Hay personas que cautivan y que embellecen nuestras almas. Sus rostros poseen ese magnetismo emocional que, como la superficie de un lago transparente, son capaces de reflejar la nobleza de un buen corazón y la empatía inscrita en la mirada. Las personas que te hacen pensar: "Sólo de verte, mi día se alegra."
Como señala el doctor en psiquiatría Enrique Rojas, la personalidad siempre aparece en nuestros rostros porque "en el rostro reside la esencia de la persona". Además, el cerebro, nutrido por las premisas de la socialización y de las emociones, intuye y es influenciado por esos rostros severos o esa sonrisa amable que envuelve y tranquiliza.Hay miradas apagadas donde se lee el resentimiento y la amargura, existen rostros que ofrecen desconfianza, pero su rostro, su presencia, alegra mis días con la sencillez de sus expresiones ajenas al artificio y repletas de reciprocidad.
Compartir la comunicación más pura, la más sincera y significativa no se transmite con palabras, sino con gestos.Cada movimiento facial es generado en las profundidades de nuestro ser, a partir de ese mundo emocional capaz de conectarse con aquellos que lo rodean mientras, a veces, ni siquiera ganamos conciencia de ello. La emoción es transmitida por los gestos, no por los rostros. Aunque es verdad que estamos acostumbrados a escuchar que "el rostro es el espejo del alma", hay que considerar algunos aspectos más que son no sólo interesantes, sino también útiles. Paul Ekman, psicólogo pionero en el estudio de las expresiones faciales de las emociones, explica en una de sus investigaciones que los rostros pueden mentir porque la verdadera emoción se transmite en los gestos.
Según Ekman, las personas son capaces de expresar hasta 18 tipos diferentes de sonrisas . El más genuino es el llamado "sonrisa Duchenne" (se contraen los músculos de la boca, se eleva mucho el canto de los labios, ocurre una contracción de las mejillas y aparecen arrugas alrededor de los ojos).
Las sonrisas actúan como "lubricantes" sociales. Sin embargo, no todas las sonrisas nos parecen sinceras, no todas las caras, por más atractivas que nos, nos ofrecen confianza. Con certeza usted mismo ha experimentado alguna vez: hay pequeños micro gestos que, casi de forma intuitiva, generan incomodidad y desconfianza.
Otro aspecto curioso a considerar es que las personas también tienen su propia "experiencia gestual" almacenada
- . Expresiones de nuestros padres, amigos o amores quedan guardados en nuestros cerebros junto con un factor emocional de agrado o desagrado.Todo esto determinará, casi de forma instintiva, el modo como algunas personas y sus rostros provocan cierto tipo de sensación o no.
- El rostro es un gran libro de gestos complejos
- , que los demás también interpretan según su propia experiencia. Lo que alegra mi corazón: el secreto de las relaciones positivasSu hijo, con su sonrisa sonora y desdentado, alegra su corazón casi instantáneamente. Sus amigos le ofrecen bienestar, complicidad y lealtad: sólo de cruzar con ellos casualmente su rostro se ilumina.
Hay rostros que nos provocan emociones positivas porque el vínculo con ellos es enriquecedor y positivo. Una respuesta sincera es signo de amistad verdadera, una mirada sincera es la clave que conecta para siempre nuestros corazones.Compartir
A pesar de que los rostros están proyectados según la evolución para transmitir emociones positivas, con el fin de socializar y conectar, dentro de nuestro círculo personal más cercano
sólo unas pocas personas logran establecer una conexión especial con nosotros. Pilares que edifican las relaciones auténticas positivas
Tome nota ahora sobre la forma en que se construyen los vínculos con esas relaciones que son más significativas para nosotros.La apertura emocional es el primer paso con el que establecer una "conexión" apropiada con la persona en cuestión. Dentro de esta dimensión está la capacidad de establecer una confianza sólida, ofrecer reconocimiento y una correcta expresión de las emociones para poder fortalecer lazos y construir.
La empatía es el arte de la comprensión y de la proximidad , facilita la comunicación, el consuelo y la resolución de problemas. Es una dimensión esencial que no se transmite únicamente por medio de palabras. La mirada que sabe entender e intuir es una forma maravillosa de abrazar a la otra persona para transmitirle un mensaje de "te entiendo, estoy aquí contigo".
Un cariño basado en la confianza mutua y en el respeto es la mejor forma de construir relaciones positivas.
Son vínculos donde no existe la necesidad de controlar, de robar espacios propios o de demandar una atención continua y obsesiva.
- Para concluir, y por curiosidad, comparto que el escritor Joe Navarro, asesor psicológico del FBI, explica que cuando usted ama
- o aprecia una persona siempre buscar su mirada. Es en ese espejo que usted se refleja, porque se siente igualmente valorado y querido. Los ojos son la parte de nuestros cuerpos sobre los que no tenemos control: son el reflejo de la sinceridad.