Hay personas que aparecen en nuestra vida como por magia. Ellas son maravillosas coincidencias de felicidad, son amores que no duran, y usted necesita saber dejar ir, para vivir en equilibrio ...
Dejar ir nunca es fácil. Es necesario tener coraje y estar plenamente convencido de que "renunciar a esa relación, amistad o situación, es vital para nuestro equilibrio y felicidad.
Reconocer la necesidad de cerrar un ciclo ya es un acto de madurez . Sin embargo, el acto de reconocimiento es un paso muy difícil y lleno de tristezas; es como vencer un duelo personal.Dejar ir, en la mayoría de los casos, es una reconstrucción
. Tenemos que reflexionar al respecto y, muchas veces, recomenzar "desde cero.Pero también tenemos que tener en cuenta que muchas personas acaban por no aceptar y tratar adecuadamente el final de un ciclo.
Algunos creen que
terminar una relación es poner un punto final en la propia vida. Después de ese adiós y de esa separación no existe nada más. Dejar ir es el acto del destino que cierra la cortina sobre su vida emocional. Debemos tener cuidado con este tipo de pensamientos y actitudes derrotistas. Después de un término, se abren nuevos caminos y oportunidades para ser felices como deseamos.
Hoy te invitamos a reflexionar sobre eso.
Llaves para dejar ir con madurez y sabiduría
Al comienzo del artículo, hablamos sobre coraje y convicción. Sin embargo, el acto de dejar ir integra mucho más dimensiones, es mucho más estrategias personales que vale la pena conocer.
1- Usted es el arquitecto de su propio destino Podemos haber creído por un tiempo que determinada persona apareció en nuestra vida porque el destino quiso así. En el amor, usted debe mantener sus pies en el suelo, el corazón atento y las alas de su crecimiento personal bien abiertas
. Las relaciones afectivas no se nutren con magia, sino con el bienestar diario, el empeño y el entusiasmo.
El destino es construido en el "aquí y ahora" y si en este momento usted no se siente feliz o animado, evite ser "el eterno prisionero del sufrimiento". Su destino y su voz interior están tomando otro camino: el de su bienestar.
Compartir2- Dejar ir es asumir sus propias necesidades
No tenga miedo de decir en voz alta que usted también tiene necesidades.Nadie es egoísta por pedir respeto, por tener la necesidad de ser oído, amado y cuidado.A veces, cuando las cosas no van bien, en vez de concientizarse de nuestro sufrimiento emocional, nos apegamos a determinados aspectos:
- Al miedo:
miedo a lo que va a suceder si lo hago o lo digo. Miedo a estar solo, miedo a errar, miedo a los cambios ... - Muchas veces pensamos que sería mejor "esperar un poco más", porque es posible que las cosas cambien, que la relación mejore ... Pero, el tiempo pasa y nada de eso de que suceda. Nada cambia. "No tenga miedo de reconocer su propio vacío, ni siquiera de decir en voz alta de lo que usted necesita para ser feliz. No hay orgullo o egoísmo en eso, sino una sinceridad valerosa y madurez emocional ".
Compartir las necesidades son parte de nuestra autoestima, nuestro crecimiento personal y nuestro bienestar.
Si usted no se percibe a sí mismo como una persona completa y feliz, no destruya su integridad; reaccionar. Cierre este paso ... Deja ir.
3 . Las personas no determinan sus puntos finales, nadie tiene el derecho de cerrar sus puertas
Dicen que siempre guardamos en nuestros corazones el recuerdo de aquella amistad perfecta que acabamos perdiendo o del amor que tanto nos lastimó, y que desde entonces, cambiamos por dentro .
Es posible. Sin embargo, ninguno de estos hechos pasados debe marcar los puntos finales en nuestras vidas.Sólo porque alguien ha fallado con usted en el pasado, usted no debe negarse a mantener nuevas amistades. Y porque alguien te lastimó, no puedes dejar que tu corazón gotea y caiga en desesperación.
Concentra en tu aquí y ahora. Nadie es dueño de su destino, nadie tiene el derecho de poner un punto final en el libro de su vida. Dejar ir es abrir un espacio para permitir que las cosas nuevas y mejores lleguen. Siempre atienda al interior de su corazón, pues allí vive la verdad de sus sentimientos. Ellos son los únicos a quienes usted debe oír con madurez, equilibrio, sabiduría ... Y mucho coraje.