Todos nosotros ya sentimos diferentes emociones a través de la música: tristeza, alegría, sorpresa, miedo ... Es un vehículo que nos transporta al centro de nuestras emociones y las transforma, dejando más claro un día gris o haciendo recordar a personas y situaciones vividas que vuelven a nuestra mente por un instante. Esto ocurre porque las melodías poseen el poder de transportarnos al pasado. El aprendizaje que está vinculado a una emoción es más fácilmente recuperable para nuestra mente en el futuro. Por ese motivo,
todos aquellos recuerdos que despiertan un sentimiento y están asociados a una emoción serán más fáciles de recordar. Hoy en día, las terapias musicales se utilizan en enfermedades como el Alzheimer, con el objetivo de estimular el recuerdo, mejorar la atención, el humor y tener un efecto relajante. El estímulo sensorial a través de la música mejora diferentes formas de demencia.
La música en nuestro cerebro
La audición es uno de los sentidos más complejos y se comunica con innumerables áreas cerebrales. Entre ellas, se relaciona con el sistema límbico, el núcleo accumbens y el núcleo caudado, relacionados con el procesamiento cerebral.
Escuchar música libera dopamina de la misma forma que comer, hacer sexo o usar drogas
. Ella tiene un impacto en nuestro humor y nos hace sentirnos bien. La música induce cambios fisiológicos en nuestro cuerpo de la misma manera que cualquier estímulo emocional. ¿Quién nunca se ha arrepentido alguna vez escuchando una canción?La música tiene la capacidad de traer recuerdos relacionados tanto con el contenido de la letra de la canción, como con el recuerdo de un evento que ocurrió mientras escuchábamos determinada canción. Ella puede transportarnos para ese momento y hacer revivir las emociones que sentimos.
Las emociones facilitan el recuerdo
No es lo mismo recordar momentos que tienen un significado importante y que están vinculados a las emociones y recordar algo que no tiene ningún impacto en nuestra vida.
Aquellas situaciones que han significado algo para nosotros serán más accesibles a nuestro recuerdo. Por ejemplo, es más fácil recordar cómo estaba el tiempo en el día de nuestra boda que elegir un día al azar y tratar de recordar cómo estaba el cielo ese día. Nuestro cerebro registra y almacena todos aquellos momentos importantes para nosotros.
Debido a que la música está tan estrechamente vinculada a las emociones, puede terminar sirviendo como un estímulo que nos ayuda a recordar con mayor facilidad. Escuchar una canción que era nuestra música favorita cuando teníamos 15 años nos traerá el recuerdo de aquellos días, e incluso podremos volver a sentirnos como nos sentíamos en aquella época. Musicoterapia para ejercitar la memoria
Esta terapia es ampliamente utilizada con diferentes propósitos, desde la relajación hasta la mejora del humor. También se utiliza para mejorar la atención y la memoria, sobre todo en el caso de enfermedades mentales como el Alzheimer
. La musicoterapia es muy utilizada con estos pacientes, principalmente en estados muy avanzados de la enfermedad cuando ya no se puede trabajar cognitivamente.
Mejora la cohesión grupal, el contacto social y el humor, algo muy positivo en este tipo de paciente que normalmente presenta apatía, depresión y aislamiento. A menudo esta terapia tiene como objetivo principal utilizar la música con un medio para activar las emociones y, a través de ellas, recordar momentos vitales importantes para el paciente.Generalmente se colocan canciones de la época en que el paciente era joven, el tipo de música que él solía escuchar y le gustaba, tratando de evocar buenos recuerdos. De esta manera se facilita el intercambio de experiencias entre ellos.
En el caso de personas que están en una etapa muy avanzada de la enfermedad, aunque no puedan compartir la experiencia, está comprobado que son capaces de comprender y aprovechar la música
, ya que las vías auditivas tienden a conservarse. Se considera una buena herramienta a la hora de estimular sensiblemente a las personas que sufren de demencia.