La causa exacta que produce hipertensión aún no se conoce.Además, esta enfermedad es crónica, lo que quiere decir que puede ser controlada, pero no existe cura. Lo que puede tener son graves consecuencias. En los casos más extremos, conduce a la insuficiencia cardíaca oa los accidentes cerebrovasculares.
Todos los expertos están de acuerdo en la cuestión de que
los factores emocionales influyen mucho en el aumento de la presión arterial.Principalmente ante impactos muy fuertes o estados emocionales en los que el estrés se mantiene. Algunos profesionales, como el investigador Luis Chiozza, van más allá y también otorgan un papel muy importante a los procesos inconscientes como factores de riesgo o protección para la hipertensión. Vea con más detalles cómo es la relación entre las emociones y la hipertensión. "Lo que la gente calla con los labios no sólo suele expresarse con gestos o actitudes, sino también con el funcionamiento de sus órganos".
-Luis Chiozza- La relación entre las emociones y la hipertensiónLa rabia
Franz Alexander es un médico que estudió la relación entre las emociones y la hipertensión. Tomando como referencia los casos que trató, llegó a la conclusión de que existía un vínculo entre la rabia contenida o inhibida y esa enfermedad.
En sus estudios, el investigador destaca que los pacientes hipertensos suelen ser personas altamente sumisas y dependientes y que, al mismo tiempo, tienen dificultades para expresar una discordancia, lo que termina transformándose en hostilidad y rencor.
Según este investigador, la tensión que se produce entre lo deseado y lo que realmente ocurre es lo que da origen a la hipertensión.
Fisiológicamente, la contradicción entre la rabia y su represión acaba afectando los vasos sanguíneos.
Para decir esto en palabras que todos podamos entender, sacrificando un poco la precisión para recurrir a la simplicidad, podemos decir que lo que sucede muchas veces en la hipertensión es quedos sentimientos se oponen, que a su vez corresponden a dos procesos fisiológicos. La rabia, que aumenta la circulación y la represión, que da origen a la vasoconstricción. Esta tensión se aumenta, que es cuando da lugar a la hipertensión propiamente dicha.
Mittelman y Reiser, otros estudiosos que concuerdan con este enfoque, indicaron que la emoción contenida puede ser generada por diferentes motivos. Uno de ellos alude a los deseos frustrados de la dependencia. En otras palabras, los pacientes querían que otra persona cuidara de ellos, y eso resultó imposible. Otras fuentes de rabia contenidas son los daños a la autoestima, la sensación de amenaza de perder su empleo o la discordancia con una autoridad que teme, entre otros.El sentimiento de inferioridad
Viktor Von Weizsaecker, famoso médico alemán, añade a las explicaciones anteriores que el aburrimiento contenido en la hipertensión básicamente se relaciona con un sentimiento de humillación. Esto indica que quien sufre de hipertensión siente que no llegó donde quería en la vida y que la enfermedad es una manera de compensar la distancia.En el mismo sentido, el doctor Luis Chiozza afirma que la hipertensión aparece cuando sentimos que la dignidad personal ha sido herida.
Así, la persona hipertensa percibe que fue tratada de forma injusta y experimenta un sentimiento de impotencia ante las ofensas o los maltratos que recibió.
Existe un deseo a ser reivindicado, pero la carretera que escoge para eso es la de transformarse en alguien "digno de piedad". En otras palabras, aún más desamparado. Es por eso que surge la enfermedad.
Todos estos autores hablan desde una perspectiva psicoanalítica. A partir de este enfoque, lo que se pretende es descifrar los síntomas inconscientes, que muchas veces aparecen en el cuerpo, como ocurre con las enfermedades psicosomáticas.Ellos ven la enfermedad como el símbolo de una realidad inconsciente. Vale la pena decir que todos ellos fueron fuertemente criticados por las corrientes positivistas, que ven sus propuestas como pura especulación.
Además de todos estos debates teóricos, lo que parece es que los pacientes hipertensos tratados bajo la alzada de estas hipótesis mejoran. De la misma forma, muchos informes clínicos muestran una relación entre las emociones y la hipertensión, en particular entre las agresiones y las crisis hipertensivas. Por lo tanto,quien sufre de esta enfermedad puede muy bien preguntarse cuánto se siente realizado o respetado . Tal vez la respuesta a esta pregunta sea la clave para mejorar su salud.