Los árboles curadores, según el Tao

Los árboles son amigas silenciosas de las cuales nos acercamos espontáneamente: buscamos su sombra, nos recostamos sobre su tronco o las escalamos como un desafío divertido. Los árboles ejercen una atracción natural sobre los seres humanos. Ellas son seres vivos y, en cualquier lugar que estén, tenemos la sensación de estar acompañados.Donde quiera que haya un árbol, también hay oxígeno y, por lo tanto, vida. El investigador Matthew Silverston hizo un estudio sobre los árboles y publicó un libro llamado 'Blinded by Science', donde desarrolla una teoría interesante sobre el beneficio de abrazar los árboles y estar en contacto con ellos. "Entre el hombre y el árbol existe un vínculo vital imperceptible que une sus destinos".

- George Nakashima - La "terapia de los árboles" es una corriente que utiliza estos nuevos descubrimientos. Sin embargo, hace miles de años

las culturas orientales ya hablaban sobre los beneficios para la salud física y mental de abrazar los árboles
y mantener contacto con los bosques. El Zen es una de esas doctrinas que valora el poder de sanación de la naturaleza.

Los árboles y la salud Basándose en los estudios de Oriente y Occidente, encontramos una serie de beneficios específicos cuando abrazamos un árbol. Ellas son seres vivos como nosotros y poseen la capacidad de comunicarse con las personas, curar sus almas y sus cuerpos. Algunos árboles se han vuelto relevantes por su poder curativo específico para ciertas enfermedades.

Son las siguientes.

Pinheiro. Ellos son reverenciados en la cultura china y japonesa y se consideran árboles inmortales. De acuerdo con la sabiduría Zen, fortalecen el sistema nervioso y mejoran la circulación. Ciprés.

  • Abrazarlos ayuda a alcanzar una mayor serenidad, reduce el calor del cuerpo y la rabia. Sauce.
  • Ayudan a regular la humedad del cuerpo y tratan del sistema urinario. Ulmeiro.
  • Fortalecen el estómago y calman las emociones. Ácido.
  • Ellos ayudan a limpiar la "mala energía" o pensamientos negativos, y disminuyen cualquier dolor físico. Abeto.
  • Reducir la hinchazón y ayudar en la curación de fracturas óseas. Bétula.
  • Contribuyen a desintoxicar el cuerpo.Canelero.
  • Mejoran la salud del corazón y de todos los órganos abdominales. Remolque.
  • Contribuyen a mejorar el funcionamiento del páncreas y del estómago. Figueira.
  • Mejoran el sistema digestivo y reducen la temperatura del cuerpo. Acacia.
  • Ayudan a reducir la temperatura del corazón.Dicen que Galeno, uno de los padres de la medicina, aconsejaba a todos sus pacientes a pasar algún tiempo en un bosque. Paulino, otro médico de la misma época, afirmaba que los pacientes con epilepsia mejoraban cuando dormían cerca de tiras floridas.
  • Todos los médicos reconocen el valor de curación del contacto con la naturaleza.Las terapias con árboles y bosques

La terapia con árboles es un campo de la medicina alternativa que utiliza árboles y bosques como fuente de curación. Toda vegetación contiene grandes cantidades de iones negativos. Por lo tanto, cuando el cuerpo entra en contacto con ellos, queda libre de las toxinas electromagnéticas y mejora el estado de ánimo.

Desde el punto de vista de este enfoque, el contacto con los aparatos eléctricos y el estrés hacen que el cuerpo se llene con iones positivos. En estos casos, es como si el cuerpo se convirtiera en un transformador ambulante. Algo que te hace sentir cansado, irritado, malhumorado, depresivo y sin energía. Sólo tienes que tener contacto con un bosque y todo esto es neutralizado.

Cuando abrazamos un árbol, sus energías funcionan como energías sanadoras de los males en general. Caminar descalzo en el campo y abrazar árboles son prácticas recomendadas

principalmente para las personas que se sienten nerviosas e inseguras. También es muy útil para personas con fatiga excesiva o que se sienten emocionalmente sobrecargadas. Matthew Silverston dijo que es como "absorber las vitaminas de aire", y que esto activa todas las funciones del cuerpo y de la mente. Uno de los fardos de la vida en las grandes ciudades es precisamente la dificultad de entrar en contacto frecuente con la naturaleza.

El simple hecho de mirar el verde de la vegetación y respirar el aire generado alrededor de ella es una bella experiencia. No es necesario tener muchos conocimientos para percibir que los bosques nos tranquilizan. Además, no cuesta nada, no requiere ninguna habilidad, y nos trae muchos beneficios. ¿Por qué no incluir una visita a un bosque o campo dentro de sus actividades habituales?