Ame como soy, no como quisiera que fuera. Porque algo se rompe en mi interior cada vez que usted requiere que actúe de cierta manera y que piense que debo hacer las cosas como usted haría.
Algo no funciona cuando no nos aceptamos como diferentes y cambiantes. Algo no funciona cuando nos sumergimos en nuestro discurso y dejamos de atender lo que los demás sienten, piensan y viven.
Es decir, en el momento en que descuidamos nuestra capacidad empática, nuestras relaciones se reestructuran y desintegran la simetría, creando así luchas por el control en lugar de la colaboración para el bienestar.
Alas o límites: los juegos de la energía
Normalmente exteriorizamos una serie de creencias y patrones de comportamiento sobre cómo deben ser las relaciones. Suponemos e intentamos mostrar que colaboramos con la persona que amamos, que cuidamos la estabilidad y la convivencia en pareja.
Generalmente esa capacidad individual de cooperar por el bien de la pareja es defendida arduamente por sus miembros. Sin embargo, la verdad es que muchas veces eso no es real y es posible presentir ciertos juegos de poder.
En las relaciones muchas veces empleamos energía, tiempo y dinero para conseguir algo que, en realidad, excluye a la otra persona y genera una relación asimétrica. Es decir, pretendemos con nuestro poder hacer que la otra persona actúe de la manera que queremos. Esta desigualdad en la posesión del poder determina que la esencia de sus demandas reales sean distintas. Eso es:
- Rosa quiere que Carlos acompañe su deseo de manera no conflictiva.
- Carlos quiere otra cosa, pero no tiene poder para cambiar el escenario actual.
Entonces suceden dos cosas:
- Rosa, en crisis, ve amenazada su posición de poder, lo que genera verbalización del tipo "Carlos está enojado, me quita de lo serio, es un neurótico, etc."
- Carlos, por otro lado, no concuerda y busca, como Rosa, implantar su punto de vista y salir con la razón.
Ame como soy: la importancia de amar a los demás de la manera como ellos son
Somos personas y, como tales, tenemos luces y sombras. En realidad, esto se reduce a una adecuación de nuestras expectativas. No podemos esperar que los demás cumplan siempre con nuestro parecer ni que hagan lo que queremos cuando nos conviene. Por eso es importante esperar todo de nosotros y dejar de lado concepciones idealistas sobre nuestras relaciones.
¿Qué sería de nosotros sin la pluralidad! Si no fuésemos universalmente únicos, el mundo y, por lo tanto, nuestros intercambios personales, serían demasiado aburridos. Por eso, partiendo de ese presupuesto, es imprescindible administrar nuestras expectativas (es importante, porque no podemos hacerlas desaparecer de manera radical) y respetar a las personas que nos rodean y de quien nos gusta. Si, por el contrario, dejamos que nos gobernen, perderemos nuestra esencia y lo que nos hace bien. "Nosotros haremos de nosotros mismos un"copia y pega", personas sin individualidad, ni criterio, que se vuelven vacías por atender a las expectativas de los demás y se olvidan de lo que ellos mismos desean, anhelan y piden.Ilustración principal de Benjamin Lacombe.