7 Claves para manejar el estrés

No es fácil mantener la calma en un mundo que funciona a velocidades alucinantes gracias a la tecnología. También no es fácil tolerar las grandes dosis de ruido y de hostilidad en las grandes ciudades. Por más que existan personas que tienen una gran capacidad de adaptación, la gestión del estrés no es una tarea fácil. A medio y largo plazo, el estrés provoca serios daños tanto en la mente y en el cuerpo. Muchas enfermedades físicas son el resultado de este incómodo estado. De la misma forma, el estrés bloquea, no permite pensar con claridad y puede afectar las relaciones humanas.

Siempre que no se trate de un caso muy grave, es posible gestionar el estrés usando algunas medidas simples.

Todo se resume a hacer una pausa y aplicar uno o varios de los trucos que le contaremos a continuación. "Descanse. Un campo que descansó da una cosecha generosa. -Ovidio-

1. Identificar el momento en que el estrés comienza
Reconocer el estrés no es tan fácil como puede parecer a primera vista. Muchas veces sólo conseguimos percibirlo cuando alcanza un nivel alto.

El estrés se manifiesta físicamente y emocionalmente.

Puede tener una intensidad creciente o permanecer estable. Las señales físicas del estrés son la tensión muscular, especialmente en el área del maxilar, cuello y hombros. También hay tensión en la cara y generalmente los labios están apretados. Emocionalmente hay un sentimiento de irritación, mezclado con angustia.

Estas sensaciones te dicen que es el momento de parar. 2. Aplicar técnicas de respiración La respiración es un medio que está disponible y que puede aplicarse en cualquier momento o situación para administrar el estrés. Es un excelente mecanismo para recuperar la serenidad. Se ha comprobado que las respiraciones lentas y rítmicas activan el nervio vago.

Este modera las respuestas ante el estrés.

Sólo tienes que adoptar la posición más cómoda posible y empieza a inspirar muy profundamente. Trate de percibir cómo sus pulmones se llenan de aire. Entonces, expire el aire, muy despacio. En apenas dos o tres minutos, su nivel de estrés se reducirá. 3. Desviar la atención

El estrés se asocia con respuestas de ataque o de fuga. Es por eso que, en el momento en que la atención es presentada, se dirigen a los focos que dieron origen a la tensión. Cuanto más usted fije su mente en esas fuentes de inquietud, más estresado usted se sentirá.

Por eso es urgente que usted se esfuerce en desviar la atención. Mira a algún objeto que esté a tu alrededor.

Intente describirlo mentalmente, de la manera más detallada posible. A continuación, repita el mismo ejercicio con otros dos objetos. Esto ayudará a administrar el estrés, regulando sus impulsos y expandiendo su perspectiva emocional inmediata. 4. Mirando hacia una imagen relajante

Las imágenes comunican sensaciones y las impregnan en los observadores. Por eso es bueno que siempre tenga a mano alguna fotografía o pintura que tenga una imagen relajante. Las más apropiadas son los paisajes, especialmente si son de lugares solitarios, clima frío y muy verde o mucha agua.

Cuando usted siente que hay mucho estrés,

mirar a esas imágenes es una gran ayuda para que usted pueda relajarse. Es también una manera de concentrar su mente en algo agradable, lo que tiene como efecto una disminución de la inquietud.

5. Reinterpretar la experiencia A veces, saber que usted tiene estrés, te estresa más. Usted detecta que siente mucha angustia y quiere deshacerse de ella lo más rápido posible. Como no siempre es fácil, eso te inquieta más en vez de calmarte. Por lo que es importante que, al identificar y aceptar que tenemos estrés, ponemos en práctica una serie de mecanismos útiles para reducirlo y no estrategias costosas y frustrantes que sólo van a aumentar ese nivel de activación.

Intente reconocer todas las expresiones que ese estado produce en usted.

¿Cómo está tu cuerpo? ¿Qué postura estás adoptando? ¿Cómo están los latidos de tu corazón? ¿Qué tipos de pensamientos vienen a tu mente? Estas y otras cuestiones del tipo le ayudarán a reinterpretar lo que usted siente. Cuando esto ocurre, la sensación de tensión gradualmente se disipa. 6. Adoptar una postura física antiestress Usted debe saber que

existen posturas de estrés y posturas antiestresse. Las primeras son, por ejemplo, sentarse cruzando las piernas de forma enrollada. También mover una pierna, o ambas, con un ritmo rápido y constante. La espalda está más curvada y los músculos de la cara están muy tensos.

Si se pone de pie, con la espalda bien recta y hacer movimientos con la cara, le ayudará a reducir el estrés.

Se trata de una posición que trae confianza y seguridad. Según un estudio de la Health Psychology , esta posición también inhibe la producción de cortisol.

7. Hacer un ejercicio simple con las manos Está comprobado que cerrar los puños de ambas manos con mucha fuerza y ​​luego estirarlas es un ejercicio que ayuda a reducir el estrés.Es un gesto agresivo y, por eso mismo, ayuda a liberar tensiones en momentos de gran inquietud.

Todos estos pequeños trucos son realmente muy eficaces para manejar el estrés.

Es normal sentir tensión en un mundo como el actual, especialmente si vivimos en grandes ciudades. Lo importante es no dejar el estrés en invadir y aplicar las herramientas para controlarlo cuando esté presente.