Algunas personas pasan por nuestras vidas para enseñarnos a no ser como ellas. Porque como dijo Oscar Wilde, "algunas personas llevan felicidad dondequiera que vayan; otras, la dejan cuando se van ". Aún así, obtenemos un beneficio de cualquier relación, aunque sea fruto del malestar, pues nuestras vivencias nos traen la posibilidad de administrar nuestros sentimientos de otra forma.
Viktor Frankl escribió que la vida es potencialmente significativa, pues podemos extraer significados incluso del sufrimiento. Por lo tanto, aunque a veces no encontremos el sentido de ciertas relaciones negativas, el hecho es que nos traen una visión del mundo que desconocíamos.Esto, colocado de otra forma, significa que nos enseñan lo que valoramos y lo que nos molesta, trae malestar o lesiona. En resumen, nos muestra una faceta que no queremos desarrollar.
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Nuestros principios se refuerzan gracias a ciertas experiencias. Ser testigo de injusticias y sentir un gran malestar por los gestos realizados por ciertas personas nos ayuda a reflexionar sobre nuestros principios y reforzar así nuestras creencias sobre lo que es bueno y lo que es bueno mala.
La traición, la frialdad, y la prepotencia dona. Doce con intensidad.
A veces lo más doloroso es, justamente, conocer de verdad a aquellas personas que te rodearon por un tiempo. Hay personas que terminan conociendo cuando se muestran de verdad, cuando ya no necesitan más de usted y reflejan su verdadero interés.
Cuando esto sucede el luto nos hace repensar nuestras prioridades y nuestras propias actitudes hacia los demás. Por eso, a veces pasar por malos bocados en la relación nos hace personas mejores.Las dificultades nos ayudan a valorar otros sentimientos y nos apoyan en nuestro crecimiento. Esto requiere una gran elaboración interior propia que nos permita avanzar para no quedarnos estancados en el malestar, la culpa o el resentimiento.
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El alejarse de las personas conflictivas mejora la salud y el alma
A la hora de alejarnos de aquellas personas que nos perjudican
es bueno jugar con la ventaja de la anticipación
. Es decir, aprovechar que sus reacciones e intenciones son cada vez más previsibles. Esto nos permite relacionarnos de otra forma, pues sabremos lidiar con nuestro propio entorno según nuestro propio deseo. En este sentido, es necesario no dar tanta importancia a lo que hacen estas personas, sino enfocarse en lo que podemos aprender de lo que han hecho, ayudándonos así a crear oportunidades de crecimiento y trabajar nuestra propia autoestima y nuestra propia fuerza.Porque al fin de cuentas,
quien espera decepcionarse, y esperar todo de alguien puede traer frustración y sumisión
, haciendo desaparecer nuestro oxígeno psicológico, contaminando nuestra propia atmósfera emocional y minando nuestras propias inquietudes. Por lo tanto, mantener la perspectiva nos ayudará a conseguir sentir cierta indiferencia ya descender de esa montaña rusa emocional, logrando separar nuestras preocupaciones y liberarnos de las inseguridades y de las reacciones desproporcionadas. La idea es aclarar la propia mente y poder exponer nuestros pensamientos y emociones sin temor a las consecuencias cuando llegue la hora.Esto tendrá un resultado tan rápido y directo como realizador: nuestros problemas disminuir y poder vivir en paz.
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La vida es realmente corta para vivir angustiado por lo que cada persona que nos rodea nos hace o deja de hacer. Por eso, la mejor decisión que podemos tomar es distanciarnos del negativismo de algunas personas y acercarnos a aquellos que nos hacen sentir bien.