Sería injusto afirmar que una persona es negativa en su esencia. Todos los seres humanos tienen algún valor y no hay ninguna persona que podríamos clasificar como imposibilitada o deficiente por sí misma. Cuando hablamos de los rasgos de las personas negativas, lo que se cuestiona es la actitud, no las personas en sí.
También es válido aclarar que nada en los seres humanos es un estado puro ni ocurre de manera continua, sobre todo a nivel emocional. Por lo tanto, ninguna persona es totalmente negativa o positiva. Ambas actitudes cohabitan en cada uno de nosotros. Lo que sucede es que cada uno decide dar destaque a una u otra postura.
"Somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro propio infierno."
-Oscar Wilde-
En este artículo, intentaremos exponer las principales características que se identifican en personas que tienen posturas negativas. El principal perjudicado con estas actitudes es la propia persona. Por lo tanto, vale la pena analizar si estamos cometiendo algunas de esas actitudes y reconocer que podríamos ganar mucho más si cambiamos nuestra postura. Para ello, vamos a analizar los cinco principales rasgos de las personas negativas. Principales rasgos de las personas negativas
1. Desear resolver lo imposible, una perspectiva muy negativa
Hay muchas cosas imposibles en la vida, pero algunas personas no están dispuestas a aceptar este hecho. Ellas no aceptan que la frustración forma parte de la existencia y que no siempre conseguimos lo que deseamos.
Quizás quisiéramos haber nacido en una familia millonaria o haber crecido en un ambiente con mucha comprensión. Si no es así, no podemos hacer nada para cambiar el pasado. Y si nos enfocamos en la nostalgia por todo lo que no fue, sólo conseguiremos llenarnos de amargura y dolor.
La misma cosa sucede cuando volvemos nuestra mirada hacia objetivos imposibles. Por ejemplo, nos esforzamos en parecer jóvenes cuando ya somos mayores. O intentamos hacer que otra persona se comporte como creemos que ella debe comportarse. Los objetivos imposibles traen sólo frustración y, por lo tanto, malestar y sufrimiento. Estos son estados que alimentan una actitud negativa.
2. Desistir cuando hay obstáculos
Así como no es sensato enfocarnos en objetivos imposibles, tampoco es adecuado rendirnos cuando intentamos conseguir algo y nos enfrentamos a un obstáculo difícil. No debemos olvidar que todo gran objetivo exige grandes esfuerzos, y de que buena parte de las conquistas se basan en la perseverancia. Muchas veces, en la vida, la tentación de rendirse nos persigue. Pero esta no es una opción cuando estamos ante metas que, en términos objetivos, pueden ser conquistadas, aunque impliquen la superación de muchas dificultades. La psicóloga Hillary White afirma: "Desistir hace a la persona sentirse derrotada. No importa cómo va a acabar, enfrentar las dificultades ya aumenta la confianza ". 3. Llevar las cosas muy en serio
Cuando aún no hemos fortalecido suficientemente nuestro amor propio y nuestra madurez, tendremos un ego muy sensible. No apoyamos pasar vergüenza y sentimos mucho miedo de parecer ridículos. Las críticas tampoco nos caen bien, aunque sean verdaderas y tengan como objetivo ayudarnos.
Llevar las cosas muy en serio sólo ayuda a aumentar una actitud negativa hacia las personas ya sí mismo. Se necesita humildad para no tomar tan en serio esos pequeños disparates sociales. Parecer ridículo o errar sólo marca personas que dan más importancia a esas situaciones de lo que realmente merecen. 4. Las quejas como forma de vida de las personas negativas Todos nos quejamos una vez u otra.
El problema surge cuando se adopta la queja como forma de vida. En estos casos, la visión queda nublada y todo lo que se ve queda negativo. No hay otras opciones ni posibilidades. La atención se vuelve hacia las desgracias, el sufrimiento y la incapacidad del individuo.
Ya no se trata de manifestar un estado de sufrimiento, sino de adoptar una posición existencial negativa en relación al mundo. En realidad, es una estrategia muy utilizada por las personas negativas para justificar la ausencia de progresos.
El malestar se transforma en un permiso para no progresar, para evitar comprometerse con objetivos que incluyan superación.
Compartir 5. Comparar a sí mismo y ser hostil con los demás
Vivir en función de las comparaciones con los demás es uno de los mayores rasgos de las personas negativas.
Implica falta de autonomía y de criterio propio. A través de la comparación, el individuo analiza y juzga lo que hace sólo en función de lo que los demás hacen. Una experiencia injusta y frustrante que conduce sólo a una postura de conflicto constante. Lo peor es que muchas de esas comparaciones tienen como objetivo apenas menospreciar a los demás como un medio para exaltarse a sí mismo. En otras palabras, las desgracias que suceden con los demás se transforman en una fuente de satisfacción propia porque dejan a los demás en un estado de carencia o error, ya sí mismo en una posición superior y privilegiada.
Como vemos, sostener una posición negativa frente a la realidad nos lleva sólo a un estado de insatisfacción constante que impide progresar y establecer relaciones positivas. Un círculo vicioso que no lleva a ningún lugar.
Si usted ha percibido alguno de estos rasgos de las personas negativas en usted,no dude en trabajar para cambiar.