Cuando se trata de salvaguardar nuestro amor propio y nuestra dignidad, tenemos que tener siempre algo en mente: no podemos admitir disminuciones. Por eso decimos que la vida no quita a las personas de nosotros, sino que nos aleja de las que no necesitamos. Los vínculos emocionales son valiosos y, por eso, es determinante dejar de lado a las personas malas, sin corazón, que aplastan nuestra autoestima a veces sin cuenta.
En el momento en que usted se dé cuenta de ello, un mundo nuevo se abrirá ante sus ojos y usted dejará de necesitar la presencia de aquellos que sembraron dudas, incomodidad y reticencia en su cabeza.Dé su ausencia a las personas que le hacen mal Aleje de quien duda de usted, acercarse a quien lo valora, libérese de quien lo incomoda y ame a quien lo apoya. Deja tu ausencia de regalo a quien no valora tu presencia y muestre el valor que tienes.
Es usted quien determina su propio precio, por eso, es ese el valor que las personas interesadas le van a dar, aquellas que no ven más allá de su egoísmo y de sus necesidades. Por eso, es importante estar cerca de quien nos conforta y alejarnos de las personas que nos hieren deliberadamente. Por lo tanto:
Se aleja de lo que lastima, de lo que oscurece su vida, quede lejos de lo que se transforma en tinieblas. Se aleja de todo aquello que no tenga solución, de lo que esté acabando con su bienestar.Se distrae emocionalmente del dolor, del rechazo y de la traición; y las observa y aprenda.
Enfrente sus miedos, controle sus demonios.
- Tenga conciencia de que el sufrimiento es opcional.No maquille ni anestesie la realidad de los vínculos emocionales negativos por el miedo a perder.
- Recuerde que es usted quien decide cuáles son las reglas del juego de su vida.
- El dolor que deja huellas Cuando nos rompimos en pedazos para mantener a las demás personas completas, desintegramos nuestra capacidad de reacción.
- Es decir, debilitamos la determinación emocional que forma nuestra esencia. Esta desconexión con nosotros mismos tiene consecuencias terribles para nuestra salud emocional, pues nos aislamos de la realidad y menospreciamos nuestros deseos.
- Es necesario hacer una llamada de atención importante. Todos podemos ser personas tóxicas en algún momento de nuestra vida y en algún tipo de relación
- . Sin embargo, es más fácil ver el cisco en el ojo ajeno que la viga en nuestro propio ojo.
- Las malas relaciones suelen basarse en pilares de este tipo:
El presupuesto de un papel de víctima.
Tiranía exigente y celosa de lo que cree que defiende su dignidad cuando menosprecia el resto. Actitudes celosas.
Atención excesiva. Sumisión.Dominación y agresividad.
Autotoxicidad, el desequilibrio emocional interior
- El deterioro silencioso que se produce cuando intentamos convencernos de que todo está bien o de que algo puede ser reparado es garantía absoluta de autotoxicidad. Así, nosotros somos tóxicos para nosotros mismos cuando:
- Asumimos un papel sumiso ante las exigencias de los demás. Perdimos nuestra esencia por no atender a nuestros deseos y sucumbir a las exigencias de los demás.
- Nos hemos convertido en victimistas crónicos.
- Olvidamos nuestras emociones y pensamientos, así como nuestras realizaciones.
- Mantenemos un diálogo interno perjudicial para con nosotros mismos y con los demás.
- No nos valoramos.
Paramos de mirar dentro de nosotros.
Como se suele decir, es esencial que antes de intentar corregir el mundo, dimos unas vueltas alrededor de nuestra casa.
- No podemos resolver nada sin antes cuestionar el papel que desempeñamos en una relación tóxica. Más vale una autocrítica a tiempo que una herida emocional profunda en nuestro corazón por no haber sabido valorarnos a tiempo.
- No se desespere y recuerde: aunque sea difícil protegerse de la hipocresía y de la traición de aquellos que consideramos amigos, siempre tenemos que tener en cuenta que no todo lo que reluce es oro, pero aún así podemos confiar en el mundo.
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