Los 5 tipos de personalidad según Erich Fromm se basan en el principio de la productividad. De acuerdo con el famoso psicoanalista, sólo una de esas cinco tipologías es capaz de invertir en su propia libertad, de conquistar su independencia emocional y personal. El resto, sin embargo, representaría un tipo de filosofía existencial más interesada, materialista e improductiva. Hay muchas teorías sobre la personalidad. En realidad, es posible que, en este punto, algunas personas sientan una cierta contradicción. La teoría de la personalidad de Jung, Carl Rogers, Cattell, Eysenk o los cinco grandes factores de Costa y McCrae ... ¿Esto significa que hasta hoy la ciencia conductista todavía no ha podido definir el carácter y las características de la personalidad humana? "Las personas egoístas son incapaces de amar a los demás, pero tampoco son capaces de amarse a sí mismas".
- Erich Fromm -
Cada corriente, cada escuela psicológica y cada autor enuncia una definición particular de personalidad a partir de sus propios modelos teóricos. Así,
la tipología desarrollada por Erich Fromm partió de un interesante enfoque basado en la filosofía humanista
que, creemos o no, es muy útil hasta hoy. Si había algo en que este psicólogo social y autor de "El arte de amar" o "El miedo a la libertad" creía, era en la obligación del ser humano de alcanzar su verdadera autonomía, invertir en su independencia, respetando la de los demás . Alcanzar ese objetivo, de acuerdo con Erich Fromm, es sinónimo de productividad. La teoría de la personalidad de Erich Fromm, un psicoanalista neofreudiano, se basa en dos necesidades primarias: la necesidad de libertad, como ya sabemos, y la necesidad de pertenecer a un grupo. Así, cuando leemos su libro, hay un hecho que suele llamar nuestra atención:
Fromm tenía una visión negativa del ser humano, lo veía como un ser pasivo y motivado solamente por su necesidad de consumo. Por eso, en gran parte de sus trabajos, nos anima a promover nuestro desarrollo personal, a dejar de lado nuestra dependencia de factores externos, de los bienes materiales o de la necesidad de éxito y reconocimiento, para invertir en cualidades como el amor, el respeto, la creatividad o la humildad. Aunque el carácter y la personalidad humana están profundamente arraigados y difíciles de cambiar, sería suficiente que estuviéramos un poco más conscientes de nuestras tendencias y actitudes para comprometernos con el cambio. En este artículo mostraremos cuáles son los 5 tipos de personalidad según Erich Fromm.
1. La personalidad receptiva
El tipo receptivo se caracteriza por la constante necesidad de recibir la aprobación y el reconocimiento de los demás. La característica más marcada de este perfil de personalidad es que buscan el apoyo constante de la familia, amigos y de los demás, pero no suelen retribuir el soporte que reciben, no hay atención recíproca.
También muestran habilidades sociales precarias, dificultad para tomar decisiones y una clara subestimación de su propio potencial humano. 2. La personalidad del explorador Entre los 5 tipos de personalidad, éste es, sin duda, uno de los más comunes de acuerdo con el propio autor. Ellos establecen vínculos y relaciones con los demás por puro interés, para su propio beneficio y, como dijo Fromm, incluso por "interés comercial".
El explorador está siempre dispuesto a mentir y manipular para obtener lo que desea, y normalmente concentra su interés en las personas con baja autoestima para explotarlas. 3. La personalidad del acumulador
El acumulador o tipo acumulativo representa a las personas que sólo tienen un objetivo, una necesidad: acumular bienes materiales,
poseer más y más cosas, más objetos ... Así, cuanto más cosas consigue acumular, más seguro se siente, refuerza su autoestima y, logra una mayor satisfacción personal. Sin embargo, este insano apego al material nunca es saciado, porque siempre falta algo. La felicidad nunca es completa o lo que es peor, siempre habrá algo nuevo en el mercado que él todavía no tiene y hará todo para comprar. "Sólo la persona que cree en sí misma es capaz de creer en los demás".- Erich Fromm -
4. La personalidad mercantil
Entre todos los tipos de personalidad, de acuerdo con Erich Fromm, este es el más común en nuestro mercado de trabajo por razones obvias: son personas que establecen relaciones con los demás para obtener un beneficio económico.
Son vínculos basados en un claro objetivo financiero o comercial. Lo que puede parecer normal o esperado, es realmente el que más perjudica el principio inviolable de la libertad humana defendida por Fromm. ¿La razón? Estos vínculos mercantiles buscan establecer diferencias de status social, donde algunos logran prestigio y poder, mientras que otros, a su vez, son subordinados. 5. El productivo
Hasta ahora, hemos visto los tipos de personalidad que, de acuerdo con Erich Fromm, son los "improductivos". Es decir, son personalidades que no invierten en su propia libertad y autonomía personal, y aún menos en relación a los demás. Sin embargo, no todo está perdido y no hay que permanecer con esa visión un tanto pesimista del ser humano. Podemos decir que
existe un quinto perfil donde se concentra nuestra esperanza y nuestro objetivo personal.
El tipo productivo es una persona que canaliza todo su esfuerzo e interés en ser alguien comprometido con el ser humano.¿Qué significa? Significa que son individuos capaces de construir relaciones amorosas enriquecedoras y significativas con sus semejantes. Además, utilizan un enfoque muy sano para lidiar con las emociones negativas, con las presiones o intentos de control que otros desean ejercer sobre ellas.
Para concluir, este enfoque propuesto por Erich Fromm nos invita a reflexionar una vez más sobre esta idea que vemos tanto en el campo del crecimiento personal: sólo quien invierte en sus recursos psicológicos, en su autoestima, en su independencia, es capaz de promover eso en los otros
, es capaz de sentar las bases de una sociedad más humana y más esperanzada.
Como podemos ver, este enfoque sobre la personalidad tiene un componente social que puede ser una fuente de motivación válida para generar, en la medida de lo posible, cambios que estimulan nuestro crecimiento personal. ¿Vamos a ponerla en práctica?