Todo comienza con un dolor en las rodillas o tal vez una molestia en la espalda que transformó de manera silenciosa su atractivo trabajo en un ejercicio irritante. En otros casos es la migraña o la ansiedad de las cuales no conseguimos desprendernos durante la carrera contra el tiempo en que nuestra vida se transformó. El médico en los ingresos uno de los tantos opiáceos y todo cambia porque ellos son los medicamentos más fuertes para aliviar el dolor. Pero también son los que más causan dependencia. Al tratar sobre este tema, es muy probable que venga a nuestra mente el nombre de alguna celebridad. Michael Jackson, Prince o Philip Seymour Hoffman fallecieron debido a la dependencia de tranquilizantes y opioides de algún tipo. Por ejemplo, el fentanil, un analgésico opiáceo sintético que se compra, obviamente, con receta médica. "
-Hipócrates-
Por más que nos llame la atención ese tipo de desenlace, en el cual el exceso se combina con el drama y el drama con la incomprensión no hay un dato objetivo:
ese tipo de fármaco está causando más muertes que el cártel de la droga.
No somos nosotros quienes estamos diciendo eso, sino el conocido psiquiatra Allen Frances, uno de los autores del DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales), que en los últimos años se ha convertido en uno de los principales críticos de la industria farmacéutica . Los opiáceos son los fármacos más comunes para el alivio del dolor, pero a veces, y aquí está el problema, el precio que pagamos por ellos es muy caro.Además, los utilizamos a ciegas porque desconocemos sus consecuencias a medio y largo plazo.
Vamos a hablar más sobre ellos.Opiáceos, las drogas con el mayor poder de provocar dependenciaLos opiáceos son, en un primer momento, un regalo para nuestro cerebro. ¿La razón? Sus principios activos imitan la actividad de las endorfinas, nos ofrecen placer y disminuyen el dolor. Su acción se muestra por lo tanto muy útil en cirugías, en el tratamiento de dolores agudos, persistentes, moderados e incluso para mejorar la calidad de vida de algunos pacientes de cáncer.
"La prioridad de cualquier dependiente es la de anestesiar el dolor de vivir para hacer el paso de los días más fácil con un poco de alivio comprado."
-Russell Brand- Cabe aquí diferenciar los opiáceos de los opioides. Los primeros hacen referencia a sustancias extraídas directamente de la planta de opio, como por ejemplo la morfina. Por su parte, los opioides, los más comunes, forman todas las sustancias endógenas o exógenas que tienen un efecto análogo al de la morfina y que pueden ser sintéticas o semisintéticas.
¿Cómo actúan?
Hay opiáceos de acción inmediata y opiáceos que debemos tomar siguiendo un cronograma preestablecido.
No importa si en el momento sentimos dolor o no, la acción del fármaco previene y regula la aparición del dolor. Todo esto se logra mediante un mecanismo sofisticado de nuestro cerebro. Es así como sucede:
Estos fármacos llegan a nuestro organismo para unirse a receptores opioides específicos
(μ, κ, y δ) del sistema nervioso y otros tejidos. Todos estos receptores están relacionados con la proteína Gi / o, que a su vez actúa inhibiendo la acción de la adenilato ciclasa, abriendo los canales de potasio y cerrando los receptores de calcio presinápticos, para disminuir así la excitabilidad neuronal y, en consecuencia , cualquier tipo de dolor.
- La acción de los opioides suele durar, en promedio, entre 3 y 4 horas. Pero los sintéticos pueden proporcionar un efecto mucho más duradero. Lo que una persona siente al tomar estos fármacos es una agradable sensación de relajación, una reducción drástica de la ansiedad y, a menudo, hasta una placentera sensación de bienestar. A pesar de eso, el efecto es breve, limitado, y cobra un precio muy alto: nuestro equilibrio y nuestra salud física y mental.
- Porque cuando el
"flooding" desaparece y ya no hay más biodisponibilidad, nuestro cerebro entra en "pánico" por no poseer tales sustancias para mantener la regulación de muchas de sus funciones. Si tomamos estos fármacos durante un tiempo determinado, habremos creado tolerancia y, por lo tanto, no vamos a tardar en experimentar el síndrome de abstinencia. Efectos de los opioides en nuestro organismo
Los efectos de los opiáceos y de los opioides varían en función del tiempo que la persona está tomando estos fármacos. Sin embargo, podemos diferenciar las siguientes etapas: Fase inicial Calentamiento de la piel. Resecado de la boca.
Extremidades pesadas.
Náuseas, picazón.
Después de 3-5 horas Somnolencia.
- Miosis: contracción de la pupila.
- Estreñimiento: estos fármacos suelen causar estreñimiento grave.
- Confusión, pequeñas alucinaciones visuales, mareos, dificultad para concentrarse, angustia, apatía ...
- Efectos a largo plazo
- Alteraciones digestivas: falta de apetito, estreñimiento crónico.
- Alteraciones cardiovasculares.
- Artritis y otros problemas reumáticos.
- Trastornos graves de memoria, de atención y pérdida de motivación.
- Alucinaciones, cambios bruscos de humor, ansiedad, insomnio ...
- Inflamación venosa.
- Infecciones de la piel y de determinados tejidos.
- Trastornos hepáticos.
- Enfermedades respiratorias ...
- La necesidad de regular la administración de los opiáceos
- Hipócrates definía los opiáceos en sus textos bajo el lema
- "Divinum opus est sedare dolores"
- (aliviar el dolor es una obra divina). En ese caso, es necesario contradecir al sabio galeno recordando, una vez más, que es tarea de los médicos y no de los dioses hacer eso y, a su vez, es nuestra responsabilidad de hacer buen uso de esas sustancias.
- "Los vicios nos alejan de lo que es más importante: nosotros mismos."
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- Es de conocimiento general que
un tercio de las personas que consumen esas sustancias durante un mes presentan tolerancia y dependen.
También se sabe que desde 1999 las ventas de opiáceos se han cuadruplicado en todo el mundo. Las industrias farmacéuticas hacen negocios con el dolor físico y el dolor de la vida, por lo que se necesita más que la simple concientización individual para lidiar con esa realidad. Necesitamos también estrategias apropiadas por parte de los gobiernos, las agencias estatales y los centros médicos en general. Porque a veces, un eventual dolor de espalda no necesita ser tratado con una droga legal que requiere receta médica. Necesitamos buscar otras estrategias. Referencias Bibliográficas:
- Jesús Florez (2008)"Farmacología humana"
Barcelona: Massón