No hay duda de que llorar no es nada agradable, pero gustando o no, el llanto es una parte inseparable de la naturaleza humana. Tanto que es la primera cosa que un recién nacido hace cuando viene al mundo, y es la primera forma de comunicación que el bebé tiene. Las razones por las que lloramos son variadas: tristeza, frustración, rabia e incluso alegría. Por eso, vale la pena explorar esa manifestación emocional que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas.
No llores!
Hemos escuchado esta frase innumerables veces a lo largo de nuestra vida, porque el llanto está asociado al sufrimiento ya la debilidad, situaciones que la gente prefiere evitar. Muchas personas se sienten ansiosas y no saben cómo actuar ante alguien que empieza a llorar, como si eso fuera algo terrible, cuando en realidad, es completamente normal.Entonces, crecimos reprimiendo esa expresión de nuestro malestar psicológico.
Sin hablar del caso de los hombres, en el que el panorama es aún más grave ... Porque se percibe que, socialmente, el llanto venido de una persona del sexo masculino es una alarmante falta de carácter y fuerza.Toda esta avalancha de estereotipos y preconceptos creados por la sociedad sobre el llanto no es nada necesaria; es incluso, contraproducente.
Esto no hace nada más que generar un volcán de emociones reprimidas, lo que las hace peligrosas, mientras que un simple llanto venido a tiempo calmar los problemas. Después de la tormenta viene la calma
Nuestro cuerpo es sabio y el llanto existe porque cumple funciones muy importantes para el equilibrio de nuestro organismo y de nuestra psique.
Desde el punto de vista fisiológico, dos hormonas complementarias entre sí se liberan: la adrenalina y la noradrenalina. El primero de ellos nos prepara para enfrentar situaciones de estrés, mientras que el segundo nos permite relajarse tan pronto como la tensión haya terminado. Es por eso que cuando empezamos a llorar nos sentimos agitados e inquietos, pero luego de una buena sesión de llanto, entramos en un estado de calma y relajación. Como la serenidad que viene luego de una tormenta.Vamos a llorar con orgullo!
La inteligencia emocional es la capacidad de tener conciencia de nuestras emociones, así como la capacidad de aceptarlas sin juzgarlas y de expresarlas de manera asertiva.
Veamos algunos consejos para aplicar estos principios al llanto:
Manténgase en contacto con sus emociones, permita sentirlas completamente, sin ninguna discriminación , aunque su primera reacción sea ignorarlas o rechazarlas. Ellas quieren comunicarle un mensaje importante, que si no se oye, buscar otra manera de salir; y, lamentablemente no estará bajo su control, y el resultado será peor. Una vez que haya dado espacio a sus emociones, no las juzgue, ni se diga a sí mismo que es mareado o débil por sentirlas.
- Usted es simplemente un ser humano. Respire profundamente por un momento mientras percibe sus sensaciones corporales, como un apretón en el pecho, un nudo en la garganta, o una tensión muscular. Si en ese momento usted siente ganas de llorar, acepte y deje que el llanto aparezca.Sea compasivo consigo mismo mientras llora.
- Asuma con benevolencia su fragilidad humana, de la cual todos compartimos. Durante el llanto, trate de decir para sí mismos mensajes de apoyo y de comprensión.Si usted sigue estas orientaciones, paradójicamente el llanto te hará más fuerte,
- pues usted ganará autoestima y más respeto hacia usted mismo, aceptándose por completo.Créditos de la imagen: Viewminder