Nadie deja de preocuparse por el otro día para la noche

Es un hecho que las relaciones cambian y que el amor acaba. Sabiendo esto, es natural aceptar que, en un momento u otro, pasaremos de un primer plano a un segundo, hasta un tercero. Sin embargo, no es tan lógico que estos cambios ocurran del día a la noche, ni en una relación en la que, supuestamente, hay amor.

Cuando vivimos esto en nuestra piel, empezamos a estructurar un mapa mental con el objetivo de descubrir cuáles fueron las causas para que la persona nos haya dejado de lado. Obviamente, la consecuencia directa de estar pensando excesivamente en esta historia es muy simple: acabamos montando una película en la que ni nosotros mismos creemos.

Intentamos disculpar a la persona que nos ignora, que actúa de manera diferente y que, incluso, nos hace daño. Pasamos noches despiertas, despedazamos nuestra autoestima, decimos adiós al orgullo y transformamos en migajas nuestro amor propio.Compartir

Al final, el panorama que tenemos ante nosotros acaba siendo desolador: nos destrozamos y quien tenemos, o teníamos a nuestro lado, permitió eso e incluso potenció el daño. Sin embargo, usted puede incluso estar en el suelo, pero no hay nada como tocar el fondo para poder llegar hasta la superficie. En el mismo instante en que usted se da cuenta de que pasa un tiempo sin importarle a esa persona, usted percibe que necesita dedicarse un tiempo a sí mismo. Si cultivas esa relación, lograrás crear una red de intercambios sanos desde los que nunca más podrás destruirlo.

¿Cómo podemos saber que, en realidad, no se preocupan por nosotros?

Todo se reduce al hecho de que alguien que no es capaz de evitar su sufrimiento no merece su amor.

Es que el amor no entiende de protagonismos, ni de ideas ni de orgullosos. En estos casos, necesitamos hacer una playa con un grano de arena, lo que contribuye a la autodestrucción. El amor es la complicidad y el compañerismo, lo que significa poder confiar en el otro. Amar también implica una responsabilidad, la de hacer los malos momentos más soportados, la de disfrutar de las cosas buenas, la de andar de la mano y acompañar. Cuando todo esto falla, algo va mal ... "Cuando estás en una relación y se da cuenta de que, pudiendo evitar tu sufrimiento, el otro no lo hace, es porque todo ya se acabó"

Compartir4 señales de que no se está valorando1. La persona no intenta evitar su sufrimiento. El hecho de que el orgullo, las tareas o los intereses tengan más valor que su bienestar es un indicio de que algo va muy mal entre los dos.

2. La persona no atiende sus peticiones e incluso le hace sentirse culpable y egoísta cuando pide respirarSe entiende, con ese punto y el anterior, que lo que usted necesita no son cosas "imposibles". Es decir, que ni siquiera respetan los principios básicos de una relación: dedicación y gratitud. 3. Los pequeños detalles brillan por su ausencia

Ya no comparten prácticamente nada. No porque usted no quiere, sino porque cualquier cosa viene antes de ustedes dos, o mejor dicho, de usted. La persona no tiene el interés de hacerle sentirse especial, ni de mantener viva la llama del amor.

4. La persona no se preocupa por ti

Puede ser que sientas a esa persona cercana a ti más en los buenos momentos que en los malos, aunque también es probable que ella no esté a tu lado nunca, sea cual sea la circunstancia. ¿Qué otro indicio falta para que usted se dé cuenta de que algo no va bien?

No vale la pena mover montañas por alguien que no mueve ni una piedra por usted. Es hora de empezar a dar ausencias para quien no valora lo que tiene. Libérese y libere sus emociones ...

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