Esperamos con entusiasmo y alegría la llegada de un bebé, pero también con muchos miedos y dudas. Una preocupación común tiene que ver con la convivencia entre animales y bebés.Pensamos en todos los peligros que pueden venir de esa convivencia, sin prestar atención a los beneficios que ella puede proporcionar.
Sin embargo, el éxito de esta relación dependerá en gran parte de que no nos olvidemos de nuestra mascota. Si seguimos cuidando de sus necesidades físicas y emocionales, no habrá razón para no formarse una de las primeras y más bellas relaciones de amistad que un bebé podría tener. Los beneficios de los animales y los bebés creciendo juntos
Cuando los animales y los bebés crecen juntos, los beneficios son incontables.
Los padres que tienen la oportunidad de disfrutar de esa relación serán agradablemente sorprendidos todos los días. Estos son algunos de los beneficios que los animales traen para el desarrollo de los bebés.Estimulación sensorial
Los bebés están muy interesados en explorar e investigar el mundo, y los animales son una agradable fuente de estímulos. Con ellos, los conocimientos que extraen de sus primeras "experiencias" con el mundo se vuelven más ricas. Jugar con un amigo proporciona experiencias más variadas, excitantes y divertidas.
De esta forma, la agilidad es entrenada por los intentos del bebé de seguir visualmente el animal y, a continuación, moviéndose hacia él. Además, descubrirá nuevas texturas en el cuerpo del animal doméstico ... texturas que le encantará acariciar.
Afectividad y empatía Los animales son extremadamente sensibles a los bebés, pues
saben que es un ser frágil e indefenso que necesita de delicadeza y protección.
En varias ocasiones escuchamos noticias de animales que salvan a bebés, que los protegen de accidentes mortales o que los cuidan en situaciones extremas. Esto no es ficción: el instinto de los animales los lleva a preservar la vida de los cachorros. Los bebés aprenden a recibir cariño y cuidar de los animales domésticos. Ellos aprenden a interactuar con estos miembros de la familia con quienes comparten tiempo y espacio. Los animales y los bebés aprenden a cuidar el uno del otro; a amar y demostrar cariño de una forma muy espontánea.
Además, diferentes estudios demuestran que los niños que crecen con perros y gatos son emocionalmente más inteligentes y compasivos.
Un estudio con niños entre tres y seis años de edad demostró que los niños que tienen mascotas son más empáticos con los animales y otros seres humanos. Autoestima Cuando los padres involucra a los niños y los bebés en el cuidado de los animales domésticos, se sienten más capaces y competentes, reforzando así su autoestima. El hecho de estar al cuidado de una mascota (tanto dentro de la familia como en el aula), proporciona a los niños un nuevo e importante sentido de responsabilidad, además de aumentar significativamente su autoestima.
De acuerdo con Nienke Endenburg y Ben Barda,
"si hay animales domésticos en una casa y padres e hijos cuidan de ellos regularmente, los niños aprenden temprano cómo cuidar y alimentar a un animal que depende de ellos". Es por eso que actualmente, en muchos países, las clases de educación infantil tienen una mascota en el aula.La responsabilidad de cuidar de un animal hace surgir en los niños sentimientos de seguridad y aceptación de sí mismos.
Los animales ayudan a los bebés a desarrollar un sistema inmunológico más fuerte, lo que los hará más preparados para enfrentar diferentes enfermedades. Los investigadores de la Universidad de Finlandia realizaron un estudio interesante para la revista Pediatrics, que concluyó que los bebés menores de un año que conviven con perros o gatos tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir de tos, rinitis o fiebre. Además, el mismo estudio revela que la probabilidad de que estos bebés contraigan infecciones de oído se reduce a la mitad. Desarrollo del lenguaje y desarrollo cognitivo El hecho de padres, madres y cuidadores conversar con el bebé tendrá un impacto muy positivo, tanto en el desarrollo cognitivo como en la adquisición del lenguaje. Es importante dedicar un tiempo para conversar con el bebé, transmitirle afecto a través de caricias y palabras. Sin embargo, muchas veces ignoramos la comunicación existente entre animales y bebés.
Cuando los animales y los bebés crecen juntos, la comunicación entre ellos es constante y extremadamente enriquecedora.
El bebé intentará comunicarse y encontrará en su pareja un receptor siempre dispuesto a escuchar y responder. Tanto es así que estudios en ese sentido nos dicen que tener una mascota facilita el desarrollo del lenguaje y mejora la capacidad futura del bebé en el campo de la comunicación. Los niños extraen mucha información de la realidad jugando e interactuando con los animales.
Algo que, a su vez, estimula el desarrollo cognitivo de los pequeños, además de elevar el coeficiente intelectual que tendrán en el futuro. Sociabilidad
Los animales representan una forma de vivir el mundo físico y social, a medida que responden a sus primeras verbalizaciones, expresiones corporales, movimientos y toques.
Según Amparo Fortea, "varios estudios muestran que los niños que interactúan con animales sanos tienen menos problemas de adaptación, son más responsables y tienen un sistema inmunológico más fuerte".
Algunas personas dicen que los bebés y los niños que crecen con los animales domésticos son más felices. En cualquier caso, el hecho de haber desarrollado y fortalecido las habilidades anteriormente mencionadas hace que los bebés que crezcan con animales
establezcan relaciones sociales con facilidad y desarrollen lazos más fuertes y profundos. Familia
Con el tiempo, los bebés observan que hay cosas que cambian infinitamente, mientras que otras permanecen. Las personas, la familia, son los puntos de apoyo más sólidos en la vida de los niños. Y es dentro de esta familia que ellas incluyen los animales.
Ellos son una fuente de seguridad y complicidad para los niños. Los animales, a su vez, se sienten responsables del cuidado y protección de los bebés.
A veces esto puede ser estresante para ellos al principio. Entonces, dependerá de nuestra administración para que ellos vivan ese cambio de la mejor manera posible. Sin embargo, una vez adaptados al cambio, descubrirán otra persona para amar. Otra persona que lo ama; alguien con quien jugar y compartir. No es suficiente que su bebé crezca con los animales No basta con que su bebé crezca con una mascota.
Es esencial asumir la responsabilidad involucrada, entender sus derechos, necesidades y garantizar su bienestar. Un animal requiere tiempo, dedicación y cuidados. En ese sentido, necesitamos ser sensatos y coherentes, porque ellos merecen lo mejor.