Aunque muchos no creen, el corazón también siente, piensa y decide. En él se concentran alrededor de 40.000 neuronas y una red de neurotransmisores con funciones muy precisas que lo transforman, para nuestra admiración, en una extensión perfecta de nuestro cerebro. Una cosa curiosa es que cuando queremos referirnos a nuestra propia persona es común llevar la mano al corazón. Es una cosa automática, casi instintiva, como si una voz misteriosa nos mostrara que bien allí está ubicado el centro de nuestro verdadero ser, de nuestra propia conciencia. "Aquellos que se aman de corazón, se hablan de corazón." -Francisco de Quevedo-
Esa voz no se equivoca de manera alguna: la neurociencia es una ciencia siempre fantástica y reveladora que ofrece luz para esos procesos que a veces intuimos pero que no podemos entender por completo.
El corazón está íntimamente vinculado al cerebro
, tanto que, de hecho, le está enviando información de forma constante, e incluso activando o inhibiendo diversas áreas cerebrales según ciertas necesidades.
Usted disfrutará de saber, por ejemplo, qué emociones como el amor y su manifestación a través del cariño, la ternura o la necesidad y cuidado nacen de este complejo excepcional de células, nervios, energía y electricidad que representan lo que somos: una ingeniería perfecta lista para interrelacionarse con su entorno y con sus semejantes.Le invitamos a reflexionar sobre esto, y le animamos a ir más allá de la simple metáfora de que "también pensamos con el corazón" para comprender todas estas maravillas concentradas bien allí, en el centro de su pecho.
Sí, el corazón también es un órgano inteligente. El corazón es un órgano emocionalmente inteligente. Parece, sin duda, una extraña redundancia e incluso una frase muy poética para tener validez auténtica. Sin embargo, piense en lo siguiente por un instante: cuando cultivamos emociones positivas caracterizadas por la calma, el equilibrio y una satisfacción plena y auténtica, la frecuencia cardíaca queda en armonía. Es rítmica y perfecta.
Sin embargo, factores como el estrés, la ansiedad o el miedo rompen completamente ese equilibrio. Sus ondas se sobresalen en picos nada armoniosos e incluso peligrosos.El corazón sabe que las emociones nos ayudan a conectar con los demás. Por eso, y sólo como ejemplo, este es un órgano que se encarga de producir ciertas hormonas, como el ANF, encargado, entre otras funciones, de estimular la liberación de oxitocina, la hormona del cuidado, del cariño y del amor. Annie Marquier es una conocida matemática e investigadora de la conciencia que nos recomienda lo siguiente: ya que el corazón tiene cerca de 40.000 neuronas y se beneficia de los estados de ánimo positivos y relajados, es muy recomendable practicar en el día a día la contemplación, el silencio y la relajación
como formas armoniosas de conectarse con el propio entorno.
Piense que el corazón es, a su vez, un canal fantástico con el que activamos una verdadera "inteligencia superior", ya que son las emociones positivas, al fin y al cabo, que fortalecen nuestra salud.
De hecho, es este órgano que las controla también a través de una serie de hormonas. A continuación, vamos a entender un poco mejor cómo lo hace. Las tres conexiones del corazón
Al principio dijimos que el corazón dispone de un sistema nervioso muy complejo, donde se concentran neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Esto significa que este órgano que nos da la vida también es un "sistema pensante"? Prácticamente. Más que un órgano racional, es un órgano puramente sensitivo capaz de tomar decisiones por sí solo, sobre la base de determinados estímulos.
Lo más interesante de todo esto es que, como explican los neurólogos y cardiólogos, el corazón puede actuar de forma independiente al propio cerebro. No sólo eso, incluso aprende a través de la experiencia. Veamos cómo puede hacerlo a través de una serie de conexiones que el cerebro establece. "Para amar con intensidad, es necesario tener paz en el corazón."
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Primera conexión
Este dato sin duda nos invita a la reflexión. Del total de células que el corazón tiene, el 67% son células nerviosas.
El corazón es el único órgano capaz de enviar información de forma autónoma al cerebro sobre la base de los estímulos orgánicos que recibe. Segunda conexión
El corazón se encarga de la homeostasis. ¿Qué significa esto? Que entre sus diversas y vitales funciones también está la de garantizar nuestro equilibrio emocional.
Él puede hacer esto inhibiendo el estrés y priorizando la producción de hormonas, como la oxitocina. Así, el corazón actúa como más una glándula endocrina: de hecho, hay sospechas de que podría trabajar "en conjunto" con la amígdala.Tercera conexión
El corazón se caracteriza por poseer una comunicación electromagnética muy poderosa. De hecho, es 5.000 veces superior al propio cerebro.
Su campo electromagnético varía en función de las emociones. Gracias a diferentes investigaciones realizadas por el Centro de Investigaciones HeartMath, se comprobó que la calidad de nuestras emociones altera o controla el campo electromagnético que nuestro corazón genera. Sin duda es algo fascinante, a tal punto que los científicos tienen claridad de un aspecto que todos comprobamos en primera persona:
las emociones positivas generan una verdadera coherencia psicofisiológica
. Las personas son, por lo tanto, una acumulación maravillosa de energías, impulsos, sensaciones y percepciones guiadas por dos canales excepcionales: el cerebro y el corazón. Este último no es sólo la clásica "bomba" que hace posible la circulación sanguínea, pero también da vida a lo que nos hace humanos: las emociones.