Casi siempre es la misma historia: tenemos más conciencia de lo que otros quieren, de nuestras obligaciones y compromisos, que de lo que deseamos, y cuál es el resultado de ello? El desencanto. Sobrevivimos más de lo que vivimos y, como consecuencia, perdemos nuestros sueños y nos desconectamos de nosotros mismos. Con los "deberes" y las "necesidades" cerramos el acceso a ese nivel de nuestro interior y nos olvidamos del amor propio.
Cuando alguien no se toma en cuenta y lo hace durante un tiempo, ella acaba de despertar un día pensando que su vida está muy lejos de ser la que quería. El conformismo de dedicarse a lo que iba apareciendo, junto con lo que los demás le exigían, suele predicar un truco: llevarnos a un lugar en que nos sentimos extraños.
"No pierda el tiempo, porque es de ese material que la vida se hace." -Benjamin Franklin-
La trampa del conformismo
Muchos de nosotros somos buenos ejemplos de ese gran déficit en relación a nuestro lado personal, que no es egoísta y que invadió gran parte de nuestra sociedad. Un cambio progresivo que nos perjudica más de lo que beneficia, pero que la mayoría de las veces sabemos ocultar (de los demás y de nosotros mismos) a través del conformismo.
La creatividad de la infancia y la pasión que nos mueve en nuestra adolescencia se pierden en el olvido, apagando la luz que nos hizo brillar en estos momentos. Basta mirar alrededor y observar cómo las personas se dedican a trabajos que no aman, se conforman con sus relaciones y desperdician sueños.
La ilusión desaparece porque nos conformamos y nuestro crecimiento para.La zona de confort es demasiado agradable para soportar miedos, frustraciones e incertidumbres. Optamos por el plano B: lo simple, lo fácil.
No debemos persistir en la idea de pensar que es siempre mejor atender a lo que hay allá fuera que escuchar nuestro interior, pues eso genera dependencia de la aceptación por parte de los demás.Compartir
Usted no es egoísta, está cuidando de sí mismo
De vez en cuando conviene hacer un cheque emocional para saber cómo estamos. Preguntar cómo nos sentimos con nuestra vida en general y con nuestro trabajo, nuestras relaciones y lo que hacemos en particular nos dan pistas sobre nuestro bienestar.
Cuando el resultado es sentimientos de decepción y desencanto, es muy probable que nos encontremos viviendo nuestra vida como actores y actrices secundarios.El problema es que, aun sabiendo que debemos dedicar más tiempo a nosotros mismos, hay una pregunta que nos inquieta y nos congela: si lo hacemos, seremos egoístas?
¿Somos egoístas cuando salimos a buscar lo que necesitamos y que nos hace bien? Permítame decir que no, usted sólo está cuidando de sí mismo.El único amor que dura para siempre es el amor propio, por eso, si usted no se encarga de mantenerlo, ¿quién lo hará?No es conveniente conformarse con disminuciones ...
Nadie es egoísta por despertar y decir "no" y "llega", mucho menos por guardar minutos para sí y no estar 100% disponible para las demandas de los que lo rodean.No hay problema en decidir dejar de ser aquella persona que estaba siempre disponible para todos, pero nunca para sí misma. Más vale tarde que nunca.
Invierta en el amor propio
"La necesidad de aprobación de los demás equivale a decir: 'Lo que usted piensa de mí es más importante que la opinión que tengo de mí mismo.'" -Wayne Dyer-
Usted puede haber llegado a ser un especialista en saber en detalle lo que sus padres, su pareja o sus amigos quieren de usted, el problema es que usted paró poco o nada para pensar en lo que usted quiere de verdad. Saber esta respuesta es tan vital como respirar, pues afecta su autoestima y su bienestar emocional.
En respuesta a esto, la mejor solución es invertir en el amor propio.Lea a continuación cómo podemos encender la llama del amor propio por nosotros mismos.
- Considere una persona valiosa.Su valor trasciende más allá de sus errores y fracasos. Usted no es sus resultados, pero su capacidad para recomponer. El amor por ti es muy importante.
- Olvidar la idea de tener que agradar a los demás para estar bien.Esta práctica puede llegar a agotarte y, finalmente, destruirte. Nadie es egoísta por decir lo que piensa, siempre que lo haga con respeto y delimitando límites sanos para protegerse.
- Establezca sus prioridades.Para invertir en ti, tienes que conocer cuáles son tus prioridades: a qué o quién quieres dedicar más o menos tiempo para seguir construyendo tus sueños.
- Disfrute de sus momentos.Un día libre o, finalmente, ese fin de semana tan esperado. Aproveche el tiempo al máximo y deje sus obligaciones a un lado. Usted es el personaje principal de su vida, no un actor secundario.
"Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdad." -Jorge Bucay-
Si usted es alguien que está desconectado con su interior, advierte que volver a escuchar su suyo el diálogo interno en niveles profundos es una tarea que va a llevar tiempo. Piense en todos los muros que usted levantó, cada vez que usted se omite: ser capaz de escuchar de nuevo ese lenguaje no es una habilidad que se puede perfeccionar de una hora a otra. Sin embargo, si usted tiene paciencia, lo conseguirá, y puedo decir que lo que va a recuperar valdrá mucho para usted y para los que lo rodean.