5 Actitudes inteligentes para encarar la vida

¿Qué piensas cuando escucha que alguien es inteligente? ¿Imagina una persona capaz de responder todos los cuestionarios triviales y obtener notas muy altas en las pruebas? Después de muchos de los descubrimientos que la ciencia realizó sobre el funcionamiento del cerebro y de las capacidades cognitivas, surgieron nuevas e interesantes teorías acerca de la inteligencia, sobre lo que realmente es y sobre cómo la utilizamos. Hoy podemos afirmar que la inteligencia no está relacionada exclusiva y necesariamente con el hecho de ser intelectualmente brillante. Debemos aprender a ver la inteligencia desde un punto de vista más integral, a través del cual ser realmente inteligente también implicará aspectos tales como ser creativo, reflexivo, sensible e incluso humilde.Pensando en ese concepto diferente de lo tradicional, podemos reflexionar sobre algunos rasgos comunes en la mayoría de esas personas o, diciendo de otra manera, qué actitudes inteligentes ellas usan para encarar la vida.

¿Cómo las personas inteligentes se enfrentan a la vida? Primero: aceptan que el fracaso es necesario para crecer, pero no permiten que un error los impida de llegar a las conquistas que desean. Los hábitos de las personas inteligentes tienen mucho que ver con el foco en el presente. Aquellos que ponen la inteligencia para trabajar a su favor evitan revisar innecesariamente sus errores pasados. Segundo: creen en el poder de la mente.

Conocen la necesidad de evitar los pensamientos negativos, pues saben que la negatividad atrae consecuencias desfavorables. No quiere decir que, por eso, no tengan problemas. La diferencia entre los más inteligentes y el resto de las personas es que los primeros enfrentan las dificultades, las resuelven y pasan a la siguiente. Tercero: no se preocupan por la opinión de los demás.

Para llevar un estilo de vida así es necesario evitar prestar mucha atención a lo que otros piensan de nosotros. La verdad es que nunca agradar a todos, de modo que es mejor vivir adecuados nuestras propias normas, ajustándonos a nuestra propia definición de éxito.

Cuarto: no pierden tiempo.Las personas consideradas inteligentes han logrado establecer hábitos que les ayudan a trabajar de forma más eficaz sin tener que trabajar más.

Un detalle muy importante: saben que cuando la mente está cansada, es inútil forzarla a conseguir más. Descansan cuando se sienten agotados, lo que les ayuda a volver a las tareas con más fuerza y ​​claridad. Quinto: evitan la soberbia y la ingratitud.

Las personas verdaderamente inteligentes saben que tienen capacidades limitadas, igual a todos los seres humanos.

Consideran que su valor está en lo que son y no en lo que poseen y son conscientes de que solos no van a conseguir nada, lo que las pone en sintonía con el resto de la humanidad. Las personas inteligentes colaboran con los demás y así agradecen la colaboración, una parte crucial para la felicidad. Una persona inteligente sabe lo poco que sabe, se ve a sí misma como una pequeña pieza de un vasto mundo, pero también entiende que tiene un enorme potencial para hacer cosas grandiosas, pues su corazón y su mente no tienen límites.