El complejo de Edipo es considerado la piedra angular del psicoanálisis freudiano. Es uno de los conceptos fundamentales de la teoría psicoanalítica, tanto para explicar la formación de la estructura de personalidad como para comprender la clínica.
En relación a la teoría, el complejo de Edipo constituye el eje central de la teoría del movimiento y de la metapsicología freudiana, ya que a partir de él se explica el funcionamiento psíquico y la formación de la personalidad. En la época, esto generó un marco y significó una revolución, ya que ese nuevo enfoque partió del principio de la causalidad psíquica, con base en el inconsciente, para explicar la formación de la personalidad. La importancia del complejo de Edipo en el análisis clínico reside en la causalidad de éste, donde, dependiendo de su desarrollo y resolución, se desarrollará una determinada estructura de personalidad y, con ella, la generación de síntomas en las diferentes modalidades estructurales (psicosis, neurosis, perversión ).
¿Qué es el complejo de Edipo?
Para empezar, es necesario aclarar que el uso del término técnico - complejo - en el psicoanálisis se refiere a un conflicto. Así, el significado es radicalmente diferente del uso que se le da en la psicología o en la jerga popular, donde se refiere a "estar complejado" o "tener complejos". Por lo tanto, el complejo de Edipo alude a un conflicto basado en un conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta en relación a sus padres. Freud lo define como el deseo inconsciente de mantener una relación sexual - incestuosa - con el progenitor del sexo opuesto - la madre - y de eliminar al padre del mismo sexo - parricidio.
"Por primera vez, el niño debe intercambiar placer por la dignidad social."
-Sigmund Freud- Formalmente, Freud da status de complejo al complejo de Edipo en su obra "Cinco conferencias sobre psicoanálisis" (1910). Decimos formalmente porque se sabe que él usó ese término desde 1897, haciendo referencia a la obra maestra de Sófocles denominada "Edipo Rey". Freud utiliza la tragedia griega de Edipo Rey para explicar la universalidad de la ambivalencia que el niño siente en relación a los padres, así como el desarrollo de los componentes heterosexuales y homosexuales. Asunto que será retomado en la adolescencia, donde hay una transformación de la sexualidad y la quiebra de la autoridad parental. ¿Cuál es la importancia del complejo de Edipo?
Freud, en su obra "Tres Ensayos para una Teoría Sexual" (1905), asegura que en los niños es recurrente la fantasía incestuosa de expulsar y sustituir al padre rival
, es decir, el padre para el niño y la madre para la niña chica. Una fantasía que despertaría al mismo tiempo la culpa y el miedo al castigo.
El mecanismo de defensa sería una respuesta "natural" a esa dinámica, para dar una resolución a esos deseos. Los mecanismos de defensa que actuarán serán diferentes dependiendo del tipo de personalidad emergente. En el caso de la neurosis, la represión permitirá la resolución edípica, mientras que en el caso de la psicosis la resolución edípica sería dada por el cierre, y en la perversión por la negación.
"La neurosis es la incapacidad de tolerar la ambigüedad."-Sigmund Freud-
Los mecanismos de defensa utilizados por cada persona para solucionar el complejo de Edipo determinar la estructura de su personalidad y, por lo tanto, también condicionarán cómo se enfrentan y dan cuenta del mundo externo, y también del interno. Jacques Lacan, un psicoanalista francés muy ligado a la corriente freudiana, es quien explicará mejor el papel desempeñado por el cierre y la renuncia como mecanismos de defensa.
Ahora, profundizando el papel desempeñado por el complejo de Edipo en cuanto a los sentimientos de ambivalencia que pueden existir para con los padres, hay una función de ese complejo que se destaca por encima de todas las demás: permite la introducción del niño en la norma - la ley - y la cultura. Freud hace referencia a esto en su trabajo "Totem y Tabú" del año 1913, cuando escribe acerca de la horda primitiva.Relación entre Totem y Tabú y el complejo de Edipo
En la obra de 'Totem y Tabú', el arrepentimiento y los sentimientos de culpa que surgieron en la horda tras el asesinato del tótem hicieron que se instaurara un nuevo orden social basado en la exogamia; es decir, en la prohibición - o tabú - de poseer las mujeres del clan. Al mismo tiempo, dieron lugar al totemismo - determinación de matar al tótem - figura que sustituye simbólicamente al padre.
Las prohibiciones del totemismo (el incesto y matar el tótem) representan los dos deseos inconscientes centrales del conflicto edípico. Freud concluye en esta obra que el complejo de Edipo es la condición central del totemismo, por lo tanto, universal y fundador de la cultura en cualquier sociedad humana. Freud articula el complejo de Edipo con el complejo de castración, que es la reacción ante la intimidación sexual o la reducción de la práctica sexual durante la primera infancia. El complejo de castración será la consecuencia del establecimiento de la norma, la prohibición introducida por la figura paterna. La amenaza de castración (en el hombre) o la idea de haber sido castrada (en la niña) dará origen al mecanismo de represión de la primera sexualidad, para posteriormente en la adolescencia permitir una elección u objeto exogámico.
Así, después de la acción de represión (mecanismo de defensa), en los neuróticos
aparecerá el establecimiento de una instancia psíquica muy importante: el superyó.
Esta instancia producirá un orden psíquico, y lo hará a través de la introducción de la norma social; una norma que también se atribuye a la figura del padre. Esta introyección de la ley permitirá que el niño empiece a ordenar su mundo interno, teniendo en cuenta los deseos y las demandas externas. Funciones del complejo de Edipo El complejo de Edipo será un pilar fundamental para la teoría psicoanalítica. Freud atribuyó diferentes funciones al mismo:
El descubrimiento de un objeto de amor que deriva de la resolución de sentimientos de ambivalencia hacia los padres.
La aceptación de la ley de la prohibición del incesto.
El acceso a los genitales, como persona ya constituida: con sus propios atributos y características de personalidad. Constitución de las diferentes instancias psíquicas, especialmente la del superyó como producto de la asimilación de la autoridad paterna.
La identificación para un ideal.
La aceptación del propio sexo.
Después de lo que dijimos, se puede ver que el complejo de Edipo, para Freud, está encuadrado en una relación triangular formada por la madre, el padre y el niño. La resolución de este "triángulo" condicionará la personalidad del niño, junto con la introducción de la norma que permitirá la asimilación de un orden social y cultural. "La civilización comenzó en el primer momento en que un hombre enojado jugó una palabra en vez de una piedra."