congeladas y las mejillas hinchadas. Sus colegas lo recibieron riendo, mientras su profesora decidió tomar una foto para compartir una realidad que para la mayoría de nosotros es distante y desconocida. Lo mismo sucede en este pequeño aula en una aldea de Ghana.
Aquí el protagonista no es el frío, es la ironía, es la historia de un profesor de informática sin una computadora.
Ellos son estudiantes que deben tener conocimientos de informática, porque todos los años están obligados a pasar por una prueba para demostrar su capacidad en esta área. Podríamos ahora hablar sobre las diferencias ya conocidas entre el primer mundo y el tercer mundo; sin embargo, antes de detenerse en esas reflexiones, con las que sin duda estamos todos de acuerdo, prestemos atención en sus protagonistas. En las pequeñas historias que tienen sus propios nombres. Owura Kwadwo enseña el funcionamiento de un programa al que no tiene acceso,
sin embargo, esto no es obstáculo para que sus alumnos se familiaricen con la imagen de un recurso básico de informática. Todos los días, con la ayuda de tiza de colores y un cuadro negro, dibuja Word en detalle y con precisión. Él cuenta que adora a sus alumnos y hace lo que es necesario para que aprendan cada lección. Todos los profesores de esa escuela hacen lo mejor que pueden, y ese profesor intenta hacer todos estos dibujos lo más rápido posible, para que cada proceso, función y comando sea claro. Él sabe que, entre todos los asuntos que los niños pueden aprender, la ciencia de la computación las hará personas más competitivas y atractivas para las empresas que invierten en su país.Actitud e inspiración
Estos alumnos realmente aprender a usar Microsoft Word a través de un cuadro negro y las explicaciones de un profesor que tampoco está acostumbrado a operar un ordenador? Muchos pueden pensar que no. Sin embargo, estos niños son alimentados todos los días de curiosidad, de motivación, de un estímulo visual e imaginativo que pone sus mentes delante de cualquier otro niño del primer mundo. Ellos se alimentan del sueño de tener una computadora real delante de ellos y saber qué hacer con él. Debemos recordar que figuras tan notables en esta tecnología, como Bill Gates, fueron educadas sin un ordenador. Todo su estadio académico fue sin ese recurso tecnológico y, aún así, consiguieron destacarse de los demás en ese campo. Este profesor de Ghana hace que los niños observan. Si hay algo que sabemos sobre cuestiones educativas, es que uno de los componentes más básicos para estimular a los alumnos es la motivación, es la actitud. Owura Kwadwo educa desde el corazón y la necesidad.
Él sabe que dar clases de informática sin un ordenador es como enseñar dirección sin coche. Es difícil, pero no imposible, no si usted coloca voluntad y consigue captar el interés de los alumnos a través de imágenes, tiza de colores y comandos donde se puede visualizar cada paso, delinear cada función. Así, apenas unos días después de que la imagen del profesor ghanés se volviera viral,
Microsoft terminó conectándose con esa escuela para proporcionarles una computadora.
Además, la solidaridad que se ha generado con esta historia también ha sido muy inspiradora, y se espera que en las próximas semanas más equipos lleguen a esta villa y otras escuelas en Ghana. A veces, las pequeñas historias y la actitud de las personas más humildes son aquellas que logran cambiar el mundo y abrir nuestros ojos.