Sabemos que el autoconocimiento es una herramienta fundamental para que nos convertimos en seres conscientes. Es necesario que rastreamos los cajones internos de nuestra alma para que nuestra riqueza interior pueda brillar como un diamante recién lapidado. Es necesario conocernos bien, nos encaramos de frente, para exorcizar los fantasmas latentes que existen en nosotros. "Al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, las emociones no son cosas subjetivas que ocurren sólo dentro de la mente humana. Se trata de experiencias que involucra reacciones orgánicas, bioquímicas y comportamentales.
Las emociones modifican la frecuencia cardíaca, la respiración, la coloración de la piel, la tonicidad muscular, además de provocar varias otras alteraciones en el organismo.
Las emociones son comportamientos observables, es decir, un observante externo puede comprender qué tipo de emoción un sujeto está sintiendo, de modo que las emociones pueden ser objeto de estudio científico. "
-Cesar AS Borella-
Sabiendo esto, podemos reflexionar y reflexionar entender que, si algo te hace sentir mal, tienes que revisar tus conceptos preliminares.
Necesitará observar sus emociones ante algunas evidencias. Necesitará reflexionar ante los hechos que se presenten desembocando fielmente en su dirección. Se observa con cautela, desechos en desaliento indican que usted todavía no está curado, que no está en total posesión de sí mismo.
Esto significa que necesitará recorrer los caminos que te llevar al conocimiento pleno de sí mismo. Hace algún tiempo, los asuntos políticos o la crueldad animal me causaban un tamaño malestar que ponía todo esto fuera de forma desconcertante. Fue necesario recoger el tiempo, para que pudiera percibir que estaba equivocada,que necesitaba reformular mis vivencias en forma de experiencias.
Fue necesario dar pasos más ciertos hacia el pleno desarrollo, en el desencadenamiento de sentimientos podridos que estaban estancados en mí. Eran las emociones que habitaban mis intentos que estaban gravemente heridas. Preveía madurar mucho para percibir que jamás actuaría de esta forma nuevamente, que no me permitiría más usar a los demás como subterfugio para encubrir mis dolores. Los dolores profundos estaban allí, tranquilos, aguardando tranquilamente por una nueva oportunidad, para que pudieran, sin timidez alguna, manifestarse en formas de explosiones emocionales desenfrenadas. Después de intenso sufrimiento, decidí que necesitaba parar, que necesitaba concentrarme mejor en mis cualidades, y en mis aspectos positivos, para sanar por un tiempo más largo, ese desarreglo repentino e infinitamente duradero.
Reflejo muchas veces, pero eso simplemente continuaba. Nuevas explosiones surgieron, hasta que, sutilmente, decidí racional y cimentadamente uniendo a la fuerza latente de mi corazón, parar inmediatamente con lo que me estaba haciendo sufrir. Fin de línea para aquellos tristes episodios.
Decidí acoger amorosamente mi sombra y aceptarla
, para que pudiera dar los próximos y certeros pasos. Había decidido acabar con aquella molestia que estaba haciendo mal para mí y para todos a mi alrededor. "Las emociones no son buenas ni malas, positivas o negativas; pueden ser unas más agradables y otras más desagradables, pero son todas fundamentalmente adaptativas, lo que significa que nos orientan hacia la supervivencia. En cierta forma, lo que las emociones hacen es regular nuestra atención, monitoreando el ambiente para situaciones de relevancia adaptativa y alertando nuestra conciencia hacia esas situaciones. "
Después de intensa reflexión ya través de mucha lucha, patinando en las arenas de mí misma, decidí cambiar. Los episodios de ira se fueron cada vez menos frecuentes y empecé a percibir que estar en armonía conmigo misma era algo extraordinariamente bueno. Estaba ganando confianza a partir de mí.
Hoy siento tranquilidad, la embargada sensación todavía existe en algún rincón de mi alma, pero las cosas empezaron a transformarse en un sentido revelador.Paralelamente, decidí aquietar la voz aburrida que resonaba de los acordes que emergían a través de los recónditos que brota de dentro de mis sensaciones más íntimas. Los viejos episodios terminaron cerrando, y hoy me encuentro en posesión de mis sentimientos más íntegros. Con el alma serena prosigo, sintiendo, de alguna forma, vencedora. En el fondo, hoy sé que el camino de flores que he escogido ya no necesita reposar en la oscuridad de la noche insegura que avasalló innumerables momentos míos.
Hoy, decidida, camino, en la certeza de esa marcha que es capaz de ver en el otro, una continuación de mí misma.
El verbo amar habla íntimamente con mi alma, permitiéndome interactuar con la calma, la sabiduría y la dulzura, que sólo quien ha vivido mucho acerca de esas emociones, podrá hablar con la propiedad de alguien que ha encerrado un capítulo que nunca volverá a repetirse. Pero, si por obra del azar el pasado decidiera visitarme, por un descuido descuidado, sostén mi mano dulcemente y me llevaré en el regazo, caminando hacia el camino que sobritamente opté por escoger.
Y diré a mí, sabiamente:
¿Qué tal reanudamos de donde paramos? Y entonces le pregunto:
¿Cómo se ha tratado últimamente?
Sabemos que hay que acoger nuestra sombría sombra para que en el futuro podamos ver reflejada en el espejo una imagen acorde con lo que de mejor hemos guardado dentro de nosotros.
Surgirá para usted, a su debido tiempo, un camino límpido y translúcido, donde la amabilidad será el morador que pasará a habitar un lugar bien especial que ciertamente ya existe dentro de sus mejores sentimientos. Es necesario y fundamental que no desistamos nunca de ser quienes realmente somos. Es necesario luchar ferreamente para ser quienes nacemos para ser, convirtiéndonos en personas lúcidas y capaces de donar al otro todo lo que quisiéramos recibir, iluminando nuevas conciencias y, siendo así, generando concientización. Porque para amar, es preciso simplemente darnos, transformando oscuridad en luz sana. Seguimos, esa lucha jamás tendrá fin, lo que perdurará en nosotros será apenas la percepción de quien anhela hacer de ese mundo un lugar mejor para que todos podamos convivir y vivir.
Sigamos tranquilos.
Cierro con la preciosa narración de Jung sobre su descubrimiento de la sombra:
"Tuve un sueño que me asustó y me animó al mismo tiempo.
Era de noche y me encontraba en un lugar desconocido.
Avanzaba con dificultad contra un fuerte viento. Una densa bruma cubría todo. En mis manos en forma de copa, había una débil luz que amenazaba con extinguirse en todo momento.
Mi vida dependía de esa débil luz, que yo protegía preciosamente.
De repente tuve la impresión de que algo avanzaba detrás de mí. Miré hacia atrás y me di cuenta de la forma gigantesca de un ser que me seguía. Pero al mismo tiempo era consciente de que, a pesar de mi terror, debía proteger mi luz a través de las tinieblas y contra el viento. Al despertar me di cuenta de que la forma monstruosa era mi sombra, formada por la pequeña llama que había encendido en medio de la tempestad. Sabía también que aquella frágil luz era mi conciencia, la única que poseía. Confrontada con el poder de las tinieblas, era una luz, mi única luz.