¿Ha sucedido alguna vez con usted? ¿Enamorarse de alguien que no debería? ¿Vivir amores imposibles? Sea porque ya estaba comprometido con otra persona, por una gran diferencia de edad, por no ser correspondido, etc. Por la razón que sea, era una persona clasificada como imposible?
Si ya ha ocurrido alguna vez, sepa que esto es normal, porque el inalcanzable suele ser atractivo, sobre todo en la adolescencia: el (a) típico (a) alumno (a) que se apasiona por el (a) profesor (a). El problema es cuando siempre nos apasionamos por personas imposibles. De ahí ya no estaríamos hablando de mala suerte, sino que, inconscientemente, estamos buscando eso.
3 tipos de amores imposibles
1. El amor fantasma:se trata de idear a una persona, asignándole las características con las que siempre soñamos. Se llama fantasma porque, en realidad, esta persona no es como pensamos. Nos engañamos y creemos que es exactamente como nos gustaría que fuera y de esa forma nos apasionamos por algo que no existe. En términos de psicología psicoanalítica se llama también "amor anaclítico", lo que significa que elegimos amar a alguien concreto porque tiene características de alguien muy influyente en la infancia
, que satisfacía nuestras necesidades. En este caso, cuando la persona se da cuenta de que, en realidad, el ser amado no era como pensaba, va a desencantar y decepcionar, entonces volverá a colocar los pies en el suelo, dejará de idealizar y verá los defectos de la persona que, al principio, no veía por cuenta de la ceguera idealizadora. 2. El amor narcisista: cuando se busca a alguien parecido con nosotros o con las características que nos gustaría alcanzar. Es como una especie de egoísmo exagerado, en el que creemos que somos lo mejor y queremos encontrar a alguien igual.Estas personas siempre están buscando a la persona ideal y
nunca nadie parece ser lo suficientemente bueno para ellas.
Encontrar a alguien igual es muy complicado, ya que somos seres únicos. Por eso, quien busca este tipo de amor suele no encontrarlo. 3. El amor difícil: es el que es muy difícil de concretar. Ejemplos: un profesor y un alumno, una diferencia de edad significativa, un gay y un heterosexual, un paciente y un médico, personas casadas o comprometidas, etc.Generalmente este tipo de amor es atractivo porque es difícil, pero si es posible concretarlo, puede que se pierda el interés, ya que suele tratarse de una atracción física pasajera. Digamos que
suele tratarse más de algo pasional que emocional. Estos tres tipos de amor estarían clasificados como "imposibles" porque suelen generar conflictos. El primero porque, al idealizar a la otra persona, tarde o temprano nos vamos a decepcionar cuando percibimos que ella no es como imaginábamos; el segundo porque jamás encontraremos a alguien igual a nosotros; y el tercero porque es muy difícil conseguirlo y, si es posible, raramente daría cierto a largo plazo. Según la psicología psicoanalítica,
cuando nos apasionamos por los imposibles es debido a un complejo de Edipo no resuelto. En los primeros años de la infancia, nos apasionamos por nuestro padre o nuestra madre, aun sabiendo que no es correcto y, dependiendo de cómo se resolvió y el trato que nuestros padres nos dieron ante esta situación, podemos quedarnos para siempre la situación de enamorarnos de personas que no debemos.
¿Qué podemos hacer para elegir mejor y huir de los amores imposibles? Primero
debemos preguntarnos: ¿por qué las personas inalcanzables nos atraen?
Tengo miedo de comprometerme y, si me fijar en los amores imposibles, no tengo que pasar por eso? Para algunas personas, entrar en la intimidad amorosa presupone estrés, miedo y peligro; entonces, se fijan en los imposibles, disfrutan del amor idílico y, por éstos no pueden ser concretizados, se sienten seguros en su zona de confort. Otra pregunta para la búsqueda de la raíz del problema podría ser: "¿Estoy buscando suplir una carencia de la infancia?"
Por ejemplo, si tuvimos una madre autoritaria, que poco nos valoró, inconscientemente volvemos a fijarnos en alguien inalcanzable para revivir esa etapa de la infancia y conseguir, esta vez, la atención o algo emocional que nos faltó.
Lo esencial es encontrar la respuesta para el motivo por el cual no nos enfocamos en personas más alcanzables. El mayor motivo suele ser el hecho de no estar preparados para embarcarse en una relación amorosa, por inseguridades y miedos, ya que las relaciones a dos no son un mar de rosas, pero tienen un alto grado de compromiso y responsabilidad. Enamorados, entonces, por personas imposibles, disfrutamos de los sentimientos, liberamos adrenalina, soñamos, somos felices nos engañando por un tiempo, pero, bien allá en el fondo, sería aterrorizante que fuéramos correspondidos, porque el amor idílico es muy bonito, la realidad asusta. Primer trabajo en sí mismo para después encontrar un par Si alguien no se siente bien consigo mismo, no está preparado para estar con otra persona.
Estos conflictos internos suelen ser el motivo por el cual muchas personas, inconscientemente, siempre se pierden en lazos amorosos que no pueden concretarse. ¿Quién no conoce a alguien que nunca tuvo un par estable y vive de ilusiones imposibles e idealizaciones? Si pensamos bien y analizamos, seguramente descubriremos que esa persona tiene problemas personales.Lo ideal sería trabajar la autoestima y la aceptación propia.
Una vez que nos sentimos bien con nosotros mismos, amarnos y aceptar, incluso con nuestros defectos, estaremos preparados para embarcarnos en una relación a dos y seguramente elegimos mejor a los posibles candidatos con quienes compartir nuestra vida.