Nuestro cerebro es una de las estructuras más maravillosas de nuestro cuerpo. La prueba es que, aun siendo una de las partes más estudiadas del cuerpo humano, todavía hay mucho que descubrir sobre su funcionamiento. Sin embargo, sabemos que dentro de él tenemos varios sistemas que se especializaron en una parte del funcionamiento de nuestro cuerpo. Uno de los sistemas más importantes es el conocido como sistema límbico.
La primera vez en la cual se habló sobre el sistema límbico, aunque de una manera menos conceptualizada y más primitiva de la que conocemos hoy, fue porque Paul Broca nombró una región ubicada en las proximidades de la glándula pineal, o mejor en el limbo o en la orilla, la región del "gran lobo límbico". Es de ahí que viene la lógica de su nombre, porque se sitúa en el limbo o en el margen de otras estructuras ya conocidas hasta aquel momento.
Pero el sistema límbico, tal y como lo conocemos hoy, fue conceptualizado por el fisiólogo MacLean en 1949. Amplió la conceptualización primaria de ese sistema, que Papez inició en 1939, dando su nombre actual. MacLean decidió por la ampliación del número de estructuras que lo componen porque consideraba que en nuestra evolución el desarrollo de la corteza cerebral fue tan importante como el desarrollo de nuestro cerebro emocional. "La felicidad es un estado mental activado por el sistema límbico."
-Antonio Damasio-
Por eso, el sistema límbico es conocido como cerebro emocional.
Pero el término cerebro emocional es totalmente correcto? Actualmente, cuáles son los componentes del sistema límbico? ¿Su funcionamiento es tan importante? Si usted continúa leyendo, encontrará las respuestas a esas preguntas! ¿Cuáles son las principales estructuras que componen el sistema límbico? El sistema límbico está compuesto por varias estructuras cerebrales interconectadas entre sí.
Esto hace complejo determinar con precisión qué estructuras lo componen y la función concreta de cada una de ellas. Sin embargo, estudios que son más corroborados por los científicos sugieren que las estructuras que componen el sistema límbico y sus respectivas funciones son las siguientes:
Hipotálamo Ubicado en la base del encéfalo, debajo del tálamo. Más específicamente se encuentra en la región central del tercer ventrículo, o mejor, hacia el centro y en la parte interna de nuestro cerebro.
Es una estructura cerebral pequeña, pero compuesta por varios núcleos y fibras, que es esencial para garantizar nuestra supervivencia, pues
se encarga de nuestro sistema nervioso autónomo y de nuestro sistema endocrino.
Además, organiza los comportamientos más importantes ligados a la supervivencia de la especie: lucha, alimentación, fuga y reproducción. Una de las estructuras del hipotálamo más importantes en el funcionamiento del sistema límbico son los cuerpos mamilares. Los cuerpos mamilares son una profusión del fondo del encéfalo en la extremidad posterior del hipotálamo. Que contienen varios núcleos hipotalámicos importantes y se encargan de los impulsos provenientes de la amígdala y del hipocampo, además del reenvío de esos impulsos al tálamo. Este los transforma en un importante canal de recepción y transmisión de información. Hipocampo
Es una estructura del prosencéfalo, situada en el lóbulo temporal, que tiene un formato característico de "caballo de mar". Es una de las áreas más ancestrales del encéfalo humano y por eso es la principal estructura ligada al hipotálamo en la regulación de los procesos básicos de nuestra supervivencia.
Además, el hipocampo es tan importante que
sin él no podríamos tener una identidad, ya que es un área esencial para el buen funcionamiento de nuestra memoria. Más específicamente de la memoria remota, aquella que nos proporciona el recuerdo de todo lo que ocurrió en el pasado y, por lo tanto, caracteriza en partes nuestra personalidad basada en las experiencias. El hipocampo también es una estructura muy importante en los procesos de aprendizaje. En cuanto al sistema límbico, el hipocampo es el principal encargado de la memoria emocional.
Esto quiere decir que cada acontecimiento que vivimos, sentimos y experimentamos es filtrado por el hipocampo, que junto con el hipotálamo permite que podamos recordar no sólo de las experiencias, sino también de lo que sentimos en relación a ellas. Amígdala La amígdala, o el complejo amigdaloide, está localizada en el ventrículo lateral del lóbulo temporal, más específicamente en el interior del lóbulo temporal. Esto quiere decir que es parte del llamado cerebro profundo, aquel en el que prevalecen las emociones básicas o el instinto de supervivencia. Se compone de tres núcleos principales: núcleos basolaterales, núcleo central y núcleos corticomediais.
Su principal función es la de integrar las emociones a los patrones de respuesta correspondientes a nivel fisiológico y conductual. Sus conexiones producen una reacción emocional, pero también permiten la inhibición de comportamientos debido a su estrecha conexión con el lobo frontal, participando así del conocido secuestro emocional.
Dentro del sistema límbico, la amígdala no es sólo la capitana de nuestras emociones, pero, asociada al hipocampo, también da origen a los recuerdos emocionales.
Pero eso no es todo, junto con el hipotálamo, llena nuestros procesos básicos de color emocional, asociando la ansiedad o las emociones negativas a la alimentación, el sueño o el comportamiento sexual. Fórnix o TrígonoEs un haz o un conjunto de (axones) en forma de arco que conecta el hipocampo a otras regiones encefálicas. Se destaca, en el funcionamiento del sistema límbico, su conexión con los cuerpos mamilares y con el hipocampo. Así, ese arco
es el principal encargado de la transmisión de información entre las principales estructuras del sistema límbico. Córtex límbico La corteza límbica se sitúa en el lóbulo temporal medial de nuestro cerebro.
Bastante relacionado con la memoria , en especial con la consolidación y la recuperación de memorias declarativas: tanto episódicas como semánticas. Además, al igual que el Fórnix, es una vía de conexión de información entre las diferentes estructuras cerebrales. Otras estructuras asociadas al sistema límbico
Como ya dijimos anteriormente,
no todos los neurólogos y neuropsicólogos concuerdan sobre la composición del sistema límbico debido a la complejidad de su funcionamiento. Por eso, algunos profesionales, para explicar su funcionamiento, también pueden tener en cuenta las siguientes estructuras: Circunvolución del cíngulo: proporciona una vía desde el tálamo hasta el hipocampo y está asociada a la memoria olfativa y al recuerdo del dolor.
Área septal:
participa en la inhibición del sistema límbico y en el nivel de alerta cuando la atención selectiva así lo requiere. Además, parece interferir para relacionar la memoria, la motivación, la emoción y el estado de alerta, moldeando las sensaciones placenteras y los estados de activación externos. Área tegmental ventral:considerada uno de los centros de recompensa por excelencia, interviniendo así en la regulación del placer y de los vicios.
Córtex pre-frontal:
es la parte racional por excelencia de nuestro cerebro, aquella que nos distingue de los animales. Su funcionamiento relacionado con el sistema límbico es silenciar o parar los "impulsos" emocionales provenientes del mismo. Él se encarga de controlar nuestros impulsos y su desarrollo es uno de los que se completa más tardíamente en el desarrollo general de nuestro cerebro. Después de todo, ¿es correcto tratar el sistema límbico como cerebro emocional? Para muchos autores es un término completamente correcto ya que la función principal del sistema límbico, como vimos, es la regulación emocional. De hecho, históricamente la función principal atribuida a ese sistema abarcaba sólo la gestión de las emociones.
- Actualmente, por otro lado, se considera la visión de ese sistema como el cerebro emocional muy reduccionista.
- Esto sucede porque, como hemos visto, se han descubierto varias funciones asociadas a las diferentes estructuras que lo componen ya su funcionamiento conjunto. Además, se considera que actualmente este sistema está involucrado no sólo con las emociones, pero también tiene vital importancia para la motivación, el desarrollo del aprendizaje y la memoria. Por eso, al pensar en el sistema límbico, debemos ir más allá de la consideración del mismo como cerebro emocional.
- ¿El sistema límbico es tan importante para nuestra supervivencia? Como hemos visto, este sistema se encarga de varias funciones, entre ellas aquellas esenciales para la supervivencia, representadas sobre todo por el hipotálamo. Por eso,
- sin él no podríamos vivir. Una muestra de esto son algunas de las enfermedades más curiosas, que pueden aparecer si alguna de las estructuras que lo componen es lesionada: Alzheimer:
provocado por una degeneración de diferentes estructuras cerebrales, sobre todo del hipocampo, produciendo en ese caso la pérdida progresiva de la memoria entre otros síntomas.
Síndrome de Kluver-Bucy:
enfermedad que afecta a la amígdala y los lobos temporales de ambos lados. Produce agnosia o falta de reconocimiento visual, hipersexualidad e hiperfagia, entre otros síntomas. Amnesia: principalmente anterógrada por el compromiso del hipocampo.
Alexitimia: Incapacidad de expresar y reconocer emociones tanto propias como ajenas. Estas alteraciones, entre muchas otras, nos muestran la importancia del sistema límbico en los diferentes aspectos de nuestro comportamiento, desde la memoria hasta funciones tan básicas como el hambre. Por eso,
es una estructura cuyo funcionamiento es uno de los más importantes dentro de nuestro cerebro.
Referencias Bibliográficas: Abril Alonso, Águeda del. (2005) Fundamentos biológicos de la conducta.
- Madrid: Sanz y Torres. Carlson, N. (2014).
- Fisiología de la conducta. Madrid: Pearson.
- Rosenweig, M .; Breedlove, S .; Watson, N. (2005) Psicobiología. Una introducción a la Neurociencia Conductual, Cognitiva y Clínica.
- Barcelona: Ariel.