La inflexibilidad y la culpa amenazan su salud mental

Si enfocamos los puntos recurrentes de los estados emocionales negativos, descubriremos que la inflexibilidad mental y la culpa aparecen regularmente en muchos casos. Podríamos incluso decir que, además de aparecer en muchos casos, están entre los principales agentes que mantienen esos estados negativos.

La inflexibilidad mental se refiere a la incapacidad de cambiar de opinión, incluso cuando todo nos demuestra lo contrario, y de observar una situación desde diferentes puntos de vista. De esta forma, esas personas se ocupan de la realidad basadas en principios muy rígidos y con pocos matices. Tienen patrones cognitivos tan definidos y rígidos, que vivir cualquier evento que rompe sus expectativas es una fuente de ansiedad.

CompartirEl origen de la culpa ya ha sido muy estudiado. Se puede decir que en ciertas sociedades de tradición judeocristiana, la culpa está impregnada en la forma en que procesamos los acontecimientos dolorosos.

En verdad, cuando recurrimos al Génesis, encontramos a una Eva culpable de haber mordido aquella maldita manzana. La culpa tiene su lado positivo en la medida en que impone un ejercicio de reflexión y nos ayude a corregir cualquier problema. Por otro lado, muestra su lado negativo cuando "pesa sobre nuestros hombros" como un peso muerto, que nos impide avanzar y envenena nuestra mente. Además, cuando se presenta de forma generalizada, la culpa es un sentimiento totalmente destructivo: no es útil, no es curador y no es creativo. La culpa y la inflexibilidad nos alejan de la comodidad mental

Estos dos factores causan una "rumoración", un concepto que se utiliza en la psicología para referirse a la incapacidad de dejar de pensar en algo. La rumor excesiva está asociada con trastornos psicóticos, neuroticismo, trastornos alimentarios y muchos otros. Esta relación es lógica: si no somos capaces de ver diferentes eventos desde diferentes puntos de vista, si todas nuestras ideas preconcebidas no encajan con lo que estamos viviendo, necesitamos descubrir dónde estamos fallando. Y acabamos pensando mucho, pero sin resolver nada.

Esta rumor es una autopunición mental provocada por nosotros mismos.

Acabamos de sentirnos culpables debido a esta inflexibilidad, a las cobranzas del ambiente en el que vivimos, nuestra creencia de que siempre estamos cometiendo errores porque no actuamos de acuerdo con nuestras ideas. Con estos dos aspectos actuando en nuestra mente, ella adquirirá una actividad "frenética, ansiosa e inútil".

Cómo percibir si la inflexibilidad y la culpa "amargan su vida" Para percibir cómo son afiladas estos dos cuchillos que perjudican su salud mental, es mejor ver un ejemplo:

Imagínese a una mujer que recibió informaciones suficientes para mantener en mente una mujer profecía: en el caso de ser madre, sería generosamente recompensada por su círculo social. Además, su cerebro tiene que procesar constantemente la misma información: el nacimiento de su hijo será algo feliz e insustituible, desprovisto de contradicciones y momentos de duda.

Su mentalidad sobre la maternidad será rígida, inflexible y utópica:

la maternidad es bella porque es algo instintivo y sabré ser una buena madre porque es hermoso, natural y me hará feliz en todo momento. En su esquema mental, las dudas sobre esta idea son inaceptables y peligrosas para su bienestar.

Esta mujer, experimentando el gran cambio que es un embarazo, el parto y el posparto, puede sentirse perturbado. Su embarazo fue lleno de incomodidad física, no estaba tan alegre como esperaba, y el parto y el posparto no fueron una experiencia gratificante. Entonces, aparece un sentimiento de vacío existencial profundo que se confronta directamente con sus expectativas y su esquema mental

.de un embarazo leve y agradable. Si su esquema mental no deja espacio para otros pensamientos que pueden aliviar la forma en que se siente, tales como los cambios hormonales que normalmente ocurren en esta fase, el hecho de que la fatiga sea desgastante y de que es normal sentirse "extraña" , ella evaluará todo esto de esta manera:

yo no soy una buena madre por no sentir solamente alegría y soy culpable por eso. Esta persona puede actuar de dos maneras: seguir culpando por no sentir lo que debería, o por el contrario, relajar su sistema de creencias para entender que la maternidad es una experiencia maravillosa, pero al mismo tiempo, compleja. Usted necesita aceptar todos esos sentimientos de dolor y percibir que ese momento que está viviendo está hecho de dolores y alegrías. Por eso, no debe luchar contra los sentimientos que usted cree que no deben pasar por su cabeza, sino luchar contra ese sistema de creencias y culpa que la está impidiendo vivir esta experiencia de una forma sana y suave.

Cómo combatir la inflexibilidad mental y la culpa Hay varias maneras de combatir a estos dos grandes enemigos del bienestar desde diferentes áreas y formas, desde el más teórico hasta el más práctico. Aquí veremos algunas de ellas:

Es el momento de relajarse . Esto no significa que usted debe acostarse en la cama durante horas sin hacer nada. Tener una mente tranquila es practicar la conciencia, descubrir el

Mindfulnness

y algunos libros, como los del autor Eckhar Tolle.

Practique lo que aprendió.

  • No es fácil comenzar a practicar sola esta forma de relajación para ayudarse a sí misma. Comience con algunas actividades fáciles y agradables, como hacer una caminata, pintar o leer. Si usted comienza poco a poco, puede progresivamente practicar otras actividades, como estar en una oficina enviando notas de pedidos o dando clases para 20 niños.Busque ayuda profesional.Es importante trabajar sus esquemas mentales rígidos y equivocados. Un psicólogo de orientación cognitiva es un profesional especializado para ayudarle a desmontar el esquema que le está haciendo sufrir innecesariamente, además de estructurar y explorar las ideas que son saludables para su vida. No es un "lavado de cerebro", es una ayuda en la que usted escoge lo que le conviene. Compruebe sus creencias.
  • No podemos evaluar nuestras creencias sin practicar una relajación. Si usted ya está más tranquilo, necesita hacer una revisión de sus creencias, es decir, revisar su forma de pensar y sus ideas preconcebidas, para vivir en armonía. Haga cambios progresivos.
  • Decir que usted dejará de ser tan inflexible, que se abrirá para las nuevas perspectivas de la vida, es una actitud muy alentadora. Sin embargo, es mejor redirigir esos cambios a hechos concretos. No podemos cambiar todo inmediatamente, los cambios ocurren todos los días. Los resultados de sus interacciones serán siempre mejores que los fantasmas de su mente.
  • Si usted fracasa, si siente ansioso o confuso, no tenga miedo. No hay nada malo en cuestionarse y trabajar mentalmente, por el contrario. Los cimientos más sólidos permanecerán, el resto caerá, y usted tendrá la oportunidad de reconstruir con pensamientos más ligeros y flexibles. Su salud mental le agradecerá que usted se atreve a hacer frente a estos dos cuchillos.
  • Actuando de esa forma, usted percibirá los cambios positivos que ocurrir en la forma en que usted se relaciona con los demás. ¿No es una buena noticia?