Autoconcepto: origen y definición

Podemos entender que el autoconcepto es la idea o imagen que tenemos de nosotros mismos.Este reflejo interior está formado y condicionado por los diversos papeles que desempeñamos, nuestras metas y objetivos, nuestra personalidad, nuestra ideología o filosofía, etc. Por otro lado, esta idea de nosotros mismos es dinámica, lo que quiere decir que varía con el tiempo, siendo sensible a los cambios en las áreas que ya enumeramos.Conocer a nosotros mismos nos ayuda a decidir qué y cómo debemos pensar y qué tenemos que hacer en cada situación.

Este conocimiento de sí mismo puede darse a nivel individual o grupal. La conciencia de nuestra identidad y de la de otras personas hace nuestra vida más simple y facilita nuestras relaciones interpersonales e intergrupales.En la psicología podemos estudiar el autoconcepto a partir de diferentes perspectivas. Los psicólogos de la personalidad se enfocan en conocer el contenido de la identidad, creando tipologías de la misma. La psicología social está interesada en verificar en qué medida el autoconcepto afecta las relaciones que tenemos con los demás o como él está condicionado por las relaciones que tenemos con ellos.

¿Cómo se modifica el autoconcepto?

A continuación

hablaremos de dos teorías que explican cómo el autoconcepto es creado o desarrollado.Una de ellas es la teoría de la autodiscrepancia, basada en una regulación interna del individuo. Y la otra es la teoría del autoespacio, basada en una regulación social.La teoría de la autodistribución

Esta teoría parte de la base de que el ser humano busca coherencia entre las diferentes percepciones que tiene de sí mismo.

Aquí entran en juego los autoconceptos interconectados, los cuales vamos a exponer de forma breve a continuación:El "yo ideal":

  • es el autoconcepto que nos indica cómo queremos ser un día.El "yo responsable": es el autoconcepto que tiene la idea de cómo deberíamos ser un día.
  • El "yo potencial":es la idea sobre nuestro potencial, hasta qué punto podemos llegar a ser.
  • El "yo esperado": es el autoconcepto sobre la previsión de lo que podemos llegar a ser en un futuro.Estos autoconceptos son bastante similares entre sí, sólo se diferencian en pequeños matices.
  • El importante de estos "yoes" es que actúan como generadores de discrepancia con nuestro concepto actual.Y cuando uno de ellos es disonante con nuestro autoconcepto actual o incluso entre ellos, genera una ansiedad. A partir de aquí, esa ansiedad va a motivar ciertos cambios en los autoconceptos para así solucionar la discrepancia. Por ejemplo, si en nuestro "yo ideal" nos vemos como personas solidarias, pero normalmente nos comportamos con actitud egoísta, existe una discrepancia.

Esta disonancia puede ser resuelta de varias formas: (a) cambiando nuestro comportamiento egoísta y, con ella, nuestro concepto actual; (b) cambiando la percepción de nuestro comportamiento, dejando de considerarlo como egoísta y alterando así nuestro concepto actual; o (c) cambiando nuestro "yo ideal", adaptándolo a nuestro concepto actual.La teoría del autoespacioEsta visión parte de la creación del autoconcepto como un proceso en el que el social tiene mucho peso.

La creación del mismo se debe a las ideas que los demás tienen sobre nosotros. Así, construiremos la noción de cómo somos a través de la información que los demás nos dan sobre nosotros.Esto es porque percibimos que en la mente de los demás existe una idea de cómo somos, por lo tanto, intentaremos saber cuál es esa idea.Tendremos una motivación para evitar la discrepancia entre la idea que los demás tienen de nosotros y nuestro propio autoconcepto.

Cuando exista esa disonancia, podremos resolverla de dos maneras: (a) cambiando nuestras relaciones por otras que nos vean como pensamos que somos, o (b) cambiando la idea que tenemos sobre nosotros mismos.

Esta teoría explica en gran medida por qué buscamos relaciones que estén de acuerdo con nuestro autoconcepto y evitamos a aquellos que nos ven de forma distinta a la que creemos que somos. Ella también nos ayuda a comprender los efectos de las expectativas sobre una persona, como el famoso Efecto Pigmaleón.

Un aspecto importante es queno solemos ver cómo los demás realmente nos ven, sino cómo pensamos que nos ven. No determinamos la forma en que los demás nos ven a través de la información que recibimos de ellos, sino a través de nuestras autopercepciones. Creamos una idea de nosotros mismos, y pensamos que los demás nos ven de la misma manera.

Ambas teorías nos explican cómo el autoconcepto es formado y modificado de formas diferentes, pero no contradictorias. Es interesante ver desde una perspectiva amplia y entender cómo los "yoes" de la teoría de la autodistribución también pueden ser creados y modificados debido a la influencia social. Al tener en cuenta las dos posturas a la hora de explicar el autoconcepto, conseguimos obtener un punto de vista sólido de los hechos, lo que explica la realidad de forma ideal.