Siempre estamos tomando decisiones que tienen que ver con nuestro trabajo, nuestras relaciones ... Pero usted cree que son decisiones racionales y lógicas? Muchas vecesno somos conscientes de que nuestro pensamiento es un pensamiento desiderativo, que está formado por nuestros deseos. "Usted puede ignorar la realidad, pero no puede ignorar las consecuencias de ignorar la realidad."
-Ayn Rand-
Por ejemplo, cuando deseamos un objeto o una situación, alcanzar determinado objetivo o comprar aquella casa que queremos, esos pensamientos toman cuenta de nuestra mente, y de esa forma enviamos una señal a nuestro cerebro avisándonos que nos falta algo. Todas las decisiones que tomamos a partir de ahora serán influenciadas por este deseo.
¿Qué pasa entonces con la realidad? Ella se transforma en lo que queremos y empezamos a envergándola de una forma muy propia. No es difícil percibir que esto nos traerá muchos problemas, no sólo en términos de relaciones, sino también en relación al trabajo.
La realidad es como ella, es y por más que queramos verla con otros ojos, ella no va a cambiar. El pensamiento se convierte en un esclavo del deseo
Puede parecer exagerado, pero el pensamiento se convierte en un esclavo del deseo que está en nuestra mente, especialmente si el deseo es grandioso. Cuando esto sucede, no podemos tomar decisiones de forma racional. Ya no vemos la realidad verdadera, sino lo que queremos ver.
El pensamiento desiderativo se basa en la ilusión y la fantasía. De esta forma, no importa lo que realmente está pasando, si nos desviamos del camino correcto, si no tratamos bien a las personas, si estamos cometiendo errores ... No podemos ver nada de eso, porque estamos visualizando un mundo aparte, un mundo imaginario que, transformamos en realidad en nuestra mente. El pensamiento desiderativo puede ser una forma de motivación, pero, a menudo, puede transformarse en una forma de huir de una situación que no nos agrada. Por ejemplo, imagine una relación de pareja donde todo va mal. Nos gustaría que todo vuelva a ser como antes, cuando todo era mejor. Nuestro pensamiento recupera las memorias de aquel tiempo feliz, trae al presente y, de esa forma, creemos que todo está bien.La realidad puede ser muy dolorosa y, por lo tanto, inconscientemente, intentamos huir.
Compartir Estamos viviendo una fantasía sin querer y sin ser conscientes de que cerramos los ojos para lo que está pasando
. En realidad, estamos fingiendo. Nos concentramos en nosotros mismos, en nuestro propio deseo, y acabamos olvidando a los demás. Esto causa problemas serios a nuestro alrededor y en las relaciones. Las trampas del pensamiento desiderativoDebemos ser conscientes de que un pensamiento desiderativo no es algo real, sino un reflejo de lo que deseamos que suceda. Es necesario ser realista para no caer en ciertas trampas que pueden causar serios problemas en nuestras vidas. Algunas de ellas son:
Usted se concentra en el objetivo y no en el proceso: usted no es capaz de ver los errores que está cometiendo y, consecuentemente, no se corrige para alcanzar un buen resultado. Al final, lo que quieres tanto puede volverse contra ti.
Usted no comprueba si su objetivo es viable o no: cuando tenemos una meta o un sueño, lo primero que tenemos que hacer es verificar si es viable o no para evitar esfuerzos inútiles y decepciones. El pensamiento desiderativo le impide hacer esta evaluación y permite que invierte recursos en objetivos que no están a su alcance.Usted se frustrará y se decepcionará
: el pensamiento desiderativo lo hace vivir en un mundo de fantasía, un mundo que no es real. Cuando necesite encarar la realidad como ella realmente es, se sentirá frustrado y decepcionado. A pesar de eso, muchas veces, la persona prefiere seguir engañando que enfrentar la realidad.
Temprano o tarde, la realidad se mostrará como realmente es, mucho más cruel y mucho más amarga. Si usted vive en este mundo de fantasía por mucho tiempo, va a llegar un momento en que no conseguiremos distinguir lo que es real y lo que no es.
- Habrá momentos en nuestras relaciones en las que la gente intentará abrir nuestros ojos: será como una tapa de realidad que lo entristecerá. No te vayas de nuevo a un mundo de fantasía para sentirte mejor.Vivimos en un mundo real, del que no podemos huir aunque queramos. Si usted no abre sus ojos, las situaciones y la gente lo harán por usted. Pero es mejor hacerlo por sí mismo, para no lastimarse por un sueño que acabó, por una mentira que no era real.
- El pensamiento desiderativo es muy conveniente. Con él estamos cómodos, exactamente donde queremos estar. Sin embargo, también nos transforma en personas cobardes que huyen de la realidad y de todo lo que no quieren aceptar.