Es un placer estar de acuerdo con usted a través de esas palabras porque, sin duda, es un pequeño alimento aparte de aquella persona que soy, con también es cada una de las cosas que he vivido.
Sí, hasta en mis peores momentos siento que tengo el deber de agradecer.
Y no, no es un deber de obligación externa, es un deber conmigo mismo: mi bienestar emocional pasa por el filtro del agradecimiento constante por lo que he tenido y por lo que he sido, por lo que tengo y por lo que soy.
Dice Cervantes, aunque con otras palabras, que era preciso ser agradecido. Yo creo que va más allá: cuando nuestra vida termine, una de las sensaciones que más querremos tener es decir "gracias". Decir gracias nos ayuda en nuestro camino
La gratitud, como capacidad para reconocer un beneficio que se ha tenido, es un estado interior que se propaga hacia el exterior.
"No hay deber más necesario que el de decir gracias" Compartir
En esta vida, somos producto de un constante flujo de experiencias que nos provocan emociones de tipos muy diferentes. Es por eso que el deber más necesario es el de decir gracias.Lo que me hace feliz me reconforta y potencia mis nuevas ilusiones y sueños.
Lo que me entristeció y me provocó dolor, me enseñó. Agradezco por los recuerdos que me llenaron, pero agradezco a las que buscaban huir, porque gracias a ellas soy quien soy y lo sé.
Nuestras relaciones con los demás se fundamentan en ese sentimiento: cuando una persona hace algo por nosotros, incluso ofrecer un hombro en un mal momento, nos acercamos más a ella. Sabemos que
de las tristezas surgen las mayores complicidades
y que en las rupturas aparecen cicatrices e historias reales, que son sólo nuestras.
Agradecer aumenta nuestro bienestar emocional
Agradecer es equivalente a tener una actitud vital positiva
, es sinónimo de ver el vaso medio lleno, de despertar con el pie derecho o de abrir los pulmones para respirar. Algunos estudios, de hecho, han demostrado que agradecer mejora nuestra salud y ayuda a estabilizar nuestro bienestar emocional. La encargada de mantener el equilibrio de nuestras emociones es una sustancia química que se llama serotonina, que se encuentra en nuestro organismo.
Para no caer en una depresión, por ejemplo, los niveles de serotonina deben mantenerse estables, y para ello, una de las herramientas es la gratitud.
Haga la dieta de la alegría: una sonrisa cada mañana,un agradecimiento al final de cada día
Compartir Sería muy beneficioso si este post consiguiera que, al finalizar su día y al comenzar el siguiente, usted pudiera practicar esta dieta.
Ella no requiere esfuerzos ni sacrificios, pero contribuye con los nutrientes necesarios para ser mejores en cada momento.Nuestras relaciones afectivas con los que nos rodean se fortalecerán con esa energía producida por el agradecimiento recíproco, para quien está con nosotros y para nuestro yo, en las distintas fases de la vida.Las pequeñas cosas, las más simples, son las más importantes y las que más necesitamos agravar.
Los malos momentos nos ofrecen grandes cambios; los errores, los aprendizajes, las relaciones tóxicas, nuevas relaciones ... pero los días, los días nos ofrecen oportunidades.
Una detrás de la otra, sin excepción.Recomendados para usted